XVII. Celos y Confesiones.

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XVII.
Celos y Confesiones.


Leia abrió despacio sus ojos, sin poder creer que se encontraba nuevamente en la cama con el profesor Scamander. A decir verdad se sentía cómoda entre sus fuertes brazos, los cuales la rodeaban por su cintura.

Eso no estaba bien, si seguía apegándose así a Theseus, al momento de decir adiós solo le dolería más. Debía poner una pequeña barrera entre ellos.

Soltó un suspiro e intento zafarse con muchísimo cuidado de sus brazos, pero estos solo se apretaban más.

—No te vayas aún…— susurró del tejón.
A Leia se le paró el corazón por un momento. Si antes quería salir de allí, ahora lo necesitaba con urgencia. Debía salir de allí antes de que él profesor Scamander se despertara.

Volvió a removerse en los fuertes brazos del tejón y logro salir con éxito.

Cuando se estaba por marchar, no puedo evitar mirarlo con ternura, como si quisiera que ese momento se congelara para siempre.

Rápido salió de allí para darse un baño y cambiarse para asistir al desayuno. Cuando salió del baño se encontró con una pequeña flor rosa en su baúl junto a una pequeña nota de Theseus que decía: «Espero que tengas un hermoso día».

Luego de leer esas palabras las mejillas de la joven bruja se tiñeron de rojo. Miro alrededor para asegurarse que estaba sola y luego se acercó la flor para olerla. Era el olor más hermoso que había olido jamás, era una mezcla entre vainilla y lavanda.

Cuando por fin dejo de apreciar la flor, la puso en un florero que estaba junto a una consola y bajo rápido para llegar al desayuno.

—¿Qué tenemos hoy? —preguntó Leia a Lúa, mientras echaba azúcar en sus cuernitos de leche.

—Historia de la Magia con los de Slytherin y luego Defensa Contra las Artes Oscuras con los leonés—respondió Lúa y Leia asintió —. No me gusta mucho estudiar con los Slytherin, son algo…em… ¿Cómo decirlo?...

—Malvados — terminó Eddy por ella. — Pero no creo que ellos puedan hacer algo malo en una clase tan aburrida como esa.

Eddy tenía razón, sin duda la clase más aburrida era Historia de la Magia. La profesora Blishwick hablaba monótonamente, mientras escribía nombres y fechas, y hacia que Mantiee la extremista y Maline la aurora se confundieran. Fue la clase más aburrida que podrían haber tenido en meses.

Las clases de Defensa Contra las Artes Oscuras se daban en el tercer piso. Por alguna razón extraña mucho más frío allí que abajo, en la parte principal del castillo. El profesor Scamander, como todos los días o más bien la mayoría porque a veces se olvidaba, comenzó la clase pasando lista.

La clase de hoy se trataba prácticamente de hechizo y contra hechizo, como una especie de club de duelo, en compensación de la desilusión de este a raíz de la ausencia del profesor Dumbledore.

Para sorpresa de Theseus , Septimus, quien siempre hacia equipo con Leia, no estaba trabajando junto a ella. Sino que la bruja estaba junto al joven McLaggen, un chico de Gryffindor bastante guapo. 

El joven se había apresurado a pedirle a la chica que fuera su compañera de trabajo, tomándola por sorpresa asiendo que ella aceptará. Al principio se notaba de lejos que Leia se sentía un poco incómoda ante la compañía de McLaggen, pero a medida que iban lanzando hechizos, esa incomodidad desaparecía. Theseus no era el único que observaba a los chicos practicando, Septimus que se encontraba practicando con Eddy, no les quitaba los ojos de encima por si su amiga necesitaba ayuda.

Sana mis heridas [Theseus Scamander]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora