El club de debate; Kit Connor.

chapitre six

No, ¡Nada está bien!

- ¿Señorita Maxwell? - La voz del joven asistente suena preocupada por mi grito ahogado al enterarme de dicha desgracia. — ¿Se encuentra bien?

Claramente no lo estoy imbécil. Lo peor de esta situación es que no me puedo negar, ya que, al negarme y dar mis motivos estos aparecerán en alguna portada de una revista barata de chismes.

Corté la llamada, inventando algún problema rápido para escapar.
Trate de que mi almohada se comiera mi cara al hundirla tanto, y grité.

Yo de verdad detestaba Kit Sebastian Connor. Me molestaba que me comparen con él y lo peor es que, estoy celosa, a él las cosas les salen perfectas al primer intento solo por ser varón y a mí me cuestan el doble. No importa cuánto me esfuerce, siempre va a existir alguien que diga que no me merezco esto, que solo soy otra nena hegemónica de papi que paga para que las cosas salgan bien a su favor. ¿Hegemónica? Si ¿Nena de papi? También, sin embargo, pagar por estupideces no es lo mío.

Me levanté de la cama tratando de recuperar lo que me quedaba de cordura, y llamé a Yaz, ya que Rory estaría en su vuelo a USA.

- ¡Siempre tiene que robarme el protagonismo! — Grité furiosa apenas mi mejor amiga atendió.

- Hola, si yo también estoy bien linda. — Respondió con sarcasmo. — Gracias por preguntar.

- Perdón. - Respondí sin ánimos.

- ¿Entonces? - Pregunta curiosa Yaz.

- Entonces Kit imbécil Connor lo volvió a hacer. - Escuché a William del otro lado como si estuvieran ambos en la llamada escuchando. - Tengo eventos nocturnos está semana y la otra semana seción de fotos con dos revistas.

- Me vas a tener que decir cuál es el problema preciosa.

- Connor está en todos. - Dije agobiada. - ¡En todos lados! ¡En cada evento en el que pongo un pie está!

- Dulzura no sé que decirte, siempre fue así.

Al no poder recibir mucho de su parte, decidí que era buen momento para molestar a mis padres, pero al tratar de hacerlo ví como mi madre hablaba por videollamada con mi hermana y mi padre jugaba con mi hermano.¿No les hable de ellos? Lo siento a veces me gusta fingir demencia y no hablar de su existencia.

Audelia la mayor, ya no vive con nosotros. Está en algún lugar de Grecia con su esposo.
Nate el menor, tiene quince años y ya lo perdí, es amigo de Connor y a mí no me habla por nada en el mundo, ¿Irónico cierto?.

- ¿Será que puedo pasar? - Preguntó mi madre del otro lado de mi puerta. Le grité que podía y entró. - No quiero que te enojes dulzura.

Oh no.

- ¿Que paso ahora? - Dije con disgusto y me asuste al recordar el evento anterior en el que mi madre utilizo esa frase. - ¡¿Acaso Nate volvió a romper mi laptop?! - Ella rie de manera dulce.

- No corazón, Nate no hizo nada está vez. -Le levanté las cejas haciéndole un gesto para que me diga rápidamente de que se trataba. - Los Connor vienen a cenar hoy, y necesito que seas buena con Kit.

Oh así que de eso se trataba.

- No, estoy enferma. - Comencé a toser de manera fingida bajo la mirada de cansancio de mi madre.

- Hoy vamos a cenar en la casa de la piscina. - La mire peor porque eso significaba que iba a ser una charla de negocios y estar cerca de la piscina era para distraer al hermano de Kit y al mío. - Sé que Nate y Benjamin van a ocupar la piscina principal mientras hablamos de negocio, y estaba pensando que tal vez podrías usar la piscina climatizada.