32

134 12 0
                                    

Durante el banquete se podía sentir la tensión entre algunos, especialmente la segunda concubina Real, ella no dejaba de mirar a Li Mei, quién era felicitada por todos los presentes, todos los ministros y sus esposas, todos venían a dar sus saludos a los futuros reyes, pero aquello era algo que la segunda concubina no quería, ella solo quería que su hijo fuera Rey y saliera de la humillación de sus hermanos mayores, lo que ella no tenía idea es que a Jungkook nunca le afectó su posición, aunque su madre siempre le dijo que aspirara a ser Rey, él siempre supo que Jimin sería lo mejor para este pueblo, ya que él tenía todo el conocimiento necesario para hacerlo y se preocupa por el pueblo, mientras que Jungkook solo pensaba en divertirse.

—¡Mi hijo... Por fin tendrá un heredero! —todos comienzan a hablar, se levantan y se inclinan ante el Rey.

—¡Que viva el príncipe heredero! —todos se inclinan y hacen reverencia.

—Quiero declarar a mi nieto como el heredero al trono después de mi hijo Jimin..

—¡Espere alteza! —habla la madre de Jungkook, él intenta detenerla pero ella se acerca hasta el Rey y se inclina en el suelo— Mi hijo Jungkook también espera un hijo, aún no sabemos quién fué concebido primero, debemos esperar antes de hacer el nombramiento real.

—¿¡Cómo te atreves a llevarme la contraria y a interrumpir mientras hablo!? —el Rey se levanta molesto— Estoy feliz por el nieto que me dará Jungkook, pero que mi heredero tenga un hijo es una bendición de los dioses y por lo tanto también será rey en el futuro, y es una orden según la ley.

La concubina apretada los puños sin poder decir otra palabra más, estaba sumamente molesta.

—Padre, me gustaría hacer una petición sobre la dama Jaeri —el Rey arruga la cara.

—Ya había olvidado a esa mujer y su intento por drogarte, atentar contra tu vida es penado con la muerte, para mañana haremos la ejecución —Jimin asiente complacido.

—Tambien me gustaría pedirle unos guardias más, quiero que Li Mei tenga protección ahora que lleva a mi heredero en su vientre —el Rey asiente.

—Lo concederé, con lo que pasó con Taehyung no puede repetirse. Taehyung, hijo mío...

—Si, padre —él se levanta y se inclina.

—¿Has encontrado al culpable?

—Falta que uno más corrobore lo que han dicho los otros dos criminales, si vuelven a decir al mismo, yo mismo lo presentaré ante usted, pero, ¿Puedo pedirle una cosa, alteza?

—Dime, hijo mío —el Rey alarga su mano.

—Quiero ser yo quién mate a esa persona —Jungkook no pudo evitar temblar— Quiero vengar a mi hijo.

—Que así sea —Tae asiente complacido, sabe que será duro para Jungkook pero es un deseo de él y de Li Ming.

Mientras que Jungkook no puede decir nada, así son las leyes, si agredes a la realeza, serás decapitado.

El resto del banquete todo surgió tranquilo, aunque Li Lian podía notar como Jungkook no era el mismo desde el anuncio que hizo el príncipe Taehyung.

—Amor, ¿Estás bien? —Jungkook sale de su trance y las mira a ella.

—Estoy bien, amor —él sostiene la mano de ella.

Al momento de que la mayoría se ha ido, Taehyung se acerca hasta dónde está Jungkook.

—Espero que me perdones algún día —Jungkook lo mira.

—Hyung, ¿Estás seguro que es ella? —Tae asiente.

—Yo también seré padre, Hyung, por eso te entiendo, si es lo que tienes que hacer, hazlo —Tae asiente.

Con todo el dolor del mundo Jungkook debe aceptar el destino que su propia madre se ha labrado.

*

Mientras en una parte del pueblo, la segunda concubina más que furiosa decide tomar cartas en el asunto y decide ir con quién sabe que le tiene un odio al rey más profundo que el de ella.

—Así que ahora te escondes aquí, ¿Que estás esperando para atacar? —ella entra en este lugar.

-¿Qué hace una coreana aquí? Este lugar está bien escondido, ¿Cómo supiste de el? -habla este hombre.

—Tengo mis contactos, además que pagué para que siguieran tus movimientos —ella le sonríe.

—Ahora dime, mujer coreana, ¿Por qué no habría yo que matarte? Corea le declaró la guerra a Mongolia y yo como su Rey deseo matar a todos los coreanos y a los chinos por ayudar.

—Te ayudaré a que mates a todos, solo perdona la vida de mi hijo y la mía —él levanta una ceja.

—¿Cómo se que no intentas engañarme?

—Puedes matarme en cualquier momento, puedo quedarme aquí después de decirte mi plan y si falla puedes venir a matarme o alguno de tus hombres lo puede hacer —él Rey de Mongolia parece pensarlo.

—Está bien, mujer, escuchemos tu plan —la sonrisa de la mujer aparece enormemente en su rostro.

*

—¿Aún estás molesta? —Jimin llega por detrás de Li Mei con una sonrisa.

—¿Qué crees tú? —Jimin la abraza por detrás.

—Amor, ya te he dicho desde que llegamos, te amo solo a tí y ahora a nuestro bebé, ella fué la que me drogó, me corté para poder despertar, jamás hubiese llegado más lejos con ella, solo te deseo a tí —él la voltea— ¿No me creés?

Ella le hace un puchero adorable y él decide jugar un poco, las manos de él comienza a subir por su cuerpo.

—Mi señora, ¿Acaso quiere que le muestre lo que es capaz de hacer su esposo?

Él la voltea y ella queda de espalda a él, la toma del mentón y la atrae a él, le quita la ropa de manera brusca pero aquello solo la estaba excitando más, los dedos de él se encuentra con su húmeda intimidad.

—Así que te pongo caliente, ¿Cierto?

—S-Si, a-alteza —ella gime y jadea ante las eróticas palabras que su esposo le susurra en su oído.

—Está noche te demostraré que no pienso en Jaeri, jamás la he deseado, solo tú eres capaz de ponerme de esta manera, solo a tí te deseo como no he deseado más nada en este mundo.

—Soy suya alteza, solo suya.

—Soy suya alteza, solo suya

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Las Hijas de China +18 [Completada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora