Sana mis heridas [Theseus Scamander]

V. Leta Lestrange

V.
Leta Lestrange.

Habian pasado unos meses desde que Theseus Scamander había llegado a Hogwarts a dar clases. Y las cosas parecían ir perfectamente. El altercado que había tenido en su primera clase con su alumna de último año había quedado en el pasado y ahora se llevaban muy bien.

En cuanto a Leia estaba feliz, pronto cumpliría 18 años, lo cual significa que solo le faltaban 3 años para cumplir la mayoría de edad muggle.

Cuando terminó la clase de Transformaciones, Lúa, Leia y Eddy, se unieron a la multitud que se dirigía bulliciosamente al Gran Comedor, para el almuerzo.

—Ánimo, Eddy —dijo Lúa, empujando hacia él una bandeja de estofado—. Es solo un partido.
El muchacho se sirvió estofado con una cuchara y cogió su tenedor, pero no empezó a comer.

—Lúa —dijo en voz baja y grave—, no es solo un partido, hemos perdido 50 puntos — suspiró —. Si seguimos así, Grinffindor se llevara la copa de Quidich.

Edward Diggory era el capitán del equipo de Quidich de Hufflepuff, y era como suele decirle Leía: un enfermo del juego.

— Le ganaremos a Slytherin , el próximo partido ya verás. — lo ánimo Leia.

Parecía que Eddy iba a decir algo más pero fue interrumpido por las palabras del director.

— Muchachos si tengo su atención por favor— el profesor Dippet se aclaró la garganta —. Hoy estoy encantado de dar la bienvenida a la señorita Benedid Rowle, — presento a una mujer  de alrededor de 30 años, alta y delgada con facciones muy finas en su rostro — ella estará ayudando a Poppy en la enfermería — ella se levantó y saludo con la mano para más tarde volver a sentarse.

Y, al igual que en la presentación de Theseus Scamander, hubo algún aplauso aislado y carente de entusiasmo de parte de algunos alumnos y algún que otro profesor (mayormente masculinos).

La cara de la joven, pero experta, enfermera Pomfrey estaba sería y hasta se podría jurar que rodo los ojos cuando anunciaron la ayuda de la señorita Rowle. McGonagal parecía igual de disgustada ante el nombramiento de la nueva enfermera. Y que decir de Theseus, que cuando todos los profesores aplaudieron (por educación) él no lo hizo, solo se limitó a mirarla con seriedad.

Una ves acabada la presentación todos comenzaron a cenar y charlar entre si.

— Lei — le susurró Lúa, mientras le daba un pequeño codazo para llamar su atención —. Mira, disimuladamente la mesa de los profesores.

Leia, nunca fue lo que se dice, una persona sigilosa, así giro la cabeza a 90° sin ningún tipo de dicimulo y vio lo que su amiga había visto.

La señorita Rowle miraba de forma muy coquetamente evidente al profesor Scamander, quien tenía la mirada clavada en su almuerzo.

De pronto Scamander levanto la vista y clavo su mirada en ella, y así se sostuvieron la mirada por casi un minuto.

Si de algo estaba seguro Theseus, es que en esas semanas que había estado nuevamente en Hogwarts, había aprendido que los ojos de esa estudiante eran totalmente hipnotizantes.

Un carraspeo hizo que Leia volviera a la realidad.

— ¿Lei que opinas tu? — le pregunto Septimus, atrayendo la atención de la chica.

— ¿Qué opino de qué? — pregunto confundida.

No lo había oído porque estaba muy concentrada en los ojos de su profesor.

— ¿Lei te sientes bien? Te ves algo colorada — dijo Eddy y Lei asintió avergonzada. No podía decirle que no escucho por estar viendo a su profesor —. Lo que decíamos era ¿Qué opinas de festejar el sábado tu cumpleaños en las Tres Escobas?