Paparazzi

Capítulo 15

-Lamento mucho lo sucedido, cariño. De haber sabido que ese hotel le pertenecía a los Onigumo jamás te hubiera llevado ahí.

-No te preocupes Bank, yo sé que tu intención nunca fue mala. Gracias por conseguir otro hotel, tambien es muy hermoso. - agradeció la azabache. Se encontraban en el EX THEATER ROPPONGI a unos minutos de iniciar el concierto. Estaba sentada mientras la maquillista terminaba de arreglarla.

-Kag, no supe si rentar una o dos habitaciones. ¿Sesshomaru se seguirá quedando contigo? - preguntó el moreno, Sesshomaru que se encontraba a espaldas de ambos se tensó un poco con la pregunta, quería decirle que no fuera idiota, que obviamente se quedarían juntos, pero era Kagome quien debía decirlo.

-Por supuesto que una, lo que pasó hoy no ha cambiado absolutamente nada entre Sessh y yo. - El ambarino se acercó ella y se agachó para abrazarla por la espalda, besó su cabeza y en el reflejo del espejo la vio sonreírle dulcemente.

-Bankotsu, quiero que hagas algo por mí. - Pidió Sesshomaru al soltar a la azabache y erguirse nuevamente. - La cuenta del hotel correrá por mi cuenta, encárgate de eso por favor.

-¡No! No Bankotsu, no le hagas caso. - replicó Kagome inmediatamente. El peliplata frotó los hombros de ella con cariño.

-De algún modo fue mi culpa que saliéramos de Palace Hotel. Por favor, Bankotsu, yo correré con todos los gastos de hospedaje. - Sesshomaru si bien no contaba con la fortuna de Byakuya, tampoco tenía una mala posición económica. La paga cuando trabajaba en la empresa de su padre era más que buena, aparte de lo que ganó como modelo de Kagome y su sueldo como guardaespaldas también era una cantidad importante, bien podía pagar la estadía en un hotel lujoso por incluso meses sin verse desfalcado.

-El caballero ha hablado. - dijo Bankotsu sonriéndole a Kagome quien seguía negándose a dejar pagar a Sesshomaru.

-Kag, ya es hora. - entró Sango algo agitada, Miroku había realizado cambios en todo lo que sería el escenario y organizado efectos para diferentes grandes éxitos de la cantante, Sango era su mano derecha y a estas alturas de la noche ya se encontraba exhausta a pesar de que el concierto apenas estaba por comenzar.

-Deseenme suerte. - se levantó la chica aún nerviosa, a pesar de ya tener un par de años en este medio, el pánico antes de entrar al escenario todavía se presentaba, aunque una vez arriba de el y escuchar los gritos de los fans coreando sus canciones, eliminaban los nervios y al final disfrutaba hacer su trabajo.

Sesshomaru la tomó del rostro con ambas manos y le dio un beso casto en los labios. No quería arruinar su maquillaje.

-Tú no necesitas suerte, tú no solamente tienes talento nato, eres una artista en toda la extensión de la palabra. Lo harás espectacular, solamente confía. - Kagome no podía sentirse más enamorada de ese hombre, a ella le importó poco estropear el trabajo de su maquillista, estampó su boca contra la de él y le dio un beso que delataba la pasión que despertaba.

-Kagome, puedes seguir comiéndote a Sesshomaru en dos horas cuando termine el show. - Sango ya se encontraba estresada porque Miroku no dejaba hablarle por el radio que él mismo destinó para coordinarse entre ellos dos.

-Te amo. - dijo ella al terminar el beso.

-No tanto como te amo yo. - Respondió él.

Kagome sonriendo y ya sin esos nervios que la molestaban, fue hasta la plataforma que la subiría al escenario en una entrada dramática.

Sesshomaru en cambio se encontraba tras bambalinas al pendiente de la seguridad de su artista favorita. Claro que se había contratado más seguridad para estar dispersos entre todo el lugar vigilando que no suceda nada anormal que ponga en riesgo a la cantante y cuidando también a los espectadores, incluso había más hombres que habían sido destinados para apoyar a Sesshomaru tras bambalinas.