CAPITULO 11

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                          ¡No... Bob!






Los gritos desgarradores de Will en el trayecto hacían que mi corazón se hiciera pequeño, y verlo retorcerse solo lo empeoraba, mis lagrimas era involuntarias, no podía hacer algo para aliviarlo, y mi jaqueca y la maldita voz susurrante volvía, ¿que diablos pasaba?, ¿Por que nos sucedía esto?

Mamá, Hazel trataban de tranquilizarlo, mientras Bob tranquilizaba a mamá y a mi, Mike por su parte me abrazaba y podía sentir su angustia, y la angustia de todos ahí, inclusive Hopper, quien había salido con vida.

- Mi amor ¡tranquilo! ¡Estoy aquí, estamos aquí! - no sabia en que momento el auto había parado y subían a Will a una camilla. De pronto corríamos tras en los pasillos de dicho laboratorio. - Estoy aquí, mi amor ¡Aguanta!

Mi mente no procesaba solo sabia que iba tras el, tratando de no tocarlo, pero mi boca no podía formular una palabra. Estaba aterrada, Will es todo para mi, es mi chico, mi hermanito, verlo sufrir sin tener a mi confort cerca me mataba ya que yo no era fuerte, no cuando se trata de mi familia.

- ¡Corran!

- ¡Aguanta! - logre decir con la voz hecha un hilo.

Will fue trasladado de la camilla a la cama, gritando de dolor.

- ¡Tranquilo, estarás bien! - Owens trataba de alejar a mamá de la cama, para que las pacientes pudiesen auxiliarlo, yo solo pude pegarme a la puerta viendo la escena con los ojos borrosos.

-Presión arterial: doscientos veinte.

- Temperatura: cuarenta y uno. ¿Will, donde te duele?- pregunto después de revisar su presión y temperatura.

- ¡Todo duele! - la cabeza me dolía mas, y la voz retumbaba una y otra vez, Hazel se acerco y me abrazo para darme consuelo, estaba mal, era una especie de combinación dolorosa.

- Me parece que siente que se quema. - indico el Dr. Owens

- Busca quemaduras. - rompieron su camisa.

- No veo ninguna. - y tenia razón, su cuerpo no presentaba ningún tipo de quemadura, pero su reacción decía todo lo contrario.

Hazel junto a Mike me tomaron de la mano y me sacaron de la habitación debido a mi estado, sentándome en el piso escuche la voz de Hazel, diciéndome que todo estaría bien, y que no era mi culpa. Mientras los gritos de Will y los doctores se oían en la habitación, mi mareo aumentaba, pero las voces eran mas bajas, no quería decirle a nadie como me sentía, no hasta que Will estuviera bien.

*

A Will le habían inyectado un tranquilizante y había quedado completamente desmayado, por mi parte el doctor Owens solo me había dado Valium para relajarme, pero tome la tablita completa guardándola en mi bolsillo en su descuido.

Por suerte la jaqueca y las voces habían cesado, y me encontraba mucho mejor, mientras miraba Will dormir.

- ¿Estas mejor? - pregunto la castaña.

- Si, y que tal estas tu...- ya hace tiempo que no hemos hablado, casi no llegas a casa.- ella bajo su cabeza unos centímetros.

- Cosas de la escuela. - sabia que mentía, algo sucedía.

- Mentirosa. - ella solo sonrío. - y... ¿ Que tal el bruto de tu hermano?¿Sabe que estas con nosotros? - su cara fue un poema de malicia con complicidad.

METAL STRANGER . (Hannah Byers) ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora