Te despertaste de golpe haciendo que cierres de golpe los ojos, siseando ante el leve ardor que ocasionó el abrir los de golpe, una pequeña risa te hizo abrirlos lentamente para enfocar a quien tenías frente tuyo, luego de unos segundos pudiste ver a tomattoredd sentado en la mesa de colorear mirándote con una pequeña sonrisa que apenas dejaba ver sus dientes mientras te saludaba con una mano.
Dejaste de mirarlo para mirar la sábana que habías agarrado al despertarte de golpe, miraste las sábanas confundida, intentando decifrar dónde estabas, nisiquiera recuerdas que soñaste para levantarte de golpe. Te sentías desorientada pero no tardaste mucho en darte cuenta de el lugar donde wstbaa.
Era obvio que estabas en una cama y esa le pertenecía probablemente a tomattoredd.
— ¿Me quedé dormida?
Vacilante por la idea, tu pregunta salió más como una duda.
— Si, supongo que estabas muy cansada...así que no te desperté.
Te sentaste bien en la orilla de la cama algo dormida todavía, te sentiste comos siempre que te despiertas, algo desorientada, confundida y sin entender totalmente tu alrededor, tu conciencia se escuchaba lejos y querías volver a dormir.
— Eormiste bastante, bueno, eso creo, realmente no hay nada con que pueda saber cuánto dormiste.
No te diste cuenta de que se había levantado y estaba caminando hacia ti hasta que estuvo frente tuyo, alzaste la mirada levemente para poder verlo a la cara.
— Eres muy alto.
Si bien no querías decir eso en voz alta no podías distinguir si lo dijiste en voz alta o si lo pensaste pero por la risa de este supones que lo dijiste en voz alta.
— Eres más agradable cuando estás medio dormida.
Ignoraste el comentario para levantarte de la cama pasando a un lado suyo, antes que alguno digiera algo se escuchó como tocaron una puerta, tardaste unos segundos en darte cuenta de que habían tocado la puerta del cuarto.
Caminaste a está ignorando la sensación de que te miraban para abrirla, cuando viste a un chico que no reconociste te limitaste a verlo.
— La cena.
Ante lo mencionado miraste la bandeja de comida confundida, no tenía mucho que desayuno.
— Gracias.
Fue lo único que dijiste antes de agarrarlo y verlo cerrar la puerta.
(...)
Soltaste un quejido de frustración al recordar el día de ayer, no estabas orgullosa en lo más mínimo, te dormiste en el trabajo, no descubriste nada nuevo y acabas de probablemente para tomattoredd avanzar al menos un escalón para el en "amistad" que no debió existir.
Dejaste caer los papeles en la mesa frente tuyo soltando un quejido cuando te sentaste en la silla frente al escritorio.
Abriste un expediente solo para empezar a leer.
Michael Martínez
Día 167: me cuestionó cómo funciona este chico, realmente no hay mucho.
Día 168: es curioso, creo que se podrían llevar mejor, quiero decir...son cuatro perosnalidaded en un cuerpo, es increíble que aún con este tiempo no se lleven.
Llegué a la conclusión de que si las discusiones fueran menos o ya no hubiera sería más fácil controlar su dolor de cabeza. Aún así, a veces se tapa los oídos, como si eso ayudará a que los dejara de escuchar, es obvio que no sirve pero es un dato curioso.
