Rieshiel

Capitulo 1

Año 2000

Decidí volver a estar entre los humanos para ver si habían cambiado algo después de tantos siglos, pero ahí estaba yo. Parada junto a un joven que había jalado el gatillo segundo antes, la sangre había llegado hasta mis pies aun tibia, no paso mucho tiempo cuando las sirenas sonaron y las luces rojas con azul palpitaban fuera de la ventana iluminando levemente la habitación. Miré nuevamente con inferioridad aquel ser que me miraba con una sonrisa perdida e hilarante.

-Hice lo que me dijiste... -ahí estaba de nuevo-

Dejé de ser visible a sus ojos nuevamente y caminé hasta los cuerpos, él era un hombre trabajador, nunca hecho nada malo, solo estaba ausente para darle lo mejor a su familia. Acerque mi mano desprendiendo su alma para luego soltarla rápidamente, comenzó a flotar hasta desaparecer, parece que va a un buen lugar.

Mi mirada se dirigió a la mujer, ella tenía un amante y no prestaba nunca atención a su hijo, tampoco a su esposo cansado, solo se preocupaba por ella misma, nuevamente acerqué mi mano tomando su alma que pesaba demasiado y la solté inmediatamente, iba directo al infierno.

Voltee a ver la escena frente a mí, ahora los policías entraban armados apuntando al joven que repetía de nuevo.

- ¡Solo hice lo que la voz en mi cabeza me dijo!...

Me culpan nuevamente, hay algo de verdad en eso, pero no lo suficiente. Debe haberlo deseado más de una vez, pensado o imaginado para terminar aquí de nuevo, es bueno culpar a los demás. Fue un demonio que me lo susurro al oído... es fácil decir eso porque si yo puedo manipularlos a mi gusto.

Esta historia termina con el sentenciado seguramente a varios años en cárcel, pero ya no voy a estar a su lado susurrándole que hacer...mi trabajo termino y sembré el mal en él, si vuelve hacerlo ya no será por mí, será por el gusto que le causó.

Aparecí en el departamento donde normalmente vivía cuando tomaba mi forma carnal visible a los humanos, mi cabellera pelirroja y mis ojos purpura, tez blanca con una altura algo alta para una mujer.

En el inframundo yo había matado a mis hermanos y obtuve todas sus habilidades, puedo causar tanto en los humanos, soy todos los pecados capitales en persona. Si has pensado en alguno de ellos y estoy cerca de tí o me manifiesto caerás ante ellos y los cometerás por mí causa. No puedo evitar nada de eso ocurra ya que depende de la voluntad humana que en resumen es débil. Soy la octava hija de Lilith, mis hermanos que antes perecieron ante mí nacieron antes por pocos segundos y eso les dio su reinado. Antes de que nuestro padre Lucifer el primero falleciera luchando contra su padre nuestro abuelo, la humanidad habia perecido en aquel apocalipsis, pero ahora era otra generación. Como decirles que el fin de los tiempos siempre tienen que ocurrir de un modo u otro, pero nuevamente el mundo vuelve a poblarse pasan siglos con la nueva humanidad hasta que deba perecer es un ciclo que se debe cumplir, hay humanos que reencarnan otros se vuelven ángeles otros demonios o solo perecen sin más.

Sali de ahí, tenía ganas de tomar un café ya que hay cosas del mundo humano que me gustan y esta es una de ellas. Había entrado a una cafetería que existe desde hace un tiempo, he visto tantas generaciones pasar, tome asiento y encargue un Moccachino junto con un trozo de pastel de chocolate, miré atreves del cristal como la gente iba en su mundo parecía todo demasiado normal hasta que esa sensación de nuevo.

Alguien estaba deseando hacer algo malo, mi mirada se posó en cada humano que me rodeaba hasta que note a una mujer algo nerviosa, estaba como sumida en su mundo, pero ella ya estaba decidida de lo que haría. Cuando mi pedido vino a la mesa lo tome con mucha calma, aquella mujer se había ido, pero yo luego estaría con ella ya que tiene mucho odio y maldad eso me alimenta así que veré que hace.