La Novia Del Sol [Rengoku Kyojuro]🔥 Finalizada 🔥

Capitulo 7

Nos encontramos en medio de un ardiente viaje
Tomo tu mano y lo dejo ir, por el futuro
Siempre que un sueño se haga realidad
Te recordaré
Mientras lloro, digo: Quiero ser más fuerte
Como resultado de la despedida
…
Momentos nostálgicos me invaden
Lloro fuerte en este mundo cruel
Este sentimiento solo crece a medida que envejezco
No quiero perder nada más

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Al llegar a su casa entro corriendo hasta los aposentos de su padre.
-Padre deme permiso para realizar una labor- pide en una reverencia.
-Ni se te ocurra darselo- entro su madre- el cuervo de Shinobu me lo dijo y te voy diciendo que como tú madre no estoy de acuerdo.
-Eso es cierto hija- habla el patrón.
-Padre- responde- deseo ayudar a los cazadores, ellos se encuentran en una situación poco ventajosa, y sería humillante que perdiesemos encontra de Muzan y su séquito de demonios.
-Tienes razón- acepta- pero nunca se ha visto que una Ubuyashiki se una a los cazadores.
-Lo sé,- acepta- pero...mi corazón me dice que los debo ayudar, como futura patrona de los cazadores debo dar mi ejemplo.
-Oh no, no Oyakata- menciona la mayor observando la sonrisa en el rostro de su esposo- increíble, no comprendo como siempre te convence.
Kiyomi no espera más y corre a su habitación, desde niña siempre tuvo fascinación por los cazadores y había mandado a crear su propio uniforme. Ya vestida con el honorable traje se coloca un ahori con flores de cerezo. Cada persona tiene su propia habilidad y la de ella era el tiro con arco. Tomo su cesta de flechas preparada por Shinobu con veneno y agrega su Arco.
-Es hora de marcharnos- grita frente a los cazadores- debemos salvar a nuestros compañeros.
Todos se sentían nerviosos por la presencia de ella, mientras con una simple sonrisa les calmaba Kiyomi. La chica sabía que tendría oportunidad de seguirles con sus respiraciones, pero cabalgaba sobre un corcel azabache. Comenzaba a oscurecer y ya se encontraban en posición de ataque.
-Sanemi-san me podría dar mejor información sobre lo que sucede- pide ella calmadamente.
-Señorita, hemos estado detrás de una luna menguante y por fin dimos con ella, pero...- respira- esa luna tiene una habilidad que imposibilita los movimientos mediante el sonido, Uzui en compañía de Rengoku tomaron la misión hace un mes de rescatar a los chicos que había atrapado, pero.... pero no sé ha sabido nada de ellos y se teme que puedan estar...
Sanemi notó el rostro de horror con el que ella le miraba, y como una lágrima fue descendiendo por su rosada mejilla.
-¿Qué le dijiste a Kiyomi Sanemi?- pregunta la pilar insecto.
-Le conté sobre nuestros presentimientos- dice asustado.
-Imposible-clama ella- el está vivo, mi corazón me lo dice que el está vivo.
Sanemi no comprendía de lo que ella hablaba, Kosho con mucho cuidado y tacto le explicó al pilar del Aire sobre el compromiso de ambos. Ya comenzaban a salir los demonios de su cueva, los cazadores mostraron su avanzada, Kiyomi desde una posición favorable y en uso de su puntería debilitaba a varios demonios con sus flechas. Quedaban pocos demonios en pie cuando la luna se mostró, desde la distancia la Ubuyashiki notó lo imponente que era. Al abrir su boca todos los cercanos a él calleron por un horrible dolor de cabeza. Kiyomi comenzó a sentirse imponente, como ayudaría, su voz...y si ella lograba calmar al demonio como mismo hacia con las personas y animales. Comenzó a caminar mientras entonaba esas bellas melodías que solo ella lograba
-Todos juntos ahora, avanzamos hacia la línea de meta. Todavía no sabemos nada. La línea que cruzamos ya no estaba al voltear, pero mirando atrás
Todavía no sabemos nada. Sofocados, sofocados, sofocándonos. Nuestro brillante sudor se derrama seguramente hay un montón de cosas de que no recordamos ni la silueta de él, ni de nadie más. Fingimos olvidar cosas importantes así podemos ser felices mientras contamos, todos nos recordamos.Deseábamos todo lo  sabemos, ah, nos dimos cuenta. Las manecillas del reloj no se pueden detener. No son arrebatados, arrebatados, arrebatados el tiempo y los recuerdos fluyen y se alejan más, más y más - había captado la atención del demonio el cual detuvo el estruendoso sonido- Seguramente hay un montón de cosas de que no recordamos. Ni la silueta de él, ni de nadie más fingimos olvidar cosas importantes. Así podemos ser felices. Quiero girar suave, suavemente. Como las hojas, sin melancolía, quiero proceder sin impaciencia.
El demonio la miraba, pero su mirada ya no era de rabia, era la de un niño.
-Veo que has sufrido mucho- alza su mano y toca el rostro de la luna- no deseas descansar de una vez, yo te puedo ayudar a que logres reencarnar y en un futuro te conviertas en ese cantante que deseas ser...Yaiko.
Todos quedaron impactados ante tales palabras, pero quedaron más impactados aún cuando el demonio se colocó de rodillas esperando aquello que ella había mencionado.
-Obanai- llamó al pilar serpiente- deseo que seas tú él que le dé descanso eterno a él.
-Como usted indique señorita- Obanai realizó una reverencia para caminar hacia el frente.
Kiyomi se alejó y se paró frente a él pilar roca, y le sonrió para luego caer al suelo. Nadie comprendía la razón para este incidente, pero notaron una mancha que resaltaba en su costado y todo llegó a una conclusión. La luna llegó a calmarse pero antes había atravezado el costado de Kiyomi. Gyomei la cargó en sus brazos como tantas veces lo hizo de pequeña. Pues siempre ella sostuvo ese vínculo inrrompible con los pilares y demás cazadores cercanos a la finca.

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Le veo ahí tendida sobre la cama y siento un dolor en el pecho, me culpo por no haberle protegido. Mi arrepentimiento regresa y no me encuentro en esa habitación sabiendo de su situación. Esa misión había sido un suicidio completo y ella había decidido participar. Cuando lograron rescatarnos yo había sido dañado gravemente en mis tímpanos, casi no escuchaba lo que me decían. Pero en el instante en que le ví siendo sostenida por Gyomei mi corazón quebró y olvidé todas mis heridas para correr a por ella. Me explicaron cómo valientemente había derrotado a la luna y ese me llenó de gozo. Había escogido no solo a una mujer hermosa y comprensiva, sino a una fuerte y valiente. Estuvo encantada e inconsciente por cuatro días, cuatro largos días en los que no lograron que me separará de su lado, temía que si le dejaba sola y despertaba se sentiría triste. Cuando despertó en un arrebato algo inconsciente la abracé y besé con ansias.
-Si estás de regreso quiere decir que por fin nos caeremos- sonrió Kiyomi mirando al rubio.
-Quiere decir que no te liberaras de mi, mi pequeña flor de cerezo.- le abraza.