Ganando su aviso

Capitulo 2

"Quiero que al menos consideres a los Aurores".

Harry sintió una aguda oleada de disgusto viajar por su espalda cuando se dio cuenta de que Riddle lo estaba mirando de nuevo. Sacudió la cabeza y lanzó una maldición que partió por la mitad al maniquí al que se enfrentaban. Esta casa señorial a la que Riddle seguía invitándolo tenía tantas salas de duelo que nunca era la misma dos veces. "¿Por qué? Estoy feliz trabajando en la tienda de Ophelia. Y sé que ya debes tener algunas personas dentro de las clases de aprendices de Auror.

"Sí. Pero ninguno con tanto interés por parte del propio Ministerio como el que has generado.

"Es un interés equivocado. Desaparecerá en un rato.

"¿Dices eso de cualquiera que tenga interés en ti?"

"Cuando se basa únicamente en mi poder mágico". Harry le dio a Riddle una sonrisa desagradable y se concentró deliberadamente en el siguiente muñeco que marchaba en su lugar, ignorando el destello de distracción de ambos reflejos en el espejo a un lado. Harry no tenía idea de por qué estaba allí. A algunos duelistas les gustaba posar antes de comenzar a pelear, supuso.

"Me pregunto."

Esa fue toda la advertencia que Harry tuvo antes de que el piso se abriera abruptamente en varios lugares y salieran más muñecos. Estaban hechos de hierro en lugar de la tela y la paja con las que Harry había luchado hasta ahora. También eran el doble de grandes. Los agujeros se cerraron detrás de ellos, y con un movimiento metálico y robótico, se giraron para enfocarse en Harry.

Los ojos de Harry se entrecerraron. Luego agitó su varita en el suelo, lanzando una Transformación no verbal que había usado un par de veces en Hogwarts para evitar que los Slytherins intimidaran a los Gryffindors o Hufflepuffs más jóvenes.

El suelo rápidamente se convirtió en hielo. Los maniquíes dieron un paso adelante y empezaron a caer, resbalar y deslizar.

Harry se giró, asegurándose por el rabillo del ojo de que Riddle estaba retrocediendo y observando en lugar de unirse a la batalla, y gritó: " ¡ Confringo !"

El espejo se hizo añicos en una serie de pedazos voladores. Harry usó otro hechizo para tomar el control de ellos desde el aire, y luego se giró y los envió volando hacia los maniquíes de hierro, que todavía luchaban por volver a ponerse de pie.

Los pedazos de vidrio se hicieron añicos cada vez más pequeños mientras Harry se concentraba en ellos, y luego los transformó en piedras pesadas, que arrojó sobre el hielo alrededor de los muñecos. Después de un poco de deslizamiento, las piedras permanecieron en su lugar, pero los maniquíes también estaban casi completamente de pie, usando sus romas "manos" para evitar resbalarse nuevamente.

Eso estuvo bien. Harry solo pretendía usar las piedras como anclas, no como armas.

" Cavea lucis !" gritó.

Su varita voló, trazando los patrones que quería entre las piedras, y surgieron líneas de luz entre ellas, cubriendo una jaula sobre la parte superior de las piedras que se parecía mucho a una tienda de campaña. También parecía frágil. Pero cuando el primer muñeco presionó contra él, la jaula se dobló un poco antes de que saltara hacia atrás, brillando furiosamente. Harry rió un poco mientras observaba a los seis muñecos hacer lo mejor que podían para salir de las jaulas. Ellos no lo manejarían.

"Más que impresionante."

La voz de Riddle estaba justo a su lado. Harry se estremeció, incapaz de evitarlo, y retrocedió un paso. La mano de Riddle lo estabilizó antes de que pudiera pisar la parte del suelo que había transformado en hielo.