Capítulo 5: Conversaciones

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Llegué a casa cuando el cielo ya habia oscurecido en su totalidad mi madre me esperaba en la puerta visiblemente disgustada y no podía culparla habia salido corriendo sin decir nada más y ahora regresaba demasiado tarde a casa, no podía justificarme, después de la conversación con mi madre subí a mi habitación, ¿pero en qué estaba pensando? Sólo habia perdido el tiempo viajando hasta Tokio, habia llegado tarde para apoyar al equipo pero lo suficientemente temprano para poder hablar con Tsubasa desgraciadamente no pude hacer ninguna de haber sabido que eso ocurriría no hubiese salido de casa ésta tarde.

Tomé el celular que descansaba sobre la mesa de noche desde el día anterior y decidí encenderlo la pantalla iluminada mostraba los mensajes que habia recibido anoche y uno a uno comencé a leerlos. Y tal como lo suponia en cada uno de ellos habia escritos con un sin fin de razones por las cuales deberia asistir al partido que se habia llevado acabo esta tarde en el estadio de Tokio, no queria saber nada mas de ello dejé el celular sobre mi mesa de noche y me deje caer sobre la cama. Las luces en mi habitación permanecieron apagadas miraba hacia el techo y la suave luz de la luna se filtraba sobre la ventana en aquel momento solo pensaba en lo impulsiva que podia llegar a ser, me sentía pequeña y confundida como aquella tarde de hace 2 años cuando habia tenido aquel impulso de trabajar para ahorrar lo suficiente e ir a buscar a Tsubasa a Brasil no era una idea tan brillante pero en ese momento parecia la mejor para mi.

Esa pequeña idea me llevo a tener el trabajo que actualmente tenía y con el cual habia conseguido ayudar a mis padres con los gastos de la casa, aunque al final no usé ese dinero para lo que en un principio tenia en mente me alegro de no haberlo hecho, durante ese tiempo pude solucionar algunos problemas y logré encontrar mi verdadero camino además era un ahorro que usaría mas tarde para ingresar a la universidad y finalmente cumplir mi sueño. Justo como Tsubasa lo estaba haciendo.

Por la mañana me aliste para asistir al trabajo llevaba dos dias sin asistir por petición de la señora Yoshida, aunque al principio me negué al final había aceptado. Aquella excusa de que habia trabajado mucho y que necesitaba un descanso me saco del medio tan pronto sin darme tiempo de replicar, pero lo que si era cierto es que aquel primer dia de descanso me habia venido de las mil maravillas sin duda lo necesitaba y pudo haber sido el dia perfecto si no hubieran ocurrido aquellos sucesos por la tarde.

Aunque estaba feliz de ver a Genzo de nuevo la conversación que tuvimos no fue exactamente la mejor, habia evitado ese tema por mucho tiempo porque me generaba cierto conflicto y terminaba con mi cerebro hecho un lío con un mar de pensamientos y una tormenta arremetiendo contra ellos, tal vez llegaba a exagerar pero no sabia como sentirme cada que alguien lo mencionaba y sumando lo que habia hecho el dia anterior creo que era demasiado obvia mi frustración.

Tras pensar en ello por toda la noche llegué a la conclusión de que lo mejor era solucionar el problema, Taro me habia dado su respuesta esta mañana y estaba dispuesto a ayudarme ahora gracias a él tenía el número de teléfono de Tsubasa al igual que del lugar en donde se hospedaba en Brasil, al salir del trabajo estaba decidida a comunicarme con él.

Pero definitivamente en aquellos días pareciera que el mundo conspiraba en contra mía, al llegar a casa me encontré con una sorpresa que se sumaba a la lista de conversaciones que queria evitar pero era imposible hacerlo: Kumi y Yukari se encontraban en la sala esperándome.

—Hola Sanae me alegra verte bien, pensé que estabas enferma, no contestaste mis mensajes ayer—dijo Yukari en cuanto me vio entrar

—Nos tenias preocupadas

—Hola, estuve ocupada ayer y como podran darse cuenta, estoy bien, ¿necesitan alguna otra cosa?—dije tomando asiento frente a ellas, ambas me miraron e intercambiaron miradas quedándose en silencio por un breve momento.

—Queremos hablar contigo—dijeron al unísono

—Podemos ir a tu habitación si así lo prefieres— sugirió Kumi, asentí poniéndome de pie y comenzando a caminar siendo seguida por ambas.

Al llegar a la habitación me senté sobre mi cama con la vista en el suelo esperando a que comenzaran con la conversación.

—Bueno, entonces de que querian hablar conmigo.

—Sanae lo de ayer, me imagino que a estas alturas ya sabes lo que pasó en el partido—comenzo a decir Yukari

—Ah, sí. Taro me lo dijo, ayer hablé con él—dije intentando sonar indiferente

—Entendemos la razón por la cual no quisiste asistir pero, prometiste que lo arreglarian no has hablado con él ¿verdad?

—No lo he hecho. Tenia pensado hacerlo hoy quizas lo haga mas tarde, no se tienen que preocupar por ello lo haré, en estos dias he pensado y ahora estoy convencida terminaré con esto.

—¿Terminar? Exactamente con que

—Con lo de Tsubasa—contesté como si fuera lo mas obvio. Ambas me miraron sorprendidas esperando una explicación—Sí, ustedes saben que desde hace un par de años mi relación con Tsubasa no ha sido la mejor y la verdad me cansé de fingir, así que terminaré con ello. Cerraré ciclos, aparecerán nuevos y finalmente me podré librar de todo el peso que he acumulado en este tiempo

—Quieres decir que...

—Sí, hablaré con Tsubasa. Aunque me hubiese gustado hacerlo en persona pero como podrán saber no asistí al estadio ayer pude haber terminado con esto de una vez

—Eso quiere decir que terminarás con Tsubasa—dijo Kumi aún sorprendida, Yukari me miraba con la misma duda y lo único que hice fue asentir para contestar su pregunta pero parecian más confundidas que al principio.

—Bueno no exactamente, solo aclararé las cosas, en realidad terminé con Tsubasa hace tres años aquella tarde antes de que se fuera a Brasil.

—Esa es la razón por la cual no fuiste a despedirlo al aeropuerto—dijo Kumi casi en un susurro aún con su expresión de asombro.

Las miré con extrañeza a ambas, su actitud me hacia pensar que en realidad no sabian mucho o casi nada de lo que habia sucedido entre nosotros, y tal vez habia dicho más de lo que debería volví a bajar la mirada avergonzada sin saber que mas decir el silencio se hizo presente en la habitación y eso solo alteraba mis nervios.

—Yo...yo solo—intenté decir algo para romper el silencio pero me era dificil pronunciar una frase coherente

—Tranquila Sanae esta bien— dijo Yukari intentando tranquilizarme—es sólo que no esperaba que dijeras eso. Sabia que su relación no iba bien e incluso veníamos a convencerte para que solucionaran su problema no pensé que en realidad ya no había nada que solucionar.

—Entonces ya no son novios—preguntó Kumi con tristeza— bueno, no todo es para siempre pero ¿ni siquiera intentaron arreglarlo?

—No, tuvimos una discusión y ambos terminamos enojados, estaba triste y desepcionada. Tal vez fui un poco egoísta pero en ese momento no lo pensé así, ahora ya no importa.

—Dijiste que hablarias con Tsubasa ¿aún lo harás?

—Por supuesto, antes de ser novios y...antes de discutir, fuimos amigos, no me gustaría perder su amistad. Voy a disculparme y seguir adelante eso es lo que haré—Me miraron sin saber que decir y tomaron asiento a un lado mío.

—Aunque no esté de acuerdo contigo y aún me cueste asimilar lo que nos acabas de decir, quiero que tengas presente que siempre te apoyaremos, somos amigas Sanae no lo olvides

—Gracias Yukari.

Aquella conversación me habia quitado un gran peso de encima ahora sabía que no les estaba mintiendo a mis amigas, mas tarde me encargaría de los demás. Yukari y Kumi se fueron después de la cena, por mi parte subí a mi habitación dispuesta a descansar pero todavía tenia algo por hacer. Miré el teléfono con duda sin saber que hacer, había una diferencia de horario entre Japón y Brasil, no sabía si seria sencillo poder comunicarme con Tsubasa no había hablado con él en mucho tiempo y para ser sincera todavía no estaba lista para hacerlo.

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