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Sasuke no podía creer por donde iban sus pensamientos cerró fuertemente sus ojos, quiso levantarse pero el rubio le abrazo

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Sasuke no podía creer por donde iban sus pensamientos cerró fuertemente sus ojos, quiso levantarse pero el rubio le abrazo.

Un suave susurro salió de sus labios.

- Sasuke...

Sin más beso su frente.

- Aquí estoy Taiyôkô.

Al sentir la seguridad del azabache una leve sonrisa se formó en sus labios.

- ¿Qué me está pasando?

El azabache volteó para ver al rubio que lo tenía incrustado en su costado buscando su calor al observarlo una vez más vio en ese ser algo diferente algo que no creía volvería a ver ese rostro tranquilo sus rasgos eran finos.

Sus dedos recorrieron desde las cejas hasta su mentón suavemente la piel cuidada del Blondo su atrayente loción aunque fuera toscas sus facciones Sasuke sentía palpitar su corazón con el simple hecho de tenerlo nuevamente en sus brazos.

Quito esos cabellos rebeldes de su rostro por un motivo se sonrió si era algo que no creía en el mismo.

Naruto era su talón de Aquiles ese rubio a pesar de haberlo traicionado era algo adictivo algo que no podía tener pero quería mantenerlo a su lado.

No encontraba alguna explicación en ello.

- No te dejare fácilmente... eres mío Taiyôkô, siempre lo serás.

Sin más el azabache se dispuso a descansar no quería seguir pensando, ya después cuando esas sensaciones desaparezcan de su mente podría analizar muy bien lo que está haciendo, por el momento dormiría.

Naruto se acurruco muy bien el costado del azabache pasando su brazo por la cintura del Uchiha era sentirse bien pero también algo que no sabía arrugo su nariz buscando ese hueco en el cuello para poder sentirse mejor.

Al voltear su cuerpo el azabache puso su brazo en las caderas del rubio ambo buscándose inconscientemente, la suave respiración del rubio la sentía en su pecho el azabache, los cabellos del rubio quedaron cerca de los labios del Uchiha.

Al voltear su cuerpo el azabache puso su brazo en las caderas del rubio ambo buscándose inconscientemente, la suave respiración del rubio la sentía en su pecho el azabache, los cabellos del rubio quedaron cerca de los labios del Uchiha

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MI ENEMIGO... MI ESPOSO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora