Capítulo #19

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-Soy Sebastián un amigo de Isabella-respondió Sebastián (¡Si, Sebastián Collins!) Mientras extendía su mano hacia Daniel ¿Cómo mierda llegó tan rápido?

-¿Qué haces aquí?-pregunté mordaz.

-Trabajo aquí desde hace 5 minutos Isa-respondió sonriente agrandando su sonrisa en decir ¨Isa¨-Aquí están los menús-continuó entregándonos dos menús decorados con simples flores junto con un montón de ridiculeces. Daniel tomó los dos entregándome uno a mí.

-Volveré en unos minutos-dijo Sebastián yéndose. Sonreí ante la mirada de Daniel.

Daniel es una muy buena persona que ha estado conmigo desde hace mucho tiempo. Físicamente es atractivo es decir su piel morena hace que sus ojos negros se vuelvan más profundos y que su cabello color chocolate se vea mucho mejor. Su cuerpo es musculoso en normalidad no como esos tipos que pasan todo el día dentro de un gimnasio para tratar de impresionar a una chica.

Antes de venir a Rusia tuvimos un noviazgo fugaz aunque muy bueno en todos los sentidos pero por problemas familiares de parte de él y junto con mi temor a algo más que simples derechos decidimos dejarlo y agradecidamente quedamos en muy buenos términos.

-Daría todo lo que tengo solo por saber en lo que piensas-susurró Daniel en mi oído delicadamente. Sonreí.

-Sobre ti-

-¿Sobre mí?-preguntó extrañado.

-Sobre todo en ti por cierto ¿Qué pasó con tus padres?-

-Como sabías mis papás siempre tuvieron mal rollo en su relación mudándonos de país de un momento a otro para tratar de recuperar su matrimonio. Tiempo después a mi papá le diagnosticaron cáncer del estómago por lo que mi mamá estuvo demasiado mal hasta con decirte que la tuvimos que llevar a un psicólogo pero agradecidamente se encuentra en casa y muy sana recordando los buenos momentos con papá-respondió sonriente pero sus ojos se encontraban apagados.

-Siento mucho lo de tu padre pero me alegro más por tu mamá. Se merece estar bien-dije abrazándolo. Mientras me dejaba llevar por aquel abrazo escuche una toz completamente falsa.

-¿Ya saben que pedir?-preguntó un Sebastián para nada amable.

-Una lasaña junto con una Coca-Cola-respondió Daniel acomodándose en su lugar. Revise rápidamente el menú del cual no había puesto la menor atención.

-Y yo una pizza personal de jamón y queso junto con una Coca-Cola. Te puedes ir mesero-dije al borde de estallar de la risa al ver la cara de Sebastián cuando dije "mesero". Tomé el menú de Daniel junto con el mío extendiéndoselos.

-En un momento estará-dijo Sebastián agarrando fuertemente las cartillas. Lo ignoré prestando mi atención a Daniel o de lo contrario reiría tan fuerte que se escucharía a cuatro cuadras.

-Has cambiado mucho desde la última vez que nos vimos-dijo tomando un mechón suelto de mi cabello enredándolo con su dedo.

-Gracias. Puedo decir lo mismo de ti-susurré mordiéndome delicadamente los labios.

-Me gusta mucho ese pircing en tu boca-susurró acercándose más a mi ¡Joder contrólate!

-¿Enserio?-pregunté "extrañada".

-Si por eso quiero besarte ahora-susurró lentamente cerca de mi oreja.

No pude responder porque sus manos tomaron suavemente mi mandíbula acercándose a mi boca. Antes de depositar sus labios junto a los míos sentí como unos platos eran puestos fuertemente sobre la mesa. Sebastián.

-Gracias por la comida. Puedes irte-dijo Daniel sonriendo mientras tocaba sus labios mirándome. Sebastián respiró profundamente saliendo de ahí.

Oscuras DecisionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora