13 Embarazo II

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Al cumplir los cuatro meses de embarazo Suleiman puso a mi cuidado dos criadas más, llevar una vida en tu vientre si que era muy cansado, tenia nauseas matutina, sentía  molestias al nivel abdominal y lo peor que no me dejaba dormir, era esa compresión en mi vejiga que aumentaba mi necesidad de orinar, especialmente en las noches.

Mi barriga ya se notaba, lo único que le pedía a Ála era que fuera un niño sano

 Suleiman se había conseguido una nueva favorita en este ultimo par de meses una tal Fulane hatun, la ironía de todo esto que me decía que me amaba, mientras el pasaba las noches con diferentes mujeres, yo cargaba en mi vientre con su hijo, pasado...

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 Suleiman se había conseguido una nueva favorita en este ultimo par de meses una tal Fulane hatun, la ironía de todo esto que me decía que me amaba, mientras el pasaba las noches con diferentes mujeres, yo cargaba en mi vientre con su hijo, pasado peripecias por los síntomas del embarazo y el solo se divertía con su harem y venia a visitarme solo para decirme que me amaba.

De que me servía que me dijera un tonto ''te amo'', cuando sus acciones decían todo lo contrario, pero bueno me tenia que meter en el papel de una mujer sensata que entendía las reglas y tradiciones del harem, fingir ser una mujer tranquila que lo apoyaba en todo y no causarle problemas, el seria un Sultán en el futuro, el tendría suficientes problemas al momento de gobernar y lo único que el buscaría seria tranquilidad en una persona que no cuestionara todo lo que dijera y ahí estaría yo, esa era la única forma de tener su favor y estar protegida por el momento.

En este tiempo la tienda de ropa ya estaba abierta y se vendía muy bien los vestidos y telas. también había logrado vender las telas  en Europa y como lo suponía en un principio se vendía como papas calientes. 

Así que a partir de ahora solo me dedicaría a descansar y cuidar totalmente de mi embarazo, disfrutando los frutos que daría mis negocios. 

-chicas vamos al harem.

Nos dirigimos al harem, quería distraerme un rato, ahí estaban Gulfem y Mahidevran, las tres teníamos una relación amena, no éramos las mejores amigas pero tampoco nos queríamos sacar los ojos, Gulfem siempre se mantenía al margen y no se ponía celosa del Favor que recibíamos Mahidevran y yo por parte de Suleiman, yo era igual que Gulfem, pero la diferencia que ella lo hacia por respeto sin esperar nada a cambio pero yo lo único que buscaba con mi comportamiento gentil era ganar el favor y protección de Suleiman.

Mahidevran ya era otra historia, ella si creía en las promesas vacías de amor que le decía Suleiman,  lo único que recibimos al principio de ella fueron esas miradas de dolor cada que visitábamos los aposentos de Suleiman para luego esconderla bajo una sonrisa, en la que ella trataba de esconder su dolor, pero nunca nos trato mal ni nos humillo, a comparación con las chicas del Harem, a ellas si las miraba como si las quisiera matarlas y enterrarlas en lo mas profunda de la tierra o mandarlas a dormir con los peces. 

Cuando llegue al Harem ahí estaban ellas sentadas disfrutando de unos dulces. Gulfem cargaba a Murad que cada vez se ponía mas hermoso y mahidevran estaba a su lado comiendo dulces pero debes en cuando miraba con odio a la nueva favorita, Fulane Hatun.

-Deberías de dejar de mirarla, estas cayendo en su juego- Le dije tranquilamente mientras me sentaba en unos cojines al lado de ellas.

-Hola Farah- me dijo sonriente Gulfem

-Hola Gulfem- le respondí el saludo.

-Pero me da tanto coraje esa mujer, recién es una favorita y ya anda pavoneándose como si fuera sultana.

Yo la escuchaba mientras disgustaba de los dulces.

-Mahidevran, lo que a ti te da coraje es que ella esta enamorada del Şehzade y recibe demasiada atención de el, pero la diferencia  es que ella busca el amor del Şehzade en cambio gulfem y yo no buscamos su amor ni su atencion, esa es la diferencia porque la odias a ella y a nosotras no.

Mahidevran nos miraba y en sus ojos se podía apreciar la mirada de confusión.

Gulfem seguía comiendo dulces.

-Mahidevran sabemos muy bien que estas enamorada del Şehzade, pero esto es un harem, o aceptas estas tradiciones y sufres eternamente por su amor, o también puedes enterrar poco a poco  ese amor.

-Pero yo lo amo- me miro con dolor Mahidevran mientras me decía eso.

-Algún día ese amor terminara contigo

Parece que eso la dejo pensando.

Gulfem y yo seguimos disfrutando de los dulces .

Esperaba que Mahidevran dejara de lado su amor por Suleiman, ese amor terminaría por destruirla a ella y eso en un futuro afectaría a Mustafa, Mahidevran no era una mala mujer pero el amor le podía cegar. 




Un nuevo comienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora