Capítulo 7: Decisiones

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Cuando salí de casa no estaba tan convencida de lo que iba a hacer más sin en cambio ahí me encontraba con las manos temblorosas intentando entregar aquel sobre para que fuese enviado a Sao Paulo, era increíble como podia cambiar de parecer con cada segundo que pasaba. Estuve gran parte de la noche escribiendo y terminé con demasiadas hojas de papel tiradas en el suelo, era complicado, todo lo relacionado a Tsubasa era complicado.

Vamos Sanae puedes hacerlo me repetía una y otra vez, estaba segura de que lo haría, tenía que hacerlo.

Con el gran valor que pude reunir coloqué las estampillas que faltaban y sin dudarlo lo metí al buzón, sentí un gran alivio al ver mis manos vacías e inmediatamente salí de ahí. El servicio de correo postal tardaría unos días para llegar a Brasil pero lo haría, no tenia de que preocuparme. Este era mi segundo movimiento para poder comunicarme con Tsubasa, después de la conversación con Taro decidí dejar de llamarle por teléfono eso no queria decir que me daba por vencida todo lo contrario, necesitaba realizar diferentes métodos para lograr mi cometido y por ello tomé la decisión de apartar una parte de mi sueldo para emprender mi viaje a Brasil en caso de que Tsubasa se siguiera negando a hablar conmigo. Tomar esas decisiones no habia sido nada sencillo, pero después de pensarlo demasiado llegué a la conclusión de que era lo mejor.

Recuerdo que el día anterior Yukari se ofreció a hablarle directamente para que pudiéramos hablar, me negué por dos razones: la primera era que quería hacer esto sola yo era la única que podia decidir como llevar esta extraña situación con Tsubasa. Y la segunda, bueno, la segunda sólo era una excusa para no tener que hacerlo en ese momento porque es obvio que no podría hablar con Tsubasa teniendo a Yukari a un lado de mí dispuesta a enterarse de todo, tiene que saberlo tarde o temprano lo sé, pero no de esa manera.

Caminaba de regreso a casa después de la escuela, tenía mucho trabajo por hacer y aún tenía que tomar mi turno en la cafetería. Si, creo que después de todo mi madre y la señora Yoshida tienen razón, pero mi universidad no se pagará sola y tengo que ayudar en algo para sentirme bien conmigo y demostrar que puedo hacerlo, cuando decidí estudiar arquitectura no estaba segura de que realmente fuese lo que queria pero después de un tiempo conviviendo entre planos y libros sobre ello terminé por convencerme de que aquella era la carrera que me esperaba y en donde deseaba trabajar.

Al llegar al parque pude apreciar un bello paisaje con un sin fin de colores, los árboles comenzaban a adquirir tonos rojizos y las hojas caían delicadamente a causa de una suave brisa, a diferencia de días anteriores el frío se sentía menos. Me quedé por un momento apreciando aquel lugar y recordando los días de verano en que después de los entrenamientos del equipo volvíamos todos a casa tomando como camino este parque para hacer el trayecto mas largo y poder conversar sobre todo lo que hacíamos en el día.

— Espera Sanae—la voz de Yukari me sacó de mis pensamientos y di media vuelta para encontrarme con ella. Se acercaba despacio y tenía el pelo alborotado, parecía que habia hecho un maratón, sus mejillas estaban  levemente sonrojadas y su respiración era agitada.

—¿Pero qué te pasó?—dije tan pronto se detuvo frente a mí

—Que me pasó, enserio, Sanae llevó varios minutos intentando alcanzarte, ¡Dios! ¿Te habían dicho que caminas muy rápido?

—Lo siento no me fijé— respondí avergonzada—, pero pudiste haberme hablado antes  y me hubiese detenido

—Por supuesto que lo hice, pero estabas tan perdida en tu mundo que no te diste cuenta—respondió indignada y viéndome con molestia.

—Oh, en verdad lo siento.

—No te preocupes, pero mas te vale tener agua contigo porque si me deshidrato y muero por ello regresare sólo para molestarte todos los dias de tu vida.

—Tranquila Yukari siempre traigo agua conmigo toma—le entregué la botella con agua y no dudó ni un segundo en beberla.

—Esta bien si nos sentamos en aquellas bancas por un minuto—dijo después de un momento, asentí y juntas nos dirigimos a una banca cercana— Necesitaba este descanso, por cierto Sanae no debes caminar tan deprisa juro que si no te hubieses detenido no habría podido alcanzarte.

—Bueno, supongo que me acostumbré a hacerlo, antes tampoco caminaba así.

—¿Te acostumbraste? Debes estar bromeando, fácilmente podias hacerle competencia a Usain Bolt y no sabria quien ganaría.

—Lo que pasa es que una vez el idiota de Tsubasa salió corriendo al estadio después de que regresaramos de la enfermería y me fue difícil alcanzarlo, desde ese día intentaba caminar tan deprisa para poder seguirle el paso, y bueno, con el tiempo me acostumbré a veces lo hago de manera involuntaria.

—Justamente de Tsubasa era de quien quería hablar—dijo con una sonrisa—y bien ¿Lograste hablar con él?

—No. Pero he logrado enviarle una carta

—No lo dices en serio ¿verdad?—asentí a su pregunta y solo pude notar la desilusión en su mirada—Era de esperarse, digo, estamos hablando de ti y de Tsubasa más inmaduros no pueden ser.

—¿Inmaduros? Yo no soy inmadura

—Dilo hasta que te lo creas—la miré indignada y me sonrió con victoria, lo que quería era molestarme y lo había conseguido.

Pero esto no se quedaría así y sabía perfectamente como molestarla, sonreí con malicia y me miró extrañada.

—Lo dice quien se comporta igual que Ishizaki, por cierto ¿cómo va su relación?— pregunté con fingida inocencia.

Era conciente de los sentimientos de Yukari los cuales aún se negaba a admitir, guardo silencio por un momento e intentó decir algo  pero ninguna palabra que salía de sus labios tenía sentido, terminó dándose por vencida y bajó la mirada avergonzada.

—Cambiemos de tema vale—dijo por fin después de mucho tiempo sin decir nada.

—De acuerdo. Bien ¿Y qué piensas estudiar cuando termines la preparatoria?

—Sanae lo sabes, seré maestra, ya he tenido práctica con los chicos no creo que sea tan difícil.

—Tienes razón.

—Y tú estudiarás arquitectura, vaya sorpresa, creo que si te hubieras decidido por medicina serías buena en ello, tambien tienes práctica curando lesiones.

—La medicina no me agrada, pero Yayoi estudiará eso junto con Misugi, el otro dia me lo dijo, y esta molesta porque no le he hablado y por no contestar sus llamadas y mensajes el otro día.

—Ya todos han elegido un camino Sanae, hace algunos años ni siquiera habia pensado a lo que me dedicaría y ahora que estamos a un paso de la Universidad, parece que todo esta tan claro. Todavia recuerdo el día en que me presenté para ser asistente en el equipo, ya ha pasado tiempo desde aquel día.

—Cinco años, el tiempo pasa muy rápido—dije mirando al cielo y Yukari asintió.

En aquel momento el recuerdo de aquel día era tan claro como si apenas estuviese ocurriendo, volví mi mirada a Yukari quien veía hacia enfrente con una sonrisa, probablemente estuviese pensado lo mismo que yo, sonreí ante aquel pensamiento y cerré los ojos para dejarme llevar por los recuerdos.

Un Mismo CaminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora