Desamor [Tk] ✔

Capitulo 11

Luego de casi tres semanas y media la maestra (la vieja Bruja según Soobin) fue despedida.

El director de la escuela batalló con el despido de la señora, pero el poder de las familias unidas fue más grande.

—¡Papiii se fue la Bruja! —le gritó YeonJun a Jungkook saliendo de la escuela casi corriendo.

—Por favor no empieces a hablar como Soobin.

—¡Pero es la Bruja!

Jungkook rió y alzó a su hijo en brazos.

—¡Jungkook!

El mencionado se volteó. Era la señora Choi quien lo llamaba. Todavía seguía con el yeso en el brazo.

—Hola, ¿como estas? —le preguntó Jungkook. La madre de Soobin le sonrió penosamente.

—No muy bien de hecho. Me gustaría pedirte un favor si no es mucho...

—Claro. Te debo una mano por lo de la carta. Ya despidieron a la maestra.

—Me alegra, de verdad que si.

Jungkook le sonrió y bajó a YeonJun para que fuera con Soobin, quien estaba impaciente por mostrarle uno de sus nuevos autitos.

—Quisiera hablar contigo en un lugar más privado. ¿Puede ser que tengas tiempo hoy por la tarde?

—Ahora estoy libre, tengo que ir a la universidad luego.

—Oh, entonces déjame invitarte un café.

—Sí, no hay problema.

. . .

Soobin se quemó la lengua con su leche con chocolate caliente. YeonJun se rio de él pero al final acabó por quemarse la lengua también.

—Quería pedirte un favor. Prometo compensarlo luego.

—No hace falta. Tu dime.

La señora Choi, de tan solo cuarenta años y muy demacrada le dijo:

—Necesito que tu y Kim cuiden a Soobin por dos semanas.

A Jungkook casi se le cae el café de la boca.

—Por favor, no puedo confiar en nadie más. Te daré el dinero de todos los gastos. Tengo ahorrado, de hecho lo tengo aquí ahora.

—Pero... —Jungkook le echó una mirada a los niños que estaban en la mesa de enfrente pintando sus cuadernos con crayolas —¿Puedo preguntar el motivo?

—Es por mi esposo. Ya sabes que estoy en medio de un juicio y él se está poniendo aún más violento. Ayer lanzó a Binnie de la cama, tiene un moretón en la rodilla. Necesito a alguien que lo cuide y no puedo confiar en nadie más. Tu ya me conoces de hace años.

Jungkook lo meditó, sabiendo que Taehyung le tiraría la bronca por aceptar tal propuesta.

—Solo serán dos semanas, nada más.

—No se preocupe, yo lo cuidaré.

A la señora Choi parecía como que se le iba a salir el alma del cuerpo.

—Gracias, Jungkook. Estoy completamente agradecida. Ten —ella sacó el sobre de su cartera —Aquí tienes los gastos de la comida y dinero para una niñera. El otro día vi a tu esposo, me dijo que comenzó un nuevo trabajo, así que supongo que no tienen mucho tiempo para cuidarlos.