Capítulo 9

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⚠ Advertencia ⚠

Capítulo no editado completamente, es muy probable que encuentres errores ortográficos.

También quiero decirles que en esta escena se tratara temas que pueden no ser de su agrado, esta en la libertad de dejar de leer cuando quiera.
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No quiero comer.

No quiero agua.

No quiero levantarme.

Solo quiero dormir.

Solo quiero estar en mi cuarto.

Sin embargo ni eso puedo . En este lugar no tengo permitido encerrarme y ahora estoy aquí, en el consultorio de un idiota.

Blanco.

Eso es en lo primero que te fijas cuando entras y pasa la puerta. Todo se ve tan pulcro y organizado que da escalofrío.

Estoy sentada en una de esa sillas que nunca faltan en estos lugares y justo al frente tengo al doctor Dávila. Es un hombre de aproximadamente unos treinta y nueve años de edad. Es flaco, aburrido, fastidioso y sus canas se mezclan con el color negro de su cabello.

— ¿Cómo te has sentido hoy Angélica? -  me pregunta mi psiquiatra.

Otra vez vamos con lo mismo, ¿es que no sabe que más preguntar?.

Esta es mi cuarta visita desde que llegué <<llevo aquí una semana >> y siempre que me siento en esta patética y pulcra silla me pregunta lo mismo.

La verdad no entiendo. ¿Que quiere que le diga?

— ¿Como cree que estoy - le pregunto con un tono irónico y dulcificó mi voz. — ¡Estoy de maravilla! .

Baja la libreta y me mira seriamente.

— Angélica, sabe más que nadie   que no estás bien. Pasaste toda tu vida en un entorno que no merecías. Recibiste maltrato y abuso por parte de tu padrastro, y es lógico que eso te genere traumas. Tienes que hablar para que te puedas desahogar y así todo te sea más fácil, esta bien si te quieres tomar tu tiempo, pero no esta bien que maquilles las cosas, tarde o temprano tienes que hablar de como te sientes  y que fue lo que paso para que puedas estar bien y continuar con tu vida.

¿Quien se cree para saber como estoy?.

— ¿Y quien dice que no estoy bien? ¿Tu?. - suelto una carcajadas como una loca— Esta equivocado si pieza que lo que me hizo Pedro me afecta. No, la verdad es la que ya dije, ¡estoy bien! ¿Por que no pueden metérselo en las neuronas? Y así mejor se ahora sus juegos psociológicos que en mi eso no sirve y me deja ir me a dormir que eso es lo que quiero.

Toma un largo suspiro como si tratará de encontrar la paciencia que no me tiene.

— Ok, entiendo. Entonces estas "bien" - hace comilla con sus dedos — Dígame ¿tiene mucho sueño? ¿O es que solo quiere recostarse en su cama? ¿Por qué? ¿Has estado cansada últimamente? ¿Tienes malestar o algo así?

El nudo que se me atasca en la garganta no me deja respirar y trato de retener las ganas de llorar.

No. Aquí no, largo lágrimas.

Esa común nube gris vuelve a aparecer.

— Solo estoy cansada- digo en voz baja.

Por favor no me pregunte más.

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