Capitulo 9

1 0 0
                                    

Transcurrieron unos días, me mantuve en contacto con Aurora, dando mis clases y también actualizando al judío de lo que íbamos hablando Aurora y yo, en muchos de los casos él me daba tips de qué decirle. La relación con Aurora iba viento en popa, aunque no habíamos definido nada, de vez en cuando hacíamos anécdotas de cuando estábamos juntos.
Yo no estaba del todo convencido de volver a la relación, aun ella no me aclaraba muchas cosas que habían pasado y que debían tener respuestas; le había hecho el comentario al judío, pero él me decía que disfrutara el momento y que ya todo eso luego se aclara.
Ese fin de semana, el judío tenía una fiesta en su casa, algo así como un pool party, ya me había invitado con anticipación y había accedido, pd. No me gustaban mucho las fiestas, pensaba que era más un motivo para embriagarse, lo cual me parecía desenfrenado.
Fui a la tienda de ropas a comprar un bañador blanco y alguna camiseta blanca, el tema de la fiesta era de esas donde todos van de blanco. Estando allí en la tienda, encontré unos brazaletes blancos y también lo que sería el libro de la semana. Los compré junto con el bañador y la camiseta.
Apenas eran las 10 A.M., pasé y compré unas cuantas botellas de agua, vegetales, frutas, embutidos y unas cuantas cosas que faltaban en la casa. Aún no había desayunado, así que comí una manzana y compré un café de esos de máquina. Llegué a casa, me puse a organizar la compra que hice; tomé una ducha y recogí un poco la casa. A eso de la 1 P.M., me puse a cocinar un poco, algo ligero para no llenarme mucho por la fiesta. Luego me puse a leer mi nuevo libro.
Ya eran las 3 P.M., me había sumergido en la lectura y había olvidado que tenía que iniciar la investigación, sobre los agujeros negros formados de masa estelar. Me dirigí a mi pequeña oficina e investigué un poco sobre el tema, encontré información súper importante: Se forman cuando una estrella de más de 30-70 masas solares (1 masa solar equivale a 19891e+30) se convierte en supernova e implosiona. Su núcleo se concentra en un volumen muy pequeño que cada vez se va reduciendo más.
Realmente me apasionaba mucho estos temas, saber lo increíble que era el universo, y darme cuenta de lo poco que sabíamos acerca de él, o sea, en información colectiva el ser humano sabe mucha más información que una persona de hace 500 años atrás, pero por individual, la mayoría no sabe si quiera un 10% acerca de nuestro universo y de cómo funciona.
Me adentré tanto en la investigación, hasta que la alarma que programé una hora antes de la fiesta me sacó del trance. Ya eran las 5:00 P.M. y la fiesta iniciaba a las 6 P.M., tomé un baño, me puse la ropa que había comprado, me arroje un poco de perfume, toque el marco dos veces y fui camino a casa del judío.
Llegué unos minutos antes, ya había unos cuantos invitados, saludé a los niños y a Elianeth la esposa del judío, ella me dijo que él se estaba poniendo su ropa. La casa estaba hermosa, normalmente siempre lo estaba, pero esta vez con las decoraciones de blanco, se veía mucho más bonito. A mí, en lo particular, me gustan las cosas color blanco, les da más profundidad y simpleza a las cosas. En el área de la piscina había unos muebles de exteriores, tenían cojines blancos; había una mesa con bocadillos, la mayoría tenían algún tipo de adorno encima de color blanco y pelotas de tamaño poco usual de color blanco, en fin, todo era blanco.
El judío bajó unos minutos después, me presentó a unos compañeros de trabajo, y me dijo “te tengo una sorpresa”, yo fruncí el ceño, lo miré un poco extrañado, preguntándome qué será lo que me tenía el judío, no me detuve mucho a pensar qué sería, porque al fin y al cabo me enteraría esa noche, sólo seguí conversando con los compañeros del judío.
Por un momento me sentí extraño, tuve un raro presentimiento, salí a caminar alrededor de la fiesta, cuando miré bien, era ella, Aurora, hice como si no la hubiese visto, me adentré en una conversación, donde realmente no estaban hablando conmigo, sólo para hacerme el sorprendido cuando la viera. Ella me acarició desde el hombro hasta agarrarme la mano, y susurró a mi oído:
—Christophe— sentí como pasaba su voz por mi cuerpo como si fuera electricidad, aunque ya la había visto, de todas maneras, me sorprendió. Me giré y no supe que decir, ella tenía un vestido translucido blanco, y debajo un traje de baño de una sola pieza, tenía el pelo suelto y ondulado, su belleza nublaba mi juicio, solo le dije:
—¡Hola Aurora!, es una sorpresa verte aquí. — sonrió
—Me imagino que sí, Abraham me invitó esta mañana, me dijo que estarías aquí, tenía ganas de verte, así que vine.
—Me alegra mucho verte, vamos a sentarnos allí— le señalé unos chaise longue de playa que había a unos pocos metros de nosotros, tomamos asiento, ella no dejaba de sonreír.
—¿Qué tal tu día? — le pregunté.
—Bien, hoy recibí una propuesta de trabajo del Hospital Dr. Lee.
—¡Me alegra mucho por ti!, antes querías trabajar ahí— ella era enfermera.
—¡Así es!, al regresar apliqué, y ya hoy me llegó la propuesta, estoy emocionada realmente. Ya les envié por correo los documentos firmados.
—¿Y cuándo empezarías?
—Según los documentos, tendría que ir en persona el lunes, para acordar horarios y registrarme en el sistema. — se hizo un silencio medio incómodo entre nosotros, entonces dije:
—¡Tu belleza ilumina todo el jardín! — ella se sonrojó.
—Gracias Christophe, tú estás muy bonito hoy también, siempre logras sonrojarme. — y me dio un suave empujón.
Unos minutos después, llegó el judío con unos tragos, nos lo pasó a Aurora y a mí. Dijo:
—¡Me gusta verlos reunidos de nuevo!, siempre he dicho que hacen bonita pareja. — sonreímos, y ella dijo:
—Tienes toda la razón.
Seguimos platicando un rato, recordamos ciertos momentos cuando salíamos en grupo, seguimos tomando más tragos, pd. Mi resistencia al alcohol era muy baja, ya estaba medio mareado, entonces sonó una sirena que indicaba que era hora de meterse a la piscina, yo estaba medio introvertido, no tenía muchas ganas de meterme a la piscina, pero Aurora me animó.
Se despojó del vestido que ocultaba el traje de baño, y me hizo quitarme la camiseta, estábamos ya todos medio borrachos, ella se lanzó a la piscina y el judío me empujó hacía ella. Recuerdan que dije que el alcohol causaba descontrol, pues ahí inicio el descontrol.
Empezamos a jugar con las pelotas, seguíamos tomando más alcohol, luego Aurora salió de la piscina, buscó unos bocadillos y trajo a la esposa del judío, estábamos los cuatro en la piscina y más o menos la mitad de los invitados también.
Sonó una canción electrónica y nos pusimos a saltar y a bailar como locos, Aurora se me acercó, y bailó conmigo, no resistí y la besé, no sé qué me hizo llenarme de valor, si los 9 años sin ella o el alcohol << apuesto al alcohol>>. El beso fue correspondido, las cosas se pusieron un poco calientes, seguimos bailando, ya todo me daba vueltas, nos besábamos y bailábamos, la noche fue espectacular.
Al rato el judío me llamó para enseñarme algo que había comprado, fuimos a su garaje, y para mi sorpresa se había comprado un Tesla, la risa nos invadió, estábamos borrachos y no dejábamos de reír, le dije:
—Tanto que me criticaste mi pobre coche.
—Cállate hermano, lo compré por error.
—¡MENTIROSO! — seguimos riendo como locos.
Fuimos de nuevo a la fiesta, seguimos bebiendo más alcohol. Hasta un momento que ya no recordé nada, sólo sentí como si todo se apagó. Lo último que recuerdo era que estaba acostado con Aurora en el chaise longue.

El Alma Al DesnudoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora