Capitulo 8: La carta que llegó

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Los días pasaron tan rápido que apenas y me di cuenta de ello, hace más de dos semanas que había enviado aquella carta a Sao Paolo y aún no tenía respuesta, para ser sincera cada día que pasaba perdía más la esperanza de que en algún momento la recibiera. Lo único que podía distraerme de aquel asunto por un momento era contemplar el atardecer mientras regresaba del trabajo, ni siquiera estudiar me mantenía lejos de aquellos pensamientos. Podía aprender a sobrellevar todos y cada uno de ellos, pero seguía siendo complicado, en estos días solamente he podido darme cuenta del error que cometí hace 3 años tal vez si hubiese dicho la verdad en un principio nada de esto tendría que estar pasando. Aunque lo que más me importa en éste momento no es lo que los demás pensarán de mí al saber la verdad, lo único que realmente me importa es solucionar todo con Tsubasa.

No habiamos terminado bien y tal como se lo había dicho a Yukari y Kumi no quería perder la amistad que habiamos creado en esos años antes de arruniarlo con nuestra relación "romántica" dicha relación si había sido un error, claro está que éramos demasiado jóvenes y no sabíamos lo que una relación formal significaba, después de todo tanto Genzo como Yukari tenían razón, ambos somos inmaduros y aunque me cueste aceptarlo es la verdad, todo este tiempo me he lamentado de tantas cosas que yo misma he provocado.

Por la noche estuve pensando en lo que Kumi me dijo el otro día, y tenía razón es momento de arreglar todos los malentendidos, todo tiene solución y ya hice lo que tenía que hacer, había dado el primer paso enviando una carta a Tsubasa después de tres años sin tener comunicación eso ya era un avance ¿verdad?

Hice mi mayor esfuerzo en escribirla la verdad es que no tenía ni idea de que es lo que debería de decirle, un lo siento no sería suficiente, pero creo que todo lo que escribí no era necesario. Muchas veces me pregunté cuál había sido la reacción de Tsubasa al recibirla, seguramente no la había leído o quizás había optado por quemarla para no saber nada de mí...

No, Tsubasa no haría eso él no es así, estoy segura de que se sorprendió al recibirla, es probable que ahora su respuesta esté en camino al igual que la solución a todo lo que sucedió en el pasado. Con aquel pensamiento seguí mi camino.

La tarde ya había caido cuando llegué al parque y me detuve por un momento para contemplar el atardecer con tranqulidad, más sin en cambio mis planes se vinieron abajo cuando observé que no muy lejos de donde yo estaba se encontraba la madre de Tsubasa, quise irme de ahí cuanto antes, pero no pude dar ningún paso, cuando menos me di cuenta ella ya estaba frente a mí.

—Sanae, hola me alegra encontrarte aquí ¿cómo has estado?

—Hola, he estado bien gracias.

—Espero que tengas tiempo para hablar conmigo, será sólo por un momento

—Oh, por supuesto—dije dubitativa y le ofrecí sentarnos en las bancas

—Fue una agradable sorpresa encontrarte aquí sabes—dijo una vez que tomamos asiento

—Sí, fue una agradable coincidencia—respondí sin apartar la mirada del suelo.

—Llegó una carta para ti hace unos días, tenía pensado mandarla a tu casa pero preferí entregartela personalmente

—¿Una carta?—dije mas para mí, con un tono de sorpresa.

—Sí, Tsubasa siempre ha sido muy distraído, mira que mandar una carta para ti a la casa, ese niño no tiene remedio—negó suavemente y sonrió—. Pero dime como ha ido su relación, supe que habían tenido un pequeño problema.

—¿Eh? Ah, sí. Bueno, ha ido mejor de lo que esperaba—mentí

—Que bueno escuchar eso—la escuché soltar un suspiro y luego volvió a hablar—Bueno espero encontrar otro momento para conversar contigo, se está haciendo tarde y no puedes estar sola caminando por ahí a altas horas, toma es para ti—dijo extendiendo el sobre frente a mi—, espero que realmente hayan arreglado todo.

Recibí temblorosa aquel sobre blanco que la señora Ozora me estaba entregando, no sabia que pensar, era probable que en realidad Tsubasa no queria saber nada de mi y por ello mandaba su respuesta a mi carta con su madre, ni siquiera habia tenido el valor de mandarmela a mi, sentí como mis ojos se humedecieron formando lágrimas que amenazaban con salir en cualquier momento. Observé el sobre con mi nombre por un momento, le agradecí a la señora Ozora y me retiré del lugar no podia permitir que me viera en ese estado.

Al llegar a casa subí hasta mi habitacion, me senté sobre mi cama y abrí el sobre los mas rápido que podía aún con las manos temblorosas saqué la hoja con cuidado la desboble y leí:

Hola ¿cómo has estado? Espero que bien, si lo preguntas yo he estado mejor

Tal vez resulte extraño para ti recibir este mensaje, lo sé, pero hay un motivo

¿Sabes?

Ahora que lo pienso mejor la razón por la que decidí alejarme de ti fue un poco egoísta a decir verdad, creo que en esos momentos no lo estaba pensando bien, lo único que quería era poder alcanzar mis sueños y olvidé que no todo gira a mi alrededor así como que tampoco somos el centro del universo. Aquel día en el que te fuiste a Brasil a cumplir tu sueño decidí dejar de lado todo lo que sentía hacia ti, lo admito llegué a odiarte por tomar esa decisión aunque volver a pensar en eso creo que ahora ya no vale la pena.

He pensado mucho en estos días y sabes, recordé el día en que nos conocimos, no se si tu aún lo recuerdes pero es algo que hasta ahora no he podido olvidar, pero volviendo al motivo por el que te escribo yo...

Sólo quiero disculparme.

Siento lo que sucedió en el pasado y espero que algún día podamos solucionarlo, espero tu respuesta aunque bueno, entenderé si decides no contestarme pero quiero que sepas que pasé lo que pasé siempre podrás contar conmigo

Con cariño Sanae.

Miré con confusión el papel que sostenía sobre mis manos, esa era la carta que yo le había enviado, no sabía que pensar primero la enviaba con su madre y ahora resultaba que no era su respuesta sino que era mi carta, la carta que con tanto esfuerzo había escrito. Si ésta era su respuesta eso queria decir que en realidad no queria saber nada de mí, creo que lo había dejado bastante claro al no escribir una respuesta y devolverme mi carta, de ser así creo que lo entendía. Pero eso no podía evitar todos los sentimientos que ahora había en mí, ni siquiera las lágrimas que habian comenzado a caer, ni el dolor que sentía al aceptar su rechazo. Sí, lo había dejado bastante claro, yo no podía hacer nada ante su decisión si eso era lo que él quería no me quedaba nada más que aceptarlo.

Un Mismo CaminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora