Bound To You

CUENTA PENDIENTE

Audrey le estaba dando un masaje a Ben  mientras el leía algo en la  computadora

Audrey : eso de encontrar el vestido perfecto es muy agotador, quiero que todo mi vestido sea hecho a mano, hize un boceto y es espectacular me muero de ganas de ver la cara que pones al verlo.

Ben medio sonrió.

Audrey : como sea, quiero que lo hagan con una tela especial y necesito de toda la atención en mi vestido y dos boutiques me rechazaron

Ben : ¿Te dijieron que no?

Audrey : como si lo hubieran dicho, tu madre consiguió una cita en la boutique más elegantes y costosas de todo el reino e iremos está tarde, Bella dice que ahí me prestarán la atención que necesito para que mi vestido de novia se vea precioso, aún no decido si quiero otro vestido para la coronación ¿Tu que dices?

Ben : como tú prefieras

Audrey beso su  mejilla.

Audrey : ¡Oh! Soy tan feliz dijo viendo su mano con el anillo de compromiso

Ben : si

Audrey : primero quiero arreglar lo de mi vestido porque creo que de todo lo que hay por hacer en la lista es lo más largo y tardado y una vez eso este, te prometo que comenzaré con todos los demás preparativos

Ben : no hace falta que te presiones, tomaremos el tiempo que haga falta.

Audrey sonrió.

Audrey : lo sé dijo sonriendo pero no creo poder esperar tanto tiempo para por fin ser tu esposa.

Ben noto que los ojos de Audrey brillaban.

Ben : yo tampoco.

*********

Ben comenzó arrepentirse de asistir aquella velada de caballeros.

No era que estuviera aburrida, le parecía que tal vez si no estuviera cansado, sin dolor de espalda, con pocos ánimos de hablar y  un tanto frustrado lo habría disfrutado.

Le agradaban aquellas personas, de verdad. La mayoría eran reyes que conocía incluso de cuando el usaba pañales.

Pero tenía que hacer algún acto de presencia, ya había evadido dos, una tercera sería lo pero que podía hacer.

Ben solo esperaba a que dieran las doce para levantarse e irse.

Lo iba hacer, lo juraba.

Pero luego escucho una voz familiar en el micrófono del bar.

Ben levanto la mirada.

La hija de Hades estaba ahí parada cantando al micrófono con un hermoso vestido rojo que la cubría por completo y tenía unos finos tirantes, tenía labial rojo, guantes rojos y ahora que la conocía sabía que estaba usando una peluca rubia ondulada hacia un lado.

O bien Mal podía cantar en todos los bares del reino o bien era una de la más grandes casualidades que le podían pasar al rey.

Después aceptar una comida con ella, la vio de nuevo dos veces y la última solo se la encontró de salida de la casa de Hades.

A comparación del otro Bar aquí solo se limito a cantar, lo cual era aburrido. Ben hubiera pagado para que Mal hubiera dado su espectáculo como lo había hecho cuando la conoció.

Pero se limito a escucharla cantar.

— esa cantante es buena, es mejor que la otra y no me refiero a la voz  la mesa rió