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𝐊𝐈𝐋𝐋𝐄𝐑 𝐐𝐔𝐄𝐄𝐍
Dos aparentes lesbianas, dos hombres y dos hermanas menores, la lluvia y sodas, Jennifer sentía la tensión, Eddie la observaba caminar de lado a otro, Ginger a pesar de ser la mayor le tenía miedo, sabía cómo se podía poner en poco tiempo.
— ¿Desde cuando? — Jennifer solo dijo eso esperando una respuesta decente de al menos de una, por lo que Robin arregló su cabello y hablo.
— Casi dos años — Robin respondió esperando la reacción de su mejor amiga, se sentía estupida, no sabía como haría para que ella las perdone pero lo haría — Sé que te debemos explicaciones, pero, quería mantener esto en secreto
— Queríamos mantenerlo en secreto, ¡Jennifer, estamos en los ochentas!, ¿que crees?, ¿que seremos francas al salir del closet? — Ginger hablo mirando a su hermana menor — Además que te importaría sobre nosotras, literalmente lo único qué haces es estar en tu burbuja mientras te cogias al hermanastro de Max
Termino murmurando, Brigette sabía que de eso nada saldría bien, miro a Eddie y a Steve antes de ver a Jennifer acercase a su hermana, tomando todo la poca dignidad que le quedaba, Ginger se paro frente a ella y de un momento a otro el silencio terminó sonando una cachetada, la mano de Jennifer contra la mejilla de su hermana mayor para después irse a su habitación.
— Ginger fuiste muy hija de puta — Brigette miro a su hermana mayor queriendo tirar contra la más baja pero Steve la tomó de la cintura y la alejo lo más que pudo — ¿Eddie, te llamas tú?, ve por ella
Brigette vio a su hermana antes de darle un golpe en la cabeza y Robin reaccionó muy enojada tomando su muñeca para después mirarla.
— No la toques — Robin hablo enojada mirando a Brigette con furia en sus ojos, ¿por qué tenía que tomar ese punto tan débil de su hermana? — Ginger, no estuvo bien lo que hiciste.
Steve fue tras Eddie, apenas llegó al segundo piso lo vio parado en el marco de la puerta de Jennifer tocando la puerta diciendo unas palabras que no podía oír, bueno, trata de no oír, las palabras por alguna razón eran dulces, donde Eddie no le pedía explicaciones sobre el comentario de Ginger, si no que abra la puerta y que no sienta resentimiento hacia Ginger, que si se había hecho daño que le abra la puerta y que si quiere estar sola que le dijera pero que si duerme en su auto para saber si estaba bien lo haría.
— Hey — Harrington saludó en murmuró mientras tomaba su oreja y la ponía contra la puerta — Esta puerta es muy buena para oír
Ambos pusieron su oreja en la puerta, oían pasos pero llanto a la vez, eran los tacones de Jennifer, oían cómo movía algo, parecía una sábana, supuso que estaba cambiando las sábanas, también quejidos de dolor, ambos pensaron que era por la cachetada que le había proporcionado hace unos cinco minutos, oyeron hasta como la castaña maldecía a su hermana y el día que la crearon.