¿Hydra está enamorado...?

Capítulo 16

Anthony no volvió a buscarlo.

Después de haber abandonado la Torre, Steve no tuvo tiempo para pensar en otra cosa que no sea en recuperar la Organización de Hydra. Además, el hecho que el Alfa no haya mandado señales de querer contactarlo, hacia que Steve se sintiera tranquilo.

—Quizás ya entendió que lo mejor es estar por caminos separados. —dijo Steve en voz alta, mientras miraba los planos que tenía en manos.

Bucky alzó una ceja y negó con la cabeza.

—Será la primera y única vez que voy a abogar por el Alfa Stark, pero el volver a dejarlo no ha sido tu mejor idea. —contestó el soldado—. ¿Cuidarás al cachorro tu solo?

Hydra levantó la vista y sus ojos rojizos dieron un brillo de determinación.

—¿No es obvio?

—Eres más cruel de lo imaginaba, Capitán. —añadió Bucky con resignación.

Al final, nadie podría intervenir en las decisiones del Capitán Hydra por muy equivocado que se vea la situación, Steve siempre haría lo que creía conveniente a su parecer.

¿Se arrepentiría luego?



[...]

Con el pasar del tiempo, Steve tuvo muchos contratiempos que enfrentar solo y aunque conoció a varias personas que lo ayudarían a levantar Hydra. Ser padre era la tarea más difícil que podría enfrentar.

—Es solo cuestión de dar el golpe final para que tenga en sus manos a la Organización, Capitán Hydra. —dijo la voz conocida de Zemo. Un hombre Omega que fue presentado por Bucky y tenía un profundo odio hacia los Vengadores.

—Volverá a ser el líder. —añadió Bucky en la misma habitación.

Steve asintió y miró la pequeña cuna que se encontraba en un rincón del lugar. Se sentía sumamente cansado por el parto, no obstante no quería mostrar alguna pizca de debilidad.

Había dado a luz a una niña.

—Deberían dejarlo descansar. —dijo una voz entrando a la habitación—. La niña es tan preciosa como usted, Capitán.

—Sharon. —saludó Steve rodando los ojos—. Querrás decir que es un réplica tan aterradora como yo.

Zemo y Bucky quisieron sonreír.

No eran mentiras vacías las palabras del Omega. La primogénita de Hydra había nacido teniendo los ojos rojos característicos del líder y además con una cabellera rubia, siendo demasiado idéntica a Steve Rogers.

«No tiene ni una gota de Stark» pensó el Omega sintiendo una punzada en el pecho. A veces, en sus momentos de debilidad imaginaba tener a una pequeña versión de Tony Stark en sus brazos.

No obstante, ahora no tenía tiempo para esa clase de pensamientos.

—Aún no es momento de relajarse. —habló Hydra levantándose de la cama y parándose en busca de su traje—. Tenemos una última batalla que dar antes de que todo sea nuestro.

—Sí, Capitán.

—Perdona, líder. Tengo una duda antes de irnos. —intervino Bucky con curiosidad—. ¿Cómo se llamará la niña?

Steve volteó a ver nuevamente la cuna.

—Sarah Rogers. —decidió con firmeza.


[...]

Después de unos años, el plan de Steve había salido exitosamente bien. La organización había vuelto a estar en sus manos, además que derrotar al Barón Rojo fue un placer exquisito para el Omega.

—Traigo nuevos informes. —dijo Sharon apareciendo en la sala principal de la base.

Steve volteó a verla levemente.

La mujer de cabellos cobrizos, era una Beta que le había jurado fidelidad siendo una espía dentro de SHIELD. Al parecer, su rencor contra el Gobierno que le dió la espalda en su momento más crítico, fue de mucha ayuda para que Steve la reclutará.

—¿De qué se trata? —preguntó apenas el Omega. Últimamente se sentía más cansado de lo normal.

«Sarah va a cumplir 5 años. Es un demonio atrapado en un cuerpo de una niña» pensó tocándose el sien. En esos momentos, seguramente estaría entrenando con Bucky.

Definitivamente, su hija sería Alfa.

—Es sobre Tony Stark. —dijo Sharon con sumo cuidado, entregándole unos papeles sobre la mesa—. Va a anunciar su compromiso con Virginia Potts en una fiesta, la próxima semana. Es una oportunidad que no podemos desaprove-...

Steve dejo de escuchar sus palabras y sintió un peso mucho más fuerte en sus hombros.

«¿Se va a casar?» fue lo único que pudo pensar.