Argumento:
El hermoso Doncel Naruto Namikaze estudio día y noche la manera de poder seducir al hombre que arruino y asesino a su amado tío Nagato Uzumaki, le haría pagar con sangre como él sufrió desde que tenía catorce años.
Al ver a ese hermoso Do...
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Sasuke fue a la habitación que estaba a un lado de la principal, se quitó la americana para dejarla en el perchero; con cuidado se quitó las mancuernillas dejándolas en una cajita que estaba en el tocador.
Fue desabrochando la camisa halando los faldones de la misma dejando ver su bien definido abdomen bien trabajado el paso que iba haciendo era lento viendo la fría noche.
Al llegar observo el lugar los grandes edificios que se encontraban a su alrededor se llevó una mano a sus azabaches cabellos.
- Eres muy interesante Kitzune.
Se quitó para poder darse una buena ducha, el cansancio era sin duda estresante el no poder hacerle el amor a su bello esposo.
Se sonrió para sí mismo al mismo tiempo dejo salir un bufido; ya era tiempo de poner en marcha su plan en el cual esperaba que las cosas salieran a su favor.
A la mañana siguiente Naruto se sentía desorientado por el lugar en donde estaba, se fijó que no llevaba nada apenas se podía ver su abultado vientre.
A su lado no estaba su esposo, recordando que llegaron y lo llevaron al Hall, observo el lugar dejo salir un suspiro.
- Tomaré un baño de tina.
Busco su albornoz para colocárselo, se sintió que faltaba algo.
- ¿Tan pronto le echaste de menos?
El mismo se reprendió tomo el albornoz se lo coloco para ir al cuarto de baño, sin más se puso a ponerle esencias al agua mientras que dejaba que se llenara vio que todo era nuevo, nada fuera de lugar.
Al llenarse se metió dejando salir un suspiro el agua caliente fue un relax; tratando de comprender lo que paso el día anterior.
Se recordó que debía de comprar un móvil para poder llamar a Deidara como a Iruka, a un tenía duda de poder marcar a Kurama Kyuubi.
- Ese hombre me da confianza.
Se tallo el cuerpo con la esponja dando pequeños masajes era sin duda relajante se tomó su tiempo para después salir.
- Fue relajante.
Busco entre sus ropas un kimono para poder salir, sin más se puso crema hidratante su cuerpo está bien ya no sentía fuertemente las náuseas pero debía de tomar un té con una tostada para poder controlar como los medicamentos.
Al verse en el espejo de cuerpo entero se vio bien, acomodo sus rebeldes cabellos tomo su cartera observo a su alrededor para ver si le faltaba algo, al ver que no salió de la habitación.
Al recorrer el pasillo vio que había quietud, al ir bajando la escalera vio que estaban en el living Juûgo junto a Suigetsu ambos se acercaron hasta la escalinata para poder ayudar al rubio, los ojos del peliblanco rebuscaban en el rostro del Namikaze algún indicio de que lo reconociera.
