Las Hijas de China +18 [Completada]

08

El príncipe Jungkook se encontraba ese día alistándose para salir a caminar.

—Debe estar nervioso con la boda aproximándose rápidamente —dice Hoseok mirando al príncipe.

—Si, lo estoy, pero es una responsabilidad que estoy más que dispuesto de asumir, si es por mi país —Hoseok asiente.

El príncipe junto a Jungkook comienza a oír las quejas de una dama.

—Alteza, por favor detengase, no debe ir por esos lugares, no es digno de una princesa —dice una de las chicas de la princesa.

—¿Qué sucede aquí? —Jungkook llega a dónde se escuchaba está voz y pudo ver qué la princesa Li Lian estaba subiendo el muro para escapar.

—La princesa quiere ir al bosque pero ella sabe que lo tiene prohibido y más sin guardias que vayan con ella —dice la chica inclinando la cabeza frente a Jungkook.

—Entonces no habrá problemas si vamos todos —Jungkook dice y Hoseok bufa negando con la cabeza sin poder creer lo que había salido de la boca del príncipe.

La princesa le da una sonrisa tan grande y hermosa que Jungkook se olvidó de todo lo demás por unos minutos, ella lo toma de la mano y comienzan a correr por el bosque, ambos iban riendo y felices de estar "libres" por unos instantes. Ella lo lleva a su lugar favorito que este río que tiene una pequeña laguna y todo allí alrededor es bello, Jungkook la verdad estaba más asombrado por la belleza de la princesa que por la naturaleza a su alrededor, no pudo ocultarlo.

—Estoy feliz de haber aceptado y haberte conocido, mi princesa —se acerca más a ella— Si no es mucho atrevimiento, ¿Puedo besarla, alteza?

Ella no pudo evitar sonrojarse por las palabras tan cálidas que le estaba diciendo y recitando el joven príncipe. Él no obtuvo una respuesta verbal pero sí pudo notar que el rostro de la princesa había cierto brillo expectante por el beso.

Ambos siervos miraban hacía otro lado para darles más privacidad, Jungkook toma a Li Lian del mentón y la levanta uniendo sus labios con los de ellas en un beso bastante tierno que ella felizmente aceptó, el tiempo parecía detenerse y ellos no querían hacerlo, las suaves manos del príncipe sostenían las delicadas mejillas de la princesa, era todo un sueño, su primer beso. Al momento de separarse no pudieron evitar mirarse a los ojos, Li Lian ahora estaba un poco más segura que esta era la descision correcta después de todo, afortunadamente su príncipe era alguien amable y apuesto, con un toque de ternura pero a la vez con un porte de guerrero, combinación que a ella le encantaba.

Jungkook termina por tomarla de la mano cuando deciden salir del bosque para volver a la seguridad del castillo.

*

La princesa Li Mei se encontraba tejiendo y bordando una prenda para su futuro esposo, quería que el vistiera un traje tradicional chino, así que se estaba tomando su tiempo para hacerle unos dragones tejidos en la túnica que lo cubría, en ese momento un ruido detrás de ella la sorprende.

—¡General Xin! ¿Qué hace por aquí? Estos son mis aposentos, no debería estar aquí y menos ahora que soy una mujer comprometida, por favor, salga —ella solo lo mira como él lentamente camina por la habitación.

—No me iré, princesa, usted sabe mis sentimientos y me niego a pensar que ya los olvidó —él le toma las manos a la princesa pero ella rápidamente las retira.

—General Xin, no le mentí cuando le dije mis sentimientos hace 6 meses, mis sentimientos eran reales y en parte aún lo son, pero tengo un deber con mi pueblo y mis sentimientos pasan a un segundo plano, no puedo estar con usted, General, es algo que debe entender —ella vuelve a tejer.

—¿Tienes sentimientos por él? —la ira en su rostro era evidente.

—Aún no, pero creo que llegaré a tenerlos, el príncipe heredero Jimin es un hombre muy amable que se está ganando mi corazón y el favor de mi padre rápidamente así que creo que llegaré a amarlo —dice ella con una sonrisa sincera.

—Entonces... ¿Tengo que matarlo para que lo olvides? —los ojos de la princesa se abren.

—¿¡Cómo osas hacer tal declaración!? ¡Esto no es solo por tí! Una guerra puede desatarse con esa sola declaración, no dañes al pueblo de chica por tu falta de autocontrol y autodominio, acepta el hecho de que me iré, hay muchas mujeres nobles a las que puedes desposar —ella estaba molesta.

—Creeme que lo haré, no me importa las consecuencias —se levanta y se retira, la sierva entra con un rostro preocupado.

—Debo infórmale al Rey y a su Alteza, anda y avísale al príncipe heredero que vaya al salón del Rey que tengo que informar algo con urgencia —ella se levanta dejando las cosas de costura en su habitación y sale directamente al salón Imperial.

Ella llega lo más rápido que puede y allí ya está Jimin esperándola.

—Por favor, anuncien mi llegada y la del principe, tenemos un asunto de suma urgencia —el eunuco asiente y entra para informarle al Rey de la presencia de ellos dos.

—¡Adelante! —la voz del Rey se oye y ambos entran rápidamente inclinandose— ¿Qué es ese tema de suma urgencia, príncipe?

—Respondiendo a su Alteza, es la princesa quién desea hablar, también fuí llamado por ella —el Rey dirige la mirada a su hija y ella lo toma como permiso para hablar.

—Mi Rey, el general Xin Qin Pin ha ido a la habitación de esta princesa comprometida, quiso llevarme lejos al profezar sus sentimientos hacía mí, pero al esta mujer rechazarlo, él amenazó con eliminar al príncipe heredero Jimin —el rey se levanta golpeando su trono con fuerza.

—¡Cómo se atreve a pasar encima de la orden de un Rey! Ayer también vino a verme a pedirme tu mano, es cierto que yo ya te había prometido con él, pero este asunto ya es más importante que un General, él debe entender eso. ¡Guardias! Busquen al general Xin y encierrenlo hasta que la princesa salga de China.

—¡Si, Alteza!

—Y tú, hija mía, hiciste bien en informarnos.

—Te debo mi vida, futura esposa —Jimin inclina su cabeza levemente hacía ella.

—¡He decidido que adelantaremos la boda! ¡Mañana se casarán!