«One Shots» | BANGPINK |

07; «Dancing with your ghost»

Jinsoo♡

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K I M    S E O K J I N

Lentamente abrí mis ojos apenas la intensa luz del sol chocó contra mi rostro. Quise maldecir por dentro, siempre me sucedía lo mismo.

Dejaba las cortinas abiertas.

Fregué mi ojo derecho y luego el izquierdo para después bostezar debido a lo mal que dormí anoche.

Dormí solo cuatro horas.

—Mi horario está horrible últimamente—Hablé al aire, sabiendo perfectamente que nadie me respondería.

Giré mi cabeza hacia la derecha, viendo el otro lado de la cama vacío por completo. Las sabanas estaban ordenadas junto con la almohada blanca.

Sonreí. Al parecer Jisoo ya se había levantado.

Ella sí tenía todo bien calculado y ordenado. Dormía bien, se levantaba a un buen horario y realizaba sus actividades en tiempo y forma.

Era perfecta.

Con una sonrisa plantada en mis labios, me levanté por completo de la cama y salí de la habitación, en donde me dirigí al baño para lavar un poco mi adormilada cara.

Si Jisoo me veía en ese cansador estado, seguramente me regañaría.

Cepillé mis dientes e hice mis necesidades. Ahora me sentía un poco más despierto. El agua fría me ayudó bastante.

También, el saber que una bonita chica castaña me esperaría abajo con el desayuno listo, me motivaba aún más a querer levantarme de la cama.

Salí del baño y, después de caminar por el ancho pasillo, bajé las escaleras.

Un rico aroma invadió mis fosas nasales, formándome otra sonrisa en los labios. Sí, el desayuno ya se encontraba listo junto con una taza de café.

Me encaminé con tranquilidad hasta el comedor, teniendo la clara imagen de una jovencita mirando el televisor con dos platos colocados sobre la mesa.

—Buen día—Me animé a saludar, como siempre. Jisoo dejó de prestarle atención a los canales de la televisión y me miró.

Sonrió.

—Buenos días dormilón—Bromeó. ¿De verdad era tan tarde?—Ya son casi las once. Si fuera por mí... ya hubiese desayunado hace dos horas—Arqueó una de sus cejas—Pero, decidí esperarte.

Avergonzado bajé la mirada y rasqué por detrás de mi oreja. No era la primera vez que me decía eso. Era como un regaño, pero con una pizca de burla y jugueteo.

—Lo siento. Prometo que no volverá a pasar—Intenté hacer ojitos de cachorrito. Tal vez si me veía tierno, encogería su corazón.

Jisoo solo sonrió y negó.

Constantemente sonreía.

—Siempre dices lo mismo—Mi novia me extendió la taza con café y tomó un poco de la suya.

No le diría nada, sería un poco extraño.

Pero su taza estaba vacía.

Simplemente decidí aplanar mis labios y darle uno que otro sorbo al rico líquido caliente dentro.

La charla, o más bien regaño, finalizó. Jisoo se dedicó a cambiar los canales hasta encontrar algo interesante para ver. Yo solo me puse a comer mi rico desayuno.