Capitulo 12

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Las manos del hombre fueron lentamente bajando, acariciándola, desde sus pechos a su estómago, su pene fue frotándose contra sus labios, pasando por toda su raja, amagando con entrar por fin en su interior, pero pasando de la puerta una y otra vez, enloqueciéndola lentamente mientras los labios de él recorrían su piel lamiéndola, besándola, su cuello, sus hombros, su nuca, centímetro a centímetro, lentamente... llevándola al éxtasis, haciendo que sintiese oleada tras oleada de placer, provocando que su sexo se humedeciese como nunca antes había sentido, disparando su excitación al límite...

- Por favor, por favor... -gimió Nora.

- Pídemelo... replico mientras mordisqueaba suavemente el lóbulo de su oreja...

- Fóllame, por favor fóllame ya... -jadeó.

- Con gran placer... mi diosa... -dijo dándola un suave mordisco en un hombro a la vez que se introducía lentamente en su interior...

- ¡¡¡¡Ahhhhhh hhhhhh!!!! -soltó un largo gemido al sentir como iba invadiendo lentamente su sexo, a la vez que empezó a sentir caer el agua suavemente sobre ella, aumentando su excitación...

Nora cuando por fin sintió que "C" se había introducido por completo en su interior, hecho su cuerpo hacia adelante levemente, apoyando sobre la pared las manos y arqueando su cintura hacia atrás, recordó que era igual que lo que vio con la recepcionista, igual que en ese instante, cayendo el agua sobre ambos, lo que aumento más si cabe su morbo... se inclinó un poco más, deseosa de que aumentase en profundidad la penetración, deseando sentirse aún más llena. Dos minutos después de que él empezase follársela, Nora estaba completamente desquiciada por la forma de embestirla, cuatro o cinco suaves y rápidas, para después, retirándose casi por completo, volver a entrar con gran fuerza, como si quisiese empotrarla contra la pared, cuando esto sucedía, a la vez una de sus manos le machacaba el clítoris mientras que la otra le retorcía suavemente uno de los pezones... llevándola al límite, dejándola siempre al borde del orgasmo con esos cambios de ritmo... Otra cosa que le desquiciaba eran la mezcla de palabras cariñosas con los propios gemidos del hombre en su oído, sin contar con los mordisquitos en los lóbulos...

Por fin su cuerpo llegó a su límite, no soporto más y el orgasmo la alcanzo por fin, soltó un alarido al correrse, sus rodillas se empezaron a doblar teniéndose que aumentar su apoyo contra la pared, mientras que "C" que aún no se había corrido la sujetaba por la cintura, manteniendo las embestidas durante un poco más, justo hasta el momento de vaciarse también en su interior. Al sentir el golpe de los chorros de leche de "C" dentro de ella, volvió a sentir un nuevo orgasmo, aunque en esta ocasión muy tenue, pero aun así, increíble por cómo había sido todo. Cuando se recuperó, se separó del hombre, le dio un beso en la mejilla y se puso en movimiento...

- ¿Te vas? -preguntó él.

- Si, sabes, creo que es posible que ya funcione el agua caliente en las duchas de chicas -luego de eso salió por la puerta.

Lo cierto es que Nora quería salir de allí lo más rápido posible, el polvo había sido increíble, pero no quería líos fijos con tíos, y la forma de "C" de follar con ella le había mosqueado, no estaba segura de que el no fuese a querer más, algo a lo que no estaba dispuesta. Nora únicamente había querido a "C" para un polvo, un aquí te pillo aquí te mato, y ya estaba, lo habían echado, habían disfrutado, era hora de decir hasta luego y despedirse, un final perfecto para un gran noche de sexo. Por otra parte tenía que reconocerse para sí, que también temía que le pidiese irse juntos a casa de cualquiera de los dos y no poder negarse a su ofrecimiento, por ello quiso en parte poner también tierra de por medio entre ambos...

Al día siguiente en el trabajo, aunque estuviese un pelín preocupada por como lo viese él, Nora se mostró contenta, amable y muy simpática, al punto que incluso su jefe se lo hizo notar. Cuando llegó la hora de ir de nuevo al gimnasio, seguía un poco preocupada por cómo se lo pudiese tomar "C", para ella solo había sido sexo, y esperaba, confiaba con que él también lo hubiese entendido así, si no, bueno, había preparado sus argumentos para intentar hacérselo comprender, a medida que se acercaba al gimnasio se iba mostrando más nerviosa.

Nada más entrar se encontró con "C" en recepción, hablando tranquilamente con Nieves. Ella les saludo, Nieves le devolvió el saludo y "C" también, además fue el mismo saludo de siempre, y durante la hora en que coincidían allí, él se comportó con toda normalidad, como si entre ellos dos no hubiese pasado nunca nada de nada. Incluso ya casi al final, Nora no pudo aguantarlo más y le sacó la conversación con el fin de dejarlo claro del todo, y si, vio que él lo tenía muy claro..., quizá incluso demasiado claro para su gusto.

- No te preocupes Nora, sé que solo fue diversión... -dijo sonriente.

- Si bueno, veras, es que yo ahora no quiero complicarme la vida, ¿sabes?

- Jajajajajaja, si, lo sé, te entiendo, no te esfuerces en intentar explicarte, te entiendo de sobra. Yo tengo algunas amigas "especiales", y cuando alguno necesita compañía, nos llamamos... Es como lo que hicimos, un polvo de una noche.

- ¡¡Ahhh!! entiendo, la cita esa del otro día, cuando la movida, ¿era...?-dijo la pregunta colgando.

- No, no, para nada, es una amiga, pero la cena solo era para charlar -aclaró.

- Entiendo, no, es que pensé... bueno...

- Nada tranquila -dijo, continuando los dos en silencio con sus ejercicios.

Increíblemente, y al igual que le sucedió al principio con el hecho de que la ignorase, también en esta ocasión se sintió molesta por el modo en que "C" se parecía haber tomado lo de la noche anterior. No le gusto el hecho de que poco menos que la considerase como una chica de polvo de una noche, que casualmente era justo como Nora quería que se lo hubiese tomado tan solo un par de horas antes. Ella había estado todo el día preocupada por cómo se lo tomaría, la noche anterior incluso se marchó de las duchas para no complicar las cosas, mientras que según veía, a él sin embargo, como que todo aquello que ocurrió entre los dos le traía al fresco y le resbalaba...

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