Chapitre cinq

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- No sé cómo aclarar esto sin tener problemas. - Soltó el profesor Fitz por primera vez en treinta minutos de silencio. - Tanto como la señorita Maxwell cómo Connor han sido temporalmente suspendidos de "El club de debate".

Mire a Maxwell y estaba casi tan confundida como yo. Habíamos entregado todo lo que nos pidió en tiempo y forma, ¿Por qué nos suspendía de la nada?

- Se puede saber la razón de esta suspención sin sentido. - Habló T/n claramente enojada pero todavía en sus cabales.

- La razón principal es que sus compañeros me lo han pedido y quiero que sepan que el ensayo que me dieron se encontraba en óptimas condiciones, sin embargo los insultos hacia el otro al final me han causado un disgusto mayor. - Con Maxwell nos miramos de reojo, ambos sabíamos que aquel club sin nosotros no era nada. - Es verdad que su comportamiento hacia el otro mejoró bastante, han disminuido la cantidad de peleas, no obstante yo deseo al igual que sus compañeros que no haya ninguna pelea pero se ve que es algo difícil de lograr.

- ¿Entonces nos está suspendiendo porque no somos del agrado del otro ni de nuestros compañeros? - Pregunté realmente confuso.

- Si es así, es una razón extremadamente irracional, de todas formas no voy a discutir sobre eso. - Maxwell siempre hablaba con propiedad cerca de personas mayores, pretendía ser alguien más madura y culta.

Se levantó de la silla y se retiró. La cara del profesor Fitz al ver que me esperó en la puerta fue simplemente extraordinario.

- Que tenga un buen día profesor. - Apenas termine de hablar, copié las acciones anteriores de T/n.

Al salir caminamos directo hacia el club, nuestros compañeros habían pedido que nos suspendan. Lo cual era ridículo, ya que, siempre que nos veían nos adulaban.

- Los detesto, no entiendo que mierda pretenden. - Asentí la cabeza dándole la razón, y sonreí para mis adentros. - Se creen mejores que nosotros.

- No hay nadie mejor. - Afirmé mirándola y ví como se le escapaba una tímida sonrisa. - Deberíamos llamar a la institución St. Paul's.

- Para arreglar un debate amistoso.

La ví buscar su teléfono y llamar al presidente del club del colegio rival. Solo nosotros dos habíamos logrado ganarles un debate, y los agrandados de nuestros compañeros ni siquiera podían dirigirles la palabra del miedo.

- Hola, cómo me voy a olvidar de vos. - Ahí volvía a usar ese tono molesto cuando quería coquetear con un chico. Me molestaba.

Al terminar la llamada, nos pusimos de acuerdo para ingresar a la sala de reuniones del club.

- Hola chicos, les queríamos avisar que está semana se realizará con un debate con otra academia. — Habló con la felicidad más falsa posible.

Nuestros compañeros nos miraron fijamente sin comprender, teníamos que estar suspendidos. Lo estamos, sin embargo, todavía tenemos total poder sobre el club.

- Va a ser con la institución St. Paul's. - Informé con una sonrisa, observando las caras de terror cuando solté aquellas palabras.

- ¿No quieren preparar el tema ahora? — Preguntó Patterson, se creía inteligente el pobre infeliz, desde que entró al club lo único que hizo fue tratar de sacarnos nuestros puestos. Además Patterson se creía competencia para nosotros, solamente por tener un lugar "alto" en los promedios. (Estar en noveno lugar no te hace competencia suficiente para los dos número uno.)

- Lamentablemente tenemos reunión con el profesor Fitz, seguramente es una estupidez rápida, así que en menos de diez minutos ya volvemos. — La satisfacción de T/n al decir aquellas palabras se podía sentir en el aire.

El club de debate; Kit Connor. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora