Fantasía O Realidad

Capitulo 3

Oigo Como los autos tocan su bocina, como si eso ayudara a que el tránsito desapareciera.

Gracias al cielo, llevamos media  hora estancados en la jungla de concreto, o por decirlo más normal (el centro de la ciudad).

Por dónde yo vivo queda muy lejos del instituto  y ustedes se preguntarán ¿angélica, porque vives tan lejos del colegio?  ¿¡Eres loca o qué!?

Si mis amores, soy loca y espero que vallan aprendiendo más de mis pendejadas, ya que normal no soy.

Como les seguía diciendo, mi madre antes vivía en los apartamentos que quedan más cerca del instituto, pero cuándo murió mi padrastro tuvo que buscar otra casa, con la escusa de no tener suficiente dinero para pagar el apartamento.

Y como el lugar más barato fue una casita de lo más Deteriorado casi en las afueras de la ciudad "casi" ya que estaba a treinta minutos del centro sí conducías.

— Oye imbécil ni siquiera me has dicho tu nombre..- le exigí al pelele que tengo justo al lado.

—me llamo Lucas weeler a sus órdenes preciosa–dice picandome el ojo.

Que asco bro..

No es por ofenderlo, pero éste chico no me causa ni malos pensamientos.

(ningún chico en realidad)

Ni yo misma me quiero la verdad, una parte de mi siente  solo asco hacia mi persona.

—Oye ya te dije que no es necesario que me lleves a ningún lado, estoy bien - le digo cuando logramos salir del tránsito de Mierda.

Suspira como si estuviera buscando su paciencia en algún lado del vehículo.

— puedes por favor callarte y dejarme ser un buen ser humano ¿si?

Y eso era lo único que necesitaba para callarme y meterme en mi mundo (los libros).

Si el quiere perder su tiempo allá él.

Saco mi teléfono del bolso y me voy a wattpad  buscando el libro que estoy leyendo esta semana. Sí leo ¿y qué? Ésto y las pequeñas dosis de mariguana son lo único bueno que me pasa.

Aunque las dos son muy distintas, ambas te teletrasporta a otro mundo. Uno donde eres feliz y te olvidas de tu desastre de vida.

Mi visión se enfoca en la calles tan familiares que recorremos,
éste es el vecindario del lado de los "ricos" el mio esta al lado opuesto de este.

Malditos suertudos.

No se ni por qué me quejo si de igual modo, sea rica o sea pobre sería miserable.

Lucas se estaciona justo al frente de la casa de Leeon.

Apaga el motor, sale y me abre la puerta.

—Ven, vamos.

Ignoro la mano que me ofrece y me levanto guardando el teléfono esta vez en el bolsillo de mis pantalones, tomo mi mochila y ambos avanzamos a la puerta.

Lucas toca el timbre y a los pocos minutos nos habré.

—¿pero que mierda haces aquí a esta hor...- el verde de sus ojos choca con los míos dejándolo mudo.

Valla, valla. Pienso enarcando una ceja.

Que bueno está maldición....

—bro nesecito una ayuda tu eres médico y puedes arreglar la metida de pata que tuve al pegarle sin querer con el balón.

La expresión de Lieon cambia a una de irritación como si el supiera algo que yo no.

—Que no soy doctor de esos idiota, estoy estudiando psicología, no seas anormal. Pero ven- me toma de la mano llevándome adentro de la casa—veré lo que puedo hacer con el botiquín de los primeros auxilios.