METAL STRANGER . (Hannah Byers) ✅

CAPITULO 3

¿Era Will?

— ¿ Y estaba ahí tirada?

Hopper le respondió con un si y luego mando a los dos oficiales a rebuscar en el lugar.

— ¿Tenía sangré o...?— pregunte con miedo, a lo que respondiera.

— No, no..

— si encontraron la bicicleta, ¿Que hacen aquí?— pregunta Jonathan.

Hopper no daba más respuesta solo caminaba por la casa mirando todo.

— Tenía llaves de la casa ¿No?

— si...

— Así que... — golpeó la mesa.— Talvez volvió.

— Que demonios, ¿Crees que no lo hemos buscado en nuestra casa?— los ojos me picaban.

— No digo eso.— miró la pared.— esto siempre estuvo así?

— ¿ Que? No lo sé. — los tres estábamos atónitos y confundidos.— supongo, tengo tres hijos. Mira este lugar.

Abrió la puerta.

— Estás segura.— nadie dijo nada.

Hopper salió de la casa mi madre y yo lo seguimos .

— hey, hola. ¿ Que le pasa?

— El es así. — lo tome del collar.— Talvez tiene hambre, vamos.

Entre a la casa.

— Jonathan, voy a salir.— tenía que salir, hoy iba a recibir mi dinero.

— Estás loca, mamá va a enloquecer, si no te ve.

— será solo un rato, tengo que irme. — fui a mi habitación tome mi chaqueta y mi mochila, al salir mire la habitación de Will.

— Hannah, no vallas.— salí de la casa ignorandolo.

Me subí a mi bicicleta, y tome rumbo a la tienda.

Al llegar me di cuenta que afuera estaba Steve y sus amigos, estos solo me miraron y se pusieron a hablar.

— De seguro su hermano loco lo asesino mientras dormían.— voltee a verlos, sentí que el enojo se apoderó de mi en cuestión de segundo.

Cálmate, no lo oigas. Es un idiota...

— Talvez, fue el y la hermana quienes lo maratón y hicieron un pactó, con el diablo.— y mis queridos amigos así, así es como detónas una bomba.

— ¿Que están diciendo?, pedazos de mierda.— tire mi bicicleta.

— wow, wow. Cálmate byers...— Steve rio con sus amigos.

— Solo decimos la verdad.— mi puño se apretó, mis ojos debieron ponerse rojos.

— Oww, ya Steve. Deja va a llorar.

Termine de perder la paciencia y me lance contra Carol dándole un puñetazo en el tabique, del cual la sangre salió a los segundos.

— ¡Maldita! — sonreí, pero Tommy la tomaba del brazo antes que se me lanzará, Steve me sujetaba de la espalda.

— vamos tranquila, hannah.— Steve dijo en mi oído.— no te pongas violenta.

Quise soltarme de el pero no me dejó, me agaché un poco y luego subí con fuerza, dandole en la quijada a Steve. Este maldijo y me soltó.

—¡¿Que carajos te pasa?!— escupió la sangre de su boca.

— ¡vuelves a poner el puto nombre de alguien de mi familia y considerarte muerto Harrington!— pase a el lado de el golpeando su hombro y entre a la tienda.