Capítulo 5.

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Encuentros e Incertidumbres.

Abro el periódico que reposaba en mi escritorio, leo el titular que encabeza este «¿CB15? La nueva droga que pone en alerta a todo el mundo». Han pasado unos días desde mi reunión en el casino y ahora la droga que no conocía más que unas cuantas personas en este momento es noticia mundial ocasionando que mi teléfono no paré de recibir llamadas de organizaciones interesadas en saber si Imperio va a exportar esta nueva droga.

Tomó un sorbo de mi café mientras sigo leyendo el periódico hasta que me encuentro con otro titular que se roba mi atención «Ataque a la sede central de la FBI en Estados Unidos» leo toda la noticia informándome, según la nota periodística dicho ataque fue por mero robo de información de los archivos confidenciales en instalaciones de dicha central, el nombre de los Marginados ronda por la nota recordándome que no los debo perder de vista o mejor dicho no perder a Fabrizio de vista.

Cierro el periódico sin ya nada más relevante que leer, la puerta de mi despacho se abre dándole paso a Hans quien luego de entrar se excusa por no haber tocado y a la vez irrumpido en mi despacho de forma abrupta.

—Señor los navíos con droga han llegado a territorio americano y francés; con el caos por el CB15 hemos pasado en menor tiempo multiplicando las ganancias —me informa—. Además, ya tengo localizado un submarino con arsenal militar tal como me lo pido, este lograra reabastecernos luego del cargamento robado.

Me entrega una carpeta con la información que me encargado de leer. La información de Imperio sobre rutas, socios y entrega de cargamentos se encuentra codificada siendo los códigos que se encuentran plasmados en la hoja mi segunda lengua misma que me fue instruida cuando era pequeño ocasionando que los códigos que se encuentran en la carpeta puede entenderlos a la perfección.

—¿Alessandra ya tiene lo que pedí?

Preguntó con la vista aún en los papeles. Mi guardaespaldas no habla ya que tocan la puerta evitando que emita palabra, permito la entrada y por los tacones que suenan contra la madera me percato que es mi prima.

—Pastelito se me dificulto mucho, pero aquí está todo sobre los Sigillum.

Levantó la mirada encontrando a la informática la cual lleva un vestido y el cabello atado esta se encuentra a lado de Hans quien se mantiene callado y únicamente hace un gesto para saludar a Alessandra, por ello la informática le toca el hombro por unos segundos correspondiendo el saludo. Mi prima me entrega un reporte de toda la información que consiguió, esta no se encuentra codificada a diferencia de la carpeta que me entregó mi guardaespaldas.

—Y la info...

—Del CB15— me corta entregándome otra carpeta— aquí está y no solo eso, logré conseguir una dosis para que la veas.

La italiana saca una jeringa llena de un líquido translúcido lo que me deja desconcertado ya que por lo que vi el día en el casino la droga era en polvo lo que me hace dudar sobre lo que me entrega la italiana.

—¿Qué es eso? —inquiero.

—Deja de precipitarte y lee lo que te entregue, pastelito.

Dejó de lado la información de la organización criminal y me concentro en la de la sustancia alucinógena, lleno mi cerebro con toda la información plasmada en la minuciosa investigación de mi prima.

—Segura que esto es correcto o siquiera posible.

—Tan segura como que soy una de los mejores hackers— me responde—. Y vaya que lo soy o no sería de tu confianza.

Podrá no contar con el gen D'Amamto, pero si cuenta con la actitud de uno. Sabemos que somos los mejores y solo nos rodeamos con los mejores.

—Así que el CB15...

Mi pequeña mentira.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora