«One Shots» | BANGPINK |

06; «Love at first touch»

Omegaverse

Lizkook

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Eran las 8:00am de un lunes, era una mañana hermosa, los pájaros cantaban, el viento soplaba levemente, era una mañana perfecta.

Arregló su cabello y su elegante ropa, lista para enfrentar su nuevo día.

Se dirigió a la salida del lujoso edificio y emprendió camino hacia su primer parada, la cafetería Point of coffee; la mejor cafetería en todo Seúl, no era muy conocida y se preguntaba: ¿Por qué? Sus cafés eran los mejores que ibas a encontrar en todo Seúl.

Un café Latte con crema doble era lo que siempre pedía aquella chica de ojos cafés, delgada, cabello largo color negro con flequillo.

Todos los empleados de esa cafetería conocian a esa muchacha tan carismática, tierna y muy enérgica.

A simple vista ella era una persona encantadora, la gente solía verla y perderse en lo perfecta que aparentemente era. Sin duda la admiraban, hasta su forma de caminar era indiscutiblemente sofisticada.

La pelinegra llegó a la cafetería y como siempre la atención fue dirigida hacia ella, todos la miraban como si de una pieza de arte se tratara. Los empleados ya tenían listo su café, y ella como siempre les pago y les agradeció.

La fémina salió del local con café en mano y se dirigió a su siguiente parada, su trabajo. La muchacha trabajaba en una gran empresa de modas, en dónde ella era la cabecilla, era La Diseñadora.

Iba caminando tranquilamente cuando escucha los pasos de alguien corriendo apresuradamente, en cuanto quiso ver quien era, ese sujeto choco contra ella, causando que su café se derramará sobre su vestido de edición limitada de Celine, un vestido que cabe recalcar era extremadamente caro.

-¿Qué te pasa imbécil? ¿Qué no te fijas por dónde vas? Inútil- Sí, la chica había enfurecido, ese chico había sacado al aire a su loba interior, para ser más específicos a su alfa interior.

-L-lo siento, no fue mi in-intención- La alfa volteó hacia arriba y se encontró con un chico con un gran cuerpo. Si una persona muy anticuada lo hubiera visto, diría que el chico era un delincuente. Su cuerpo era grande, muy musculoso, tenía tatuajes y piercings, pero sus ojos eran lo contrario a su cuerpo. Tenía ojos de Bambi, y tal parecía que estaba asustado. La chica se perdió por un momento en sus ojos "¿Qué diablos me pasa?" "¿Por qué no puedo despegar mi mirada de sus ojos?"

De repente perdió los ojos del chico y vio que estaba buscando algo. La alfa lo vio sacar un pañuelo de su bolsillo y vio como se lo extendía para que lo tomara. Ahí fue cuando la chica volvió a sus cinco sentidos y le dijo:

-¿Crees que con pañuelo se va a reparar este vestido? ¿Sabes cuánto cuesta este vestido? No lo sabes ¿verdad? -El chico negó asustado.-Ahora me debes cuatro mil doscientos cincuenta y dos dolares.-Los ojos del más alto se agrandaron más de lo normal y sintió como su alma se fue de su cuerpo.

-P-pero yo no tengo todo ese dinero.-argumentó asustado.

-No me importa, me lo tienes que pagar, ¿O acaso quieres que ponga una demanda en tu contra?-La alfa sabía que no se lo iba a poder pagar, pero quería ver qué ofrecía el chico a cambio.

-Por favor, déjame pagarte de otra forma, haré lo que sea.-La pelicorto lo pensó, realmente no necesitaba algo en específico, tenía dinero, asistentes, cocineros, alguien que le limpiará su departamento, no necesitaba nada más, aunque desde que vio a ese chico ciertos pensamientos cruzaron su cabeza, y tal vez si necesitaba ayuda con eso, pero claro que no iba a pedirle a un completo extraño ayuda en ese tema. Lo iba a dejar ahí y se iba a ir, la verdad no le importaba si le pagaba o no, pero igual quería seguir jugando con el.