1 El comienzo de todo

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Al abrir los ojos de repente, Camila,  que se suponía que debía estar muerta por la explosión en el avión en la que estaba viajando , descubrió que... estaba en un cuarto de madera  con un montón de niñas y jovencitas.

Que demonios hacia ahí, se suponía que debía estar muerta por tan terrible accidente que había pasado, intento pararse de donde estaba sentada, como resultado quedo estupefacta al mirar sus pies descalzos, ese no era su pie, era la de una niña, miro su mano y efectivamente era la mano de una niña. 

Ese no era su cuerpo ,toco cada parte de su cuerpo, su cara, todo con una mirada de confusión. 

¿Qué esta pasando exactamente ?

La mente de Camila estaba llena de dudas , mirando el entorno se quedo más perpleja,  no estaba en un simple cuarto, estaba en un barco, todo se movía de un lado a otro, el olor a mar se combinaba con el olor desagradable del barco, llegando a su orificios nasales, mareándola y empezando a tener un fuerte dolor de cabeza, que no pudo soportar y perder la conciencia. 

Al caer en la inconciencia empezó a llegar a su mente un montón de recuerdos que no eran de ella, se veía a una niña  que corría por las orillas de la playa , una niña hermosa de cabellos castaños y unos hermosos ojos verdes, más recuerdos en la que la niña la pasaba jugando con sus padres, pintando hermosos paisajes y también como fue secuestrada por los tártaros,  esos hombres que le separaron de su amada familia, por mas que lloro, pataleo, no la soltaban. 

Cuando despertó otra vez se dio cuenta que había reencarnado, había reencarnado en el cuerpo de una niña que tenia el mismo nombre que ella y que tenia 12 años, me habían secuestrado en Venecia. 

Me sentía triste por mis padres, seguro ya se habrán enterado de mi accidente, mi familia seguro debe estar destrozada, debí pasar mas tiempo con mis padres, mis hermanos, darle mas amor a mis adorables sobrinos. Ahora ya no estoy con ellos, estoy completamente sola en este mundo.

¿Qué se supone que debo de hacer?, no se donde demonios nos llevaran estos desgraciados, lo más seguro que nos venderían al mejor postor como esclavas. 

Yo que había viajado por el mundo entero, que siempre había hecho lo que había querido terminaría como una simple esclava, privada de mi libertad a esperar ordenes, me negaba a vivir ese tipo de vida, pero tampoco podía escapar, estaba en un barco rodeada de mar, lo único que conseguiría es morir ahogada, podría intentar escapar cuando llegáramos a tierra firme.

Para salir de dudas pregunte en italiano a donde nos llevaban 

-Nos llevan al imperio otomano- me contesto una joven de cabellos dorados.

-De donde eres?- le pregunte 

-Soy de España, pero me enseñaron italiano, ¿Cómo te llamas ? 

-Me llamo Camila y tu ?

-Me llamo Catalina

-Un gusto conocerte catalina, sabes que año estamos- estaba rogando en mi interior que mi pregunta no se le hiciera rara o que no le tomara importancia.

-Estamos en el año 1512

-Entiendo, gracias, cuantos años tienes Catalina?

-Tengo 16 y tu ?

-Tengo 12 año, debes de extrañar mucho a tu familia- le dije con tristeza, es muy doloroso saber que nunca lo podrás ver.

- No los extraño para nada, me entregaron a una casa de una familia noble para que sea una criada a cambio de unas monedas.

Me sorprendió su respuesta, pero volví a la realidad, en estos tiempos las mujeres no tenían derechos, lo único que podían hacer era bajar la cabeza, primero ante su padre, después ante su esposo.

Pase semanas en ese horrible barco, que olía peor que chiqueros de cerdos, si que en esta época no ponían en practica la higiene, yo no podía soportar estar tanto tiempo sin bañarme,  sentía una picazón por todo el cuerpo, lo único que me podía aliviar era mojar un trapo con la mísera agua que nos daban para calmar la sed  y con eso pasarme por el cuerpo.

Pase 3 espantosos meses en ese barco hasta que llegamos al imperio otomano, nos sacaron de ese horrible lugar y nos amarraron a todas, por mas que forcejee, este cuerpo de 12 años que estaba desnutrido y no tenia ni una pisca de fuerza no se podía comparar con la de un hombre corpulento como mi  raptor, lo único que conseguí fue que me golpeara y me partiera uno de mis labios.

-Maldito bruto-le grite pero prosiguió  amarrarme con un compañero más que vino ayudar  

-No me toquen con sus sucias manos, perro sarnosos 

- Te voy a cortar la legua estúpida mujer- me grito uno de ellos

Nunca en mi vida me habían golpeado, nunca me habían humillado de esa manera, en mi vida anterior había gozado de libertad, cariño y respeto, pero en esta me habían privado de mi libertad, me habían amarrado a otras mujeres para que no escape, sentía una gran furia e indignación de haber terminado en este estado tan deplorable.

Pero estaba seguro que mi vida no seria así para siempre, yo misma me encargaría de  que nunca nadie mas me humille.





Un nuevo comienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora