Prólogo.

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Ministro Williams.

Termino la llamada al tiempo que veo a Nicolás irse del lugar, necesitaba deshacerme de Luciana antes que ahondara en el correo que sé que miro. Me sorprendió lo fácil que fue manipular al italiano, él me demostró que una mujer puede ser fuente de toda fantasía, pero tu más despiadada ruina.

De ella aprendí que la belleza no es símbolo de inteligencia y si demostró ser la rubia estúpida como siempre creí.

Me tomo unos segundos para disfrutar lo que acaba de suceder, saboreo gratamente mi victoria, mi poder. Ser siempre el mejor en todo lo que hago.

—Adelante— ordeno cuando tocan a la puerta.

—Lo que me pido— habla mi secretaria entrando a mi oficina— recaude toda la información que está en el sistema.

Deja el documento para luego salir no sin antes brindar una sonrisa tímida al tiempo que esconde un mechón de cabello rojizo tras su oreja, correspondo el gesto recorriendo su cuerpo con la vista hasta que sale de mi oficina. En mi escritorio se encuentra una carpeta la cual mande a traer, dicha carpeta que me eleva más, leo el documento en mi mano, mis dedos pasan los dedos por la foto que encabeza dicho documento.

Nombre: Luciana Elizabeth Jane Brown.

Edad: Diecinueve años.

Habilidades: Militar de combate, preparada para luchar en primera línea de fuego. Experta en manejo de armas pesadas, armas cortas y largas. Desactivación y construcción de bombas. Dominación técnica de combate cuerpo a cuerpo. Gimnasta amateur. Experta en método de espionaje. Políglota. Francotiradora. Bioquímica avanzada.

Competencias: Ágil. Buena coordinación. Capacidad nata para trabajar en equipo. Capaz de mantener la calma bajo presión. Carácter decisivo. Habilidad para resolver problemas. Habilidades para el combate superiores a diferentes superiores. Rapidez de reflejos. Trabaja bajo condiciones peligrosas.

Medalla: Posee Estrella de Bronce por su éxito meritorio en servicio, Estrella de Plata por coraje frente a un enemigo, Medalla por Servicio Distinguido del Ejército otorgada por acciones de combate.

Puesto: Sargento de la Tropa Alpha división A.

Años de servicio: Nueve años.

Dejo caer todo mi cuerpo en el respaldar de la silla poniéndome cómodo.

Me sorprende el expediente que tiene a pesar de su corta edad, pero ni todas las habilidades que tenia fueron las suficientes para salvarla, tenia un futuro prometedor pero ahora lo unió que tiene es una bala en su pecho. Es un cuerpo pudriéndose a la orilla del mar sin que nadie lo va a reclamar ni dar la necesaria sepultura.

Guardo su expediente ya que no me interesa leer sobre una muerta.

Me paso lo que queda de la noche finalizando unos asuntos del comando que requieren mi atención inmediata. Cuando termino todo apago la computadora y me muevo a mi casa, uno de los complejos residenciales más lujosos me recibe, conduzco hasta la propiedad que me pertenece.

Entro en mi casa moviéndome al mini bar que esta en mi despacho, me sirvo un trago de ron disfrutando la victoria que se agrego a mi expediente personal, coloco música clásica relajándome. De esta forma paso unos minutos hasta que una de mis sirvientas entra para entregarme una nota que llego en la mañana.

—Puede retirarse.

—Buenas noches, señor— habla saliendo.

Rasgo el sobre donde viene esta para leer el contenido que pueda contener.

Esto apenas inicia.

No sabrás cuando estén cerca, no sabrás quien arruina tus planes, no sabrás nada que no queramos que sepas.

Somos Sigillum.

Releo otra vez lo que dice tratando de comprender lo que ocurre, de que se trata esta nota.

¿Es un aviso? , ¿una amenaza? Pero más importante ¿Qué o quién carajo es Sigillum?.

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Bienvenidas, ojala esta historia les guste ya que la estoy haciendo con todo mi amor. 

Besitos att: una persona x

Mi pequeña mentira.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora