También Mía © [Alquimia #3]

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Chris Brown/ Under The influence..

Andrea lo miraba fijamente, Gabriel se mantenía tenso y encorvado sobre aquella silla, mirando la fotografía entre sus manos y otras más del álbum familiar que le había prestado para que lo viera, así había sido por un largo rato..

Tratando de asimilar..

— Ahora lo sabes, y no me sorprendería que tu esposa lo supiera igual —él alzó la mirada pero no hacía ella, hacia algún punto, con semblante duro..

Esa hija de perra lo volvería a escuchar

— Es que no puede ser.. esa mujer mato a tu madre envenenando su medicamento y después se quedó con tu hijo..

— Mi madre meses antes de conocer a mi padre tuvo una relación corta con el padre de tu esposa, mi tío, pero cuando supo que era casado lo dejo, ese es el motivo por el cual ella odiaba a mi madre, y fue tanto su odio que manipuló sus medicamentos cuando se enteró de su cáncer para deshacerse de ella. — le contó con voz neutra lo que Bruno y su hermano le revelaron hace muchos años, Javier fue quien había confesado eso último ante Ernesto.

— Que maldita.. — no sé pudo guardar la expresión, Andrea lo miro.

— Tu suegra —le dijo y él la miro ahora sí — Sigue presa, ¿Ni eso sabías? — él nego muy lento y ella se llegó a preguntar cómo era ese matrimonio.. Tantas mentiras había detrás, Samanta nunca fue sincera con él — Mi hijo la quiso mucho, pero lo engaño para obtener su cariño diciéndole cosas malas de mí y de Sergio, creo que quiso suplantar con él a mi primo Octavio, fue muy difícil para mi aceptar que ella fue su primera madre, aún todavía me cuesta pensar en ello porque como te digo, la quiso mucho — admitió resignada — Bruno logro que me aceptará, entre todos pero más Bruno, si él no lo hubiera descubierto ahora yo no sabría que está vivo, nunca lo habría sabido Gabriel.. — también le contó

Gabriel apretó la quijada, indignado y asqueado, él era ese hijo mayor del que escucho hablar a Bruno... Él era. No tenía más dudas.

— Él no escribió ese correo, te lo juro por lo que quieras, me juego todo por mi palabra. Él no lo sabe Andrea — conecto sus ojos con los de ella, suplicantes y duros, se puso de pie aunque aún se sintiera mareado, tomándose la cabeza, tanta mierda no la podía trabajar así de rápido, eran demasiados años ahogados en una infame mentira — Sergio nunca habría hecho ni dicho esa canallada, mucho menos a tí y nunca por correo, tiene los suficientes pantalones para habértelo dicho en tu cara — declaró seco y acusador

— Lo sabía por eso envié más cartas y hasta una foto de mi hijo pero nunca obtuve una sola respuesta tuya.. — también se puso de pie, tomándolo del brazo, él lucía abrumado, y si él así estaba ¿Cómo lo tomaría Sergio? — Hasta que me rendí dos años después

— ¡Debiste venir, traerlo contigo! — le dijo enseguida, tomándola de los hombros, enojado por no haberlo hecho ¡Debió haber hecho eso! Muchas cosas habrían cambiado, todo habría sido distinto puta madre. Quizá ellos ya no tuvieran un futuro pero ese niño.. ¡Él habría tenido a sus padres!