Capitulo 8

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Es un nuevo año ya habían pasado varias semanas de ambos incidentes, trate de hacer las cosas bien, así que busque una manera de conocer a Leah, no como el demonio que nadie puede ver sino en persona, aunque no soy buena interactuando por primera vez con alguien. Pienso cómo hare para hacerlo se mas o menos por donde pasa o esas cosas por bueno Frey siempre me dice donde andan así que en mi cabeza hay un mapa de lugares y horas.

Por suerte estoy mejor no a mi cien por ciento y bueno luego de matar a mi hermano Belcebú ahora puedo manipular elementos, aunque es más complicado de lo que suena.

Estoy caminando por la calle mientras reviso las bolsas de las compras, hace dos días le dieron un aumento a Frey por su arduo trabajo así que quiero celebrar. Saco el móvil para revisar si me ha escrito cuando sin darme cuenta me estrello contra alguien y siento algo frio contra mi ropa.

-Ten cuidado -dice algo molesta y reconozco su voz-

-Lo siento...iba distraída -dije sonriendo y haciendo una pequeña reverencia-

No sé porque, pero cuando me miro parecía apenada de sonar agresiva. Tal vez le intimidó mi estatura ya que yo mido un metro setenta y cinco, ella era un poco más pequeña.

-Perdón fue algo irrespetuosa, te ayudo -me aparte-

-No, te debo un té frio...de verdad y esto no importa -refiriéndome al abrigo- lo lavaré al llegar a casa.

-No es necesario -dijo- debo verme con alguien pronto aquí.

-Ah con más razón seguro el té era para esa persona y por mi culpa no se lo darás. ¿Iré a comprarlo así que dejo mis bolsas contigo te parece?

-Sí...pero, no es necesario enserio -dice amablemente-

No hice caso fui por el otro té y al volver donde estaba mire a Frey platicando con ella, demonios no tenía que pasar esto. Camine hacia las dos, debo fingir no conocer a Frey o que no lo se.

-Aquí esta tu té -dije mientras tomaba las bolsas-

-Rieshel... ¿Ustedes se conocen? -miro a Leah y luego a mi-

-No... por error chocamos y bueno derrame su té así que quería pagarselo -dije-

-Ustedes se conocen -ahora dijo Leah curiosa- no me has hablado de ninguna amiga.

-Eh si...la conozco, Rieshel es mmm -ella dudaba en que contestar- una amiga vieja que tengo, nos conocemos desde hace mucho y bueno nos vemos a veces.

-Sí...que pequeño es el mundo, no la veía desde navidad la verdad

-Pensé que habías pasado navidad con tus padres -comento Leah con una voz más seria-

-Así fue, pero pase por su casa...un rato y bueno. -me encogí de hombros-

-Conoces a sus padres, yo llevo intentando eso ya un tiempo, pero alguien no quiere -comento era una indirecta-

-Bueno...les dejo -ella acepto el té- debo hacer más cosas y no quiero interrumpirles -reí- pásenla bien.

Camine lo más rápido que me pueden permitir mis pies, sentía incomodidad luego de estar ahí junto a ellas Leah me había parecido agradable pero luego ya verla con ella me parece poco soportable y no me agradaba verlas así. Tome un taxi esta vez no quería llegar a casa rápido solo quería mantener mi mente en paz.

Estaba tan en mis pensamientos que no me di cuenta de que el señor que conducía iba sudando casi a mares. Me calme parecía que estaba haciendo sentir calor dentro del auto el no comento nada, pero cuando se detuvo imagino se sintió aliviado porque salió del auto unos minutos para tomar aire. Yo entre al edificio y subí al ascensor, una chica entro después de mí y apenas le vi yo estaba pensando en otras cosas.

RieshielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora