Miraste la puerta blanca que hoy parecía tenebrosa, estabas a punto de descubrir que tanto lo habías arruinado ayer.
Tomaste valentía, tenías que enfrentar esto, es tu trabajo. abriste la puerta con un nudo en la garganta.
Cuando te asomaste no lo viste, tu mirada se dirigió a el rompe cabezas a medio armar de ayer en la noche, se veía diferente a ayer.
— buenos días, _____.
Escuchaste su voz. miraste a la cama viendo a tomattoredd sentado mirándote, su mirada se veía perdida, sus ojos se veían algo un inchado y rojos parecía que...había llorado bastante tiempo.
— Buenos días, tomattoredd.
Hablaste cerrando la puerta tras tuyo. Este no dijo nada por unos segundos que sentiste como una heternidad.
— se que soy tu paciente.
Su mirada subió al igual que su cabeza mirándote, querías desviar tu mirada, querías dejar el contacto visual pero no lo hiciste, te mantiviste cerrena aún con la inquietud comiéndote por dentro.
— pero se que fui creado y que no estoy enfermo, que algunas personas me encontraron pensando que estaba borracho, drogado o enfermo. Me tragieron aquí y no pueden esperar que siendo alguien sin una enfermedad mentar no quiera una vida normal, una que no puedo tener estando aquí.
Suspiro y cerro los ojos para abrirlos y mirar a un lado.
— tal vez no estoy en un laboratorio donde quien sabe cuántos experimentos me podrían haber echo, probablemente dolorosos, ¿Y que? ¿Mi destino es estar solo, abandonado, un experimento o un paciente es mi único destino?
Hubo una pausa y te miro otra vez. Sus ojos están rojos, lágrimas se acumulaban en ellos y cuando los cerro estás lágrimas cayeron por sus mejillas.
Se levantó de la cama y camino a dónde estabas, inconsciente mente diste un pasó hacia atrás, este se detuvo en seco cuando hiciste eso.
Un sollozo se escuchó un el cuarto que ahora te parece pequeño. Talló sus ojos y viste como se abrazo a si mismo, soltó otro sollozo para volver a hablar.
— Dijiste, dijiste que si me sentía perdido podía buscarte, ¿Verdad?
Su voz se escuchaba rota, estaba a nada de romperse.
— Si.
Hablaste en un susurro, apenas audible, simplemente contestaste la pregunta sin pensarlo un segundos.
— Dijiste que si tenía miedo de mi futuro intentarias ayudarme, dijiste que nos perderíamos ambos.
Una sonrisa rota se asomo en la comisura de sus labios, viste como su labio superior temblaba levemente cuando hablaba.
— bien, tengo miedo de mi futuro, de mi mañana por qué no quiero morir aquí, llevo prácticamente toda mi vida aquí, me crearon y fui metido aquí, no quiero morir en este lugar, quiero ver una playa, quiero salir, pisar la tierra, sentir la arena entre mis pies como en esas historias que leo.
Hablo entre sollozos que cortaban su voz, tomo aire y te miro. Se veía tan roto.
— por favor, Ayúdame.
La última frase casi la susurro, su voz se quebró cuando terminó de hablar.
Dejo de abrazarse a si mismo para intentar limpiar las lágrimas que corrían por sus mejillas, te dió tanta lastima verlo intentar limpiarlas mientras no dejaban de salis más.
Diste un pasó hacia adelante con algo de miedo, luego otro y otro.
Una vez frente de el suspiraste, tomattoredd parecía disfrutar del contacto físico en estás situaciones, bueno a veces, ¿Cómo sabes si ahora es lo que necesita?
Miraste tu mano unos segundos, dudando de que hacerlo dudando si tendría una mala reacción si lo tocabas.
Ante la pregunta flotando en tu mente sentiste como los brazos del chico frente tuyo te abrazaba.
— lo siento.
Fue lo único que salió de ti cuando empezaste a devolverle el abrazo escuchando sus sollozos. Este te abrazo levemente más fuerte ante lo que dijiste.
Se siente tan solo en este lugar aún teniendo a aquellos chicos en su cabeza, se siente tan abandonado ahora mismo y no quiere saber si estos sentimientos son para siempre o no por qué si lo son, no lo quiere saber, aunque le hubieras dicho que no sería ese su destino probablemente te hubiera creído.
Se sentía tan débil pero había estado pensando esto durante un año y medio, en algún punto se iba a romper.
Nunca dejo de ser tu psicóloga, tomattoredd.
El recuerdo de tus palabras de ayer resonó en su cabeza haciéndolo soltar más lágrimas.
— lo siento.
Susurraste y te apretó levemente ante lo que dijiste, ¿Incluso ahora solo eres su psicóloga consolandolo?
Let's go, tengo esto en borrador desde ayer o Antier y hasta ahora lo vengo publicando, había escrito como un borrador de lo que quería y hasta ahora lo vengo limpiando…ᘛ⁐̤ᕐᐷ