Capítulo 18

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Sentados en la cama, Taehyung y Jungkook estaban a punto de tener una conversación que podía mejorar las cosas o mandarlas a fregar para toda la vida.

Había un cincuenta por ciento de probabilidades. 

—Estamos en la mierda —dijeron al mismo tiempo. 

Guardaron silencio, hasta que Jungkook se decidió a hablar.

—Te quiero, pero poco. 

Tae se quedó callado por un tiempo más. Su cerebro maquinaba excusas, una frase falsa que fuera capaz de arreglar las cosas, pero al final optó por decirle la verdad. 

—Yo no sé muy bien qué sentir. Una parte de mi te ama, pero la otra no te soporta, Jungkook. Estás siendo muy dramático, buscas excusas para enojarte con todo. Lo del Starbucks fue una idiotez y lo sabes, pero es evidente que te molesta cualquier cosa que yo te diga. 

Jungkook lo escuchó atentamente. 

Lo peor era que sabía que Tae tenía la razón. 

—Pues sí, quizá tu seas el problema y no las cosas que hagas. 

—¿Ahora me estás culpando personalmente?

—No aguanto que no quieras a Junnie. 

—¿Por qué sigues pensando eso?

—Porque nunca pasas tiempo con él. 

—Dejemos eso de lado, ambos le estamos haciendo daño. 

—No podemos hacer nada para arreglarlo. Las peleas suceden y ya. 

—Jungkook, te peleaste conmigo por decirte que el café estaba más caro. No entiendo qué te molesta. Solo era una acotación. 

—Me molesta que te quejes. 

—Ay vamos, como si tú no te quejaras. De los dos eres el que más se queja. 

Jungkook bajó la cabeza. 

—Estoy sufriendo estrés —dijo finalmente —puede ser que eso sea el detonante. La universidad y nuestros problemas me hacen poner terrible. 

—Lo entiendo, pero deberías hacer algo para tener menos estrés. 

—¿Qué quieres que haga si tu eres quien me hace estresar?

—Que te relajes, que no me retes por la mas mínima cosa que haga o diga. Que intentes tener más paciencia. 

—Y tú deberías mostrar mas interés en todo esto, porque todo el tiempo parece que te diera igual. 

Tae se pasó las manos por el cabello. 

—No me da igual. 

—Pues eso parece. 

—Sabes que no me gusta demostrar emociones negativas. 

—Antes lo hacías. 

—¡Antes confiaba en ti! — le soltó de golpe. 

Jungkook abrió la boca como un plato y Tae siguió hablando. 

—Antes confiaba en nosotros, pero ahora con cada cosa que hago y cada cosa que digo tú me echas la bronca encima, entiéndelo. Me molesta que te moleste todo de mi.

Jungkook se había puesto a llorar. 

—Tienes que reconcocerlo, Jungkook —le dijo Tae más calmado—. Te molesta todo de mi. Si estuvieras mas calmado, si no te lo tomaras todo tan personal, las cosas irían mejor. 

Jungkook se quitaba las lagrimas de encima y lloraba con los ojos ardiendo como fuego. 

—Hay que hacer algo... —dijo quebrado.

—...Pero me parece que ninguno de los dos está dispuesto a hacer nada, Jeon —completó Tae. 

Jungkook escuchó aquella voz grave que tanto le gustaba, aquella voz que le ponía los pelos de punta estaba quebrada. Taehyung también había empezado a llorar. 

—Quizá deberíamos terminar con esto —dijo Jungkook. 

—Alguna posibilidad tiene que haber antes de tomar esa dirección. 

Jungkook alzó la mirada y lo vio a los ojos. Esos celestes que tanto amaba ver. 

—Acabas de decir que ninguno de los dos hará nada. 

—Sí, pero es nuestro deber hacer algo. YeonJun ya está empezando a mostrar signos de depresión infantil, Jungkook. ¿O acaso no te diste cuenta?

—Claro que lo veo, pero seguirá así si nosotros seguimos así.

—Por eso digo que aunque ninguno quiera hacer nada y elijamos seguir así estancados, él acabará mal. Estamos obligados a hacer algo o a divorciarnos. No lo sé, elije tú, es tu hijo biológico después de todo, te dejarán quedártelo. Yo no tengo voz en esto. 

Jungkook se levantó y alcanzó un pañuelo para limpiarse aquellas lagrimas saladas de dolor.

—Déjame pensarlo, Tae. No me pidas las cosas a las apresuradas. 

Taehyung se levantó y se coloco detrás de él. Dudó un momento, pero finalmente inclinó su cuerpo contra el suyo y lo rodeó por la cintura. Él mismo notó la incomodidad de Jungkook, sus músculos tensados y firmes, pero luego se relajó. Jungkook echó la cabeza hacia atrás y descansó en el cuerpo de Taehyung. 

—Si no lo vas a pensar es porque no te quieres divorciar. 

—¿Y tú qué quieres?

—No tengo idea, Nochu. 

Jungkook llevó sus manos hacia las de Tae y las tocó. El mayor estaba helado, igual que él. 

—No queremos eso — dijo Kook profundamente, cerrando los ojos mientras el mentón de Tae descansaba en su hombro. Veían la lluvia correr por fuera de la ventana—. Muy en el fondo no queremos eso, Tae. 

El mencionado dejó un casto beso en su cuello, pero luego dejó sus labios allí posados. 

—No, es evidente. 

Los besos de Tae siguieron y siguieron y siguieron, hasta que Jungkook se relajó y se volteó para besarlo en los labios. Fue un beso incomodo pero a medida que los segundos pasaban, a medida que los largos dedos de Taehyung acariciaban su cuerpo, el beso se fue tornando más dulce. 

Fue Jungkook quien arrastró a Taehyung a la cama para sentarse sobre él. Tenía las manos de Tae por debajo de su suéter, por debajo de su remera, sobre su piel. 

Ahora sus manos se habían puesto calientes. 

Al igual que las suyas.

. . .

A la mañana siguiente la lluvia se había ido. El sol entraba a raudales en la habitación que permanecía entre penumbras. 

YeonJun entró al cuarto de sus padres porque se había levantado y quería desayunar algo, pero por primera vez los encontró abrazados. 

Y sonrió. 



Desamor [Tk] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora