Desamor [Tk] ✔

Capitulo 8

Al día siguiente (sabado) Jungkook despertó y comenzó a enviar mensajes a las familias del preescolar que conocía. Estaba viendo quien le podía brindar una mano con el asunto de la Bruja, Ups, quise decir, maestra.

Taehyung estaba tomando una pastilla para el dolor de cabeza. YeonJun veía Pokemon en la tele mientras comía cereales y jugo de naranja que Taehyung había prepado para él.

-Cinco madres y dos padres van a juntar firmas -le dijo Jungkook a Tae bajito.

-¿Lo ves? Y te ahorras el abogado.

Jungkook asintió.

-Y no lo cambiamos de escuela.

-Solo ajustamos la jornada -completó Tae por él. Tenía ojeras por la resaca.

Eran casi las once del medio día y hasta ahora no se habían peleado.

YeonJun dejó su jugo de naranja a un lado y fue a pedirle upa a su padre. Jungkook se agachó para agarrarlo y lo paseó en brazos por toda la casa.

-Quiero un pescado.

-¿Qué?

-Un pescado.

Jungkook miró a Tae que se alzó de hombros.

-¿Hablas de una mascota?

YeonJun asintió con la cabeza. Jungkook volvió a mirar a Taehyung.

-¿Podemos costear un pescado?

Tae fue al congelador y sacó un pescado de allí.

-Listo, ahí está -le dijo dándole la merluza congelada a su hijo.

YeonJun casi se lo tira por la cabeza.

-¡Yo quiero uno vivo! ¡Uno naranja!

Tae y Jungkook se miraron.

-Es un pez -comenzó Jungkook viendo si podía convencer a su esposo. Ya empezaba a creer que le diría que lo estaba malcriando.

Tae fue por su celular y buscó los precios de los peces online.

-No están tan caros. Quizá uno en una pecera pequeña.

-¡Sí, por fa. Por faaaa!

Ambos miraron al niño. El pobre solo quería una mascota. Un pez no saldría tan caro. Podrían mantenerlo tranquilamente.

-Bien. Lo pensaremos -Dijo Jungkook finalmente. YeonJun se puso a festejar.

Jungkook lo bajó al suelo y el menor se fue a seguir viendo la tele.

-¿Dónde rayos vamos a poner una pecera?

Tae miró por la casa.

-En su cuarto. Será su pez después de todo.

Jungkook estuvo de acuerdo y justo le llegó otra notificación del grupo de apoyo para la firma.

-Ah, más padres dijeron que si.

-¿Y crees que la van a sacar?

-Solo si todos nos ponemos de acuerdo.

Jungkook se apoyó en la mesa del living y le mostró los mensajes de las familias a Tae, que estaba frente a él. Cuando Jungkook estaba por decirle algo, sus frentes se unieron.

Estaban tan cerca.

Tan solo a centímetros.

Taehyung le quitó el celular y lo dejó sobre la mesa. Agarró a Jungkook de la cintura con una mano, y con la otra en la mejilla lo besó.

Lo besó tan profundamente que Jungkook sintió que le arrancaba el alma con un solo beso.

Pero también sentía que a ese beso le faltaba algo. Una pizca de amor verdadero.

Jungkook colocó las manos detrás de la nuca de su esposo y lo atrajo hacia si para profundizar el beso. Se le cayeron las lágrimas mientras su lengua pasaba a su boca y lo hacía suyo como todas las demás veces.

Cuando se separaron, un hilo de saliva quedó entre ambos. Hilo que Jungkook quebró con otro beso profundo y placentero.

Ambos se miraron a los ojos, pero ninguno de los dos sonrió.