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Las princesas de encuentran a un lado del salón y los príncipes del otro mientras que comen y ven los bailes típicos de China. El rey llamó a los mejores artistas para darle la bienvenida a los príncipes de Corea y próximos esposos para sus hijas.

—Mañana me gustaría que me acompañaran a cazar, ¿Ustedes cazan también? —el rey pregunta.

—Respondiendo al rey, los tres sabemos cómo cazar así que sería un honor cazar con el emperador y futuro suegro —responde Jimin a lo que el Rey le sonríe.

—Oh, eso me gusta, futuro yerno —todos ríen y beben para luego llevar a los príncipes a sus aposentos.

Al día siguiente los príncipes emprenden el viaje al bosque junto al rey para ir de caza, ya había pasado varias horas y habían capturado varios venados así que se preparaban para volver.

—¿Y qué le parecen mis hijas, príncipes? —dice el rey llegando al frente en su caballo.

—Respondiendo al rey, la belleza de las princesas no tiene comparación, son hermosas joyas que China y su emperio han dado al mundo —dice Jungkook.

A lo que el rey les sonríe, el príncipe heredero de China también le sonríe a los príncipes y a su padre.

—Su alteza, ¿Que le parece si mañana arreglamos una mañana a solas ellos con sus futuras esposas, así podrán conocerse mejor? —el rey parece pensarlo pero termina accediendo.

—Me parece buena idea, príncipe heredero, se nota que llevas mi sangre, es bueno que los esposos agranden sus lazos para que el matrimonio sea duradero y duro, difícil de romper.

—Para nosotros será un placer pasar tiempo con las princesas —dice Taehyung con una de sus sonrisas.

—Así será, en mi caso, me gustaría invitarlos a un duelo con espada, sería un placer para mí tener un duelo con cada una, ¿Y el arco?

—Tenemos experiencia en espada y arco —contesta Jimin.

—Perfecto después de aquí iremos a practicar juntos, quiero conocer bien a los hombres que tendrán a mis hermanas —los tres asienten y sonríen.

Después del tiempo de caza, almorzando con el Rey para después pasar la tarde peleando en duelo con el príncipe heredero de China, las princesas veían cómo los príncipes de Corea eran agraciados para las artes en defensa como se espera de todo príncipe de una nación.

—¿Qué opinas del principe Jimin, Li Mei? —su padre el Rey llega a su lado sorprendiendolas, ella rápidamente se inclinan ante su padre.

—Respondiendole a su Alteza, el príncipe heredero me parece un hombre cuya belleza supera el de los hombres que yo haya visto hasta ahora, su desempeño con la espada y el arco son dignas de un futuro rey de Corea.

—¿Y tú, Li Ming, qué te parece el príncipe Taehyung?

—Contestandole a su Alteza, es un hombre que puede dejar sin aliento a cualquier mujer, además que sus movimientos en combate sin dignos para un yerno del emperador —dice ella inclinandose.

—Li Lian, ¿Qué piensas tú del príncipe Jungkook?

—Pues que es hermoso, padre —todos rieron ante lo que dijo la princesa y la manera tan pura como lo decía. De sus tres hermanas, ella era la más alegre y divertida, a veces olvidaba la etiqueta frente a su padre, el rey, pero su padre la quería así, a pesar de no hacer lo que se espera en la tradición coreana.

—Pues les informo que ellos pasarán tiempo con ustedes en la mañana, así que deben impresionarlos, para que vean lo dignas que son las mujeres chinas —dice el rey ante lo que ellas hacen una reverencia en respeto al decreto de su padre.

*

La mañana estaba en su fulgor, los pájaros cantaban melodías y el príncipe heredero, Jimin estaba entusiasmado por ver a la princesa, Li Mei había dejado una impresión en él, aún no conocía a la princesa pero su belleza era algo de admirar.

—¿De siente nervioso, alteza? —dice Namjoon, mano derecha de Jimin, también considerado como mejor amigo por el príncipe.

—Un poco mi buen amigo, aún no se que esperar de este encuentro, solo espero, por la paz de nuestras naciones que ustedes puedan congeniar y llevar a cabo este matrimonio —Nam sonríe de manera sincera.

Ambos se disponen a salir hasta el pabellón de la princesa Li Mei, el jardín era hermoso, las flores de Loto en el estanque lo hacían ver aún más hermoso. Ya en el pabellón estaba la princesa.

Jimin no podía dejar de admirar esa belleza, ella solo admiraba el estanque mientras el se había detenido en sus pasos para admirarla a ella, su hermoso cabello negro recogido con preciosas joyas en su cabello que solo la hacían lucir más hermosa.

—¿Príncipe heredero? —Nam hace que Jimin vuelva a la tierra, el afina su garganta y se dispone a acercarse a la princesa.

—La naturaleza puede ser hermosa, ¿No lo cree así, princesa? —ella se sorprende por tenerlo tan cerca en un instante.

—Es hermosa, así es y tan delicada pero a la vez feroz y voraz —esa respuesta sorprende al príncipe.

Ella comienza a detallar el perfil de este hombre, de verdad que no tenía nada que envidiarle a ningún hombre, su belleza y porte masculino, aparte de la musculatura en su cuerpo bien proporcionado lo hacía parecer esculpido por los dioses. Y tal vez lo era, el príncipe Jimin era un dios que había descendido del cielo y ahora ella sería la afortunada mujer de tenerlo, pero Li Mei no se iba a conformar con tenerlo, quería su corazón también.

—Magnifica respuesta, princesa —la mira— Me gusta una mujer así, como la naturaleza.

—Entiendo lo que quiere decir, alteza, he practicado con mi hermano la espada en secreto de mi padre y déjeme decirle que soy muy buena en ello —Jimin no pudo evitar reír ante la osadía de su pequeña princesa.

—Eso me gusta, tal vez podamos hacer un pequeño duelo en secreto de su padre —le guiña el ojo a lo cual ella se sonroja sumamente.

A Jimin comenzaba a gustarle Li Mei.

A Jimin comenzaba a gustarle Li Mei

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Las Hijas de China +18 [Completada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora