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La princesa Li Mei no podía dejar de caminar fuera de sus aposentos matrimoniales ya que allí se encontraba Jimin siendo atendido por los mejores médicos reales.

Las mujeres salían con vendas cubiertas de sangre y eso ponía peor a la ahora esposa de Jimin, Li Mei se había negado a dejar el lado de su esposo, ya que en parte se sentía responsable de lo que había pasado, el rey está hablando con los demás príncipes y sirvientes de ellos para que eviten decirle al Rey de Corea por los momentos y así evitar una guerra.

Todos los médicos y las enfermeras salen de la habitación y la princesa ve a su padre y a los demás príncipes venir, así que inclino su cabeza en señal de respeto.

—¿Cómo sigue el príncipe? —pregunta su padre a el médico Real.

—Afortunadamente la flecha no dió en ningún órgano, solo tuvo pérdida de sangre así que le costará volver a sus sentidos, pasarán unos días antes de que despierte —el Rey suspira y mira a los príncipes.

—Gracias a los dioses su hermano no está en peligro, ahora está en ustedes decidir si se adelantan como estaba planeado a Corea o se quedan a esperar a que su hermano despierte.

—Nosotros iremos adelante así le podremos informar mejor a mi padre y evitar una guerra —dice Tae inclinandose antes de entrar a ver a Jimin, solo entraron los príncipes, el Rey y la princesa Li Mei.

Después que ellos se retiraron ella se quedó con Jimin, ya al caer la tarde llegó el momento de que los príncipes se fueran, ella sale para poder despedirlos.

—Espero tengan un buen viaje, mis hijas, por favor no dejen de enviar cartas para saber cómo los recibe el pueblo de Corea, otro consejo, tengan presente a su pueblo a la hora de tomar descisiones —el rey hace una pequeña reverencia y todos lo hacen también esto en señal de humildad y favor.

Ellas se suben a su paladín junto a sus esposos para emprender el viaje de vuelta a Corea, todo el pueblo las despide con música y aplausos. La princesa Li Mei vuelve a sus aposentos para encontrar a Jimin ya despierto.

—¿Cómo se siente, mi señor? —dice colocándose a su lado.

—¿Se completó la ceremonia? —la princesa asiente— Entonces estoy bien.

El médico interrumpe el momento para revisar el príncipe heredero, lo cuál hace que Li Mei deba apartarse por unos momentos, luego de unos minutos el médico sale y se detiene frente a a la princesa.

—El sangrado se ha detenido así que en unos dos días estará listo para irse —se inclina ante de retirarse.

Ella puede respirar un poco más tranquila así que entra a ver a Jimin tratando se sentarse pero le cuesta.

—Mi señor, déjeme ayudarle —ella corre a su lado para ayudarle a levantarse. Colocando su mano en la espalda de Jimin lo acomoda para que esté mejor sentado.

—Me siento mejor estando a tu lado, mi reina —él toma la mano de la princesa Li Mei y deja un beso en este— Lamento no haberle podido dar una fiesta apropiada. Seguramente todas las princesas habrán tenido su noche de bodas mientras tú tenías que cuidarme.

—Alteza, no se preocupe por ello, ellos por la salud y la preocupación, también posponieron su noche de bodas, la tendrán al llegar a Corea.

—Así que también arruiné su noche de boda —él príncipe también suspira.

—Alteza, ya le dije que no es su culpa, sus hermanos y mis hermanas estuvieron de acuerdo, no se sentían felices para celebrar.

Jimin acariciaba suavemente la mano de su esposa y le deja un beso en este haciendo que la princesa se sonrojada.

—Mi reina se sonroja con solo un beso en su mano, ¿Cómo hará cuando la haga mía? —la mirada pervertida del príncipe la sorprendió pero a la vez ella se sentía como la invadió una sensación de calor que le recorrió el cuerpo hasta llegar a su zona baja.

—¡Alteza! —dice bajando su cabeza avergonzada.

—Ya le dije que no debe temer, la trataré como la mujer más hermosa de este mundo y más que ahora es mía y yo soy suyo, solo suyo —esas palabras hicieron que el corazón de la princesa saltará de su pecho, él se inclina a ella tomándola de la nuca para darle el primer beso de esposo y esposa.

Ella podía sentir todo tipo de emociones al momento que sus labios se encontraron, era como si por fin se diera cuenta que la magia existía, todo brillaba de muchos colores y las mariposas en su estómago estaban revoloteando fuertemente, a lo que ella también devolvió el beso. Para Jimin era embriagante el hecho de por fin unir sus labios con la chica que había estado en si cabeza desde que llegó.

El día que cruzaron miradas por primera vez a Jimin le costó mantener la compostura ante semejante belleza, al menos para él, ella era hermosa ante sus ojos, él no dudo en aceptar entonces, quería unirse a ella, quería estar junto a ella y ahora por fin lo estaba. Su corazón latía tan rápido pero a la vez era una sensación increíble que no quería dejar de sentir. Al momento de sus labios separarse, Jimin pego su frente al de su esposa, mirándola fijamente.

—Amo tus ojos, pero, mi reina, creo que también he quedado adicto a sus labios —ella le da una sonrisa que derrite aún más el corazón de Jimin.

El color rojo se hizo presente en el rostro de la princesa Li Mei, ni con Xin Qin Pin se había sentido de esta manera.

—Creo que debo disculparme una vez más con usted, Alteza, por culpa de mi ex prometido usted resultó herido —él la toma del mentón.

—Te dije que te olvides de eso, yo me metí para protegerte, fué mi descision, así que quiero que dejes de tratarte de esa manera, ¡Entendido! —ella se sorprende ante la autoridad de Jimin, pero termina asintiendo.

A partir de ahora este hombre será su esposo, ya ella no puede esperar a ver qué cosas les depara la vida juntos.

A partir de ahora este hombre será su esposo, ya ella no puede esperar a ver qué cosas les depara la vida juntos

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Las Hijas de China +18 [Completada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora