METAL STRANGER . (Hannah Byers) ✅

CAPITULO 14. (part 1)

Hola, hermosas personitas, he visto el apoyo y me dije a mi misma, no puedo dejarlos con la duda, así que aquí estoy, perdón si ven faltas, escribo desde mi celular lo que se me complica un poco pero todo sea por ustedes, gracias totales.

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Mire el mapa por segunda vez asegurándome por ir en el camino correcto, Steve ahora se paraba a mi lado tomando el papel.

- Dios.- se escucho de decir de algunos.

- ¿Qué es este lugar?

- Creo que Disney Land.- se mofo Hazel de la pelirroja.

- Chicas.- Steve llamo la atención de su hermana y la niña que seguro se enviaban miradas molestas.

- Sigamos caminando.- le comunique a Steve, quien asintió.

Avanzamos un poco cuando los gritos de cierto mocoso se escucharon, me gire lo mas rápido que pude abriéndome paso entre todos.

- ¡Ayuda!

- Dustin.- me acerque a el.- ¿Qué sucede, que paso?

- ¡Dustin!- llamaron todos al unisonó.

- ¡Se metió en mi boca! ¡Mierda!- tosió escupiendo con asco.

Deja de toser y mira arriba donde todos lo iluminábamos y yo apuntaba a todos lados.

- Estoy bien.- suspiro con molestia y bajo el rifle.

- No puedo creerlo, maldito mocoso dramático.

- Si, muy gracioso.

- Tenias razón lucas.- le dice Max al mencionado y Hazel le apoya.

- ¿Estas bien?- pregunta Steve al verme flaquear, el ambiente me esta empezando a sofocar y la cabeza a doler de mas y los susurros se hacen presente, no he bebido ninguna sustancia alucinógena y empiezo a ver con mas claridad.

- Si.- camino yendo adelante.

...

Luego de un rato de andar y pisar mierda viscosa por fin habíamos llegado al centro que se conectaba a todos los túneles, lo que indicaba que estábamos cerca.

- Hay que seguir, estamos cerca.- dije.

- Bien, Wheleer. - nos detuvimos frente a una cueva.- creo que encontramos tu cueva.

- Mojemosla.- respondió Mike.

Y fue lo que hicimos, rociamos gasolina por todo el lugar, en un momento me mareé y mis piernas volvieron a flaquear.

- No creo que estés bien.- Steve me habló cerca.

Cómo acto de mi persona, lo empujé y respondí con pesadez.

- Estoy bien.

- ¿Están listos? - pregunto Steve, luego de haber terminado con la gasolina.

- Listos.- respondimos al unisono.

Saque mi encendedor, abriéndolo y una llama ilumino mi rostro.

- Que arda.- mire a Dustin con el ceño fruncido.

- Estamos en problemas.- susurro Steve, para luego hacer el conteo.- Uno... Dos... Tres.

Laze el encendedor, tan rápido como cayó al suelo todo se iluminó por las llamaradas, de pronto hacía calor y mi cabeza dolía.

- Vamos, vamos.- una mano me obligó a andar.

Entre chillidos y gritos de los mocosos corrimos.

Mi cabeza se sentía como una plastilina en manos de un niño, como si lo que me atormentaba desde el año pasado estaba furioso, lo único que no permitía que me hechara a llorar y retorcerme, eran mis mocosos.