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⠀ en un mundo donde a la gente le gusta pasar los fines de semana emborrachándose y teniendo sexo; unos jóvenes deciden olvidarse de todas sus preocupaciones y ser quienes son, sólo por una noche.
y había un lugar donde podías hacer precisamente e...
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la gente aparecía y desaparecía a su lado, aceptando con gracia sus bebidas. alguien se sentó en el taburete a su lado.
-dos copas de vino tinto, por favor y gracias-. reconoció la voz.
-¿jisung? -movió la cabeza en dirección a la voz.
-oh hola, minho-. jisung gritó contra la música. ahí estaba esa dulce sonrisa de nuevo, aunque fuera un poco torcida. faltaba una de sus piedritas.
-¿cómo diablos son tus pupilas tan anchas? -minho acercó a su amigo, esperando que la poca luz lo estuviera confundiendo. pero no. los grandes ojos marrones de hisung ahora consistían casi en su totalidad en la pupila.
-no te acerques tanto, tu patrón es irritante para mí-. minho soltó al otro.
jisung dejó que su dedo girara sobre el borde de su vaso.
-no deberías mirarte en los espejos por mucho tiempo o...
-¿cuántas cosas te llevaste y de dónde?
-esto se siente muy divertido, pruébalo-. jisung presionó su mano contra el mostrador de mármol. -qué suave...
a partir de ese momento, minho no estaba seguro de cómo su amigo llegó al mostrador. la risita del otro lo devolvió al verdadero problema.
-¿qué tomaste?
-L a la S a la D-. el otro sonrió para sí mismo.
-¿y de quién?
-está bien, escúchame-, dijo jisung. intentó alcanzar el hombro de minho, pero falló casi a pie. -hay un chico joven, con una especie de armadura. realmente sabe mover las caderas, te lo aseguro. y esa voz. dios min, me estoy muriendo.
minho solo quería darse por vencido. obviamente, jisung ya era tan descarado en su viaje que podía decirle que los unicornios estaban volando en la habitación y él lo creería.
-de todos modos, me dio algo, su boca... a la mía-. soñando, jisung presionó su rostro entre sus manos. -su lengua se siente como-
-jisung, suficiente... -minho suspiró. -¿quieres que te ayude a encontrar el camino de regreso a tu caballero o...?
-no, no, noooo-. jisung se cruzó de brazos, cantando 'no' en voz alta para sí mismo. se puso de pie abruptamente después de eso y agarró su bebida, que se derramó por la mitad sobre su brazo. -me voy de aquí, adiós-. y se tambaleó de regreso al salón.
minho no apartó los ojos de su amigo ni un segundo, no hasta que llegó a una esquina. y allí, jisung cayó justo en los musculosos brazos de lo que podía ver desde la distancia era un hombre más bajo; minho volvió a su bebida mientras los dos metían sus lenguas en la garganta del otro.
la bebida negra frente a él brillaba como la luz. "no tengo que preocuparme por jisung". minho se giró de nuevo solo para confirmar.
jisung estaba ahora en el regazo del otro, las manos del otro en su trasero mientras le daba un baile erótico bastante obvio. con el ceño fruncido, apuró el resto de su black widow y empujó el vaso hacia el cantinero. estaba a punto de pedir otro cuando... algo lo golpeó.
