A donde Dios nos mande

Epílogo

Narra Mia

¿Esta soy yo?

Estoy reacia a creerlo. Maquillada y con un vestido blanco hermoso.

Sí. Hoy me caso.

Estoy nerviosa. ¿Y si se arrepiente?

¿Y si llego a la capilla y me dan una carta que diga que fue un error?

Ok, creo que estoy exagerando ¿no?

Ni siquiera tengo a mi pequeño para abrazarlo y dejar los nervios. 

-Mia, ¿puedes calmarte de una vez? Parece como si fueras a lanzarte por la ventana en cualquier momento.

-Ay Cata.. ¿Y si se arrepiente?- me ve como si estuviera loca- No me mires así. Tal vez..si llamas a Franco y confirmas que ya está en la capill..

-No, ni lo pienses. ¿Qué pasa Mia? Sabes que ese hombre se muere por ti.

Eso me saca una sonrisa- Lo sé, es que todo esto ha pasado tan rápido que parece un sueño hecho realidad.

Se ríe con burla.- Y tú que decías que nunca te casarías. Y mírate ahora, a minutos de dar el sí- dice con drama.

-Ya te quiero ver cuando te cases, ya llegará mi hora de burlarme- se pone seria pero rápidamente cambia de tema. Ya le sacaré qué se trae consigo.

-Bueno bueno, esto no se trata de mí. Es tu gran día. Y...-ve su celular- me acaban de informar que tu amado ya está esperando a su novia. Y parece que no está más sereno que tú.

Ay Carlos, tal parece que sí tenemos cosas en común.

-Ok, creo que es hora- me doy un último vistazo y Cata me guía hasta donde está mi padre al lado de una limosina. 

Me alegra que ya esté totalmente recuperado. Y es cuando me doy cuenta que solo han pasado 2 meses de la tragedia. 

-Estás preciosa mi niña.-me da un abrazo- Me alegra poder compartir este momento contigo.- le sonrío y nos subimos para ir a la pequeña capilla.

Me rio al recordar cómo Carlos me contó el drama que le había armado mi papá cuando le pidió mi mano. Mi amado quiso hacer las cosas bien y antes de preguntarme a mí le pidió mi mano a mi papá. 

Obvio porque estaba seguro que le diría que sí.

Es por eso que lo hice sufrir un poquito. ¿Quieren saber cómo?

Pues...

Flashback

Respiro agitada en el regazo de mi hombre después de hacer el amor- ¿Quién dice que los viejos no pueden coger rico?- siento un azote en mi trasero- Au.-lo miro fingiendo seriedad aunque él sabe que me gusta.

-Para tu información señorita, este viejo sabe cómo satisfacer muy bien a su mujer.

-Eso es cierto. No te lo voy a negar Sr. Connor.-gruñe. No otra vez.

-Te gusta molestarme.- Ay no.

-Carlos ya hablamos de eso. Las cosas ya están hechas.

Hoy mi padre y yo firmamos mi reconocimiento legal como su hija. Por lo tanto mi nombre a partir de ahora es Mia Rodríguez. La verdad es que estaba emocionada por eso pero aquí mi gruñón novio se puso celoso ya que ya no llevaría su apellido. Es un loco. Ah, eso también incluiría a nuestro pequeño por supuesto.

-Lo sé. Pero no me gusta que me lo recuerdes- me acomodo en mi lado de la cama dejándolo sentado.

-No fue apropósito, lo sabes. Además, un apellido no define nuestra relación. Tú y yo somo marido y mujer desde hace tiempo.- le doy una sonrisa coqueta que lo hace reír.