Oscuras Decisiones

Capítulo #22

Nota: Sigue narrando Isabella.

-Señorita compórtese o tendré que llamar a seguridad-solicitó a mi lado una enfermera con una aguja en la mano. Es mejor que lo plante aquí.

-Ya he terminado señorita-mire al Doctorsucho en el suelo-Gracias por concederme unos valiosos minutos de su tiempo.

Camine pausadamente hasta Nathan y Sebastián que se encontraban a un lado del ascensor con unas caras que sería mejor no mirar.

-Isabella tienes los ojos inyectados de sangre recuerda tu problema. Basta-dijo Nathan tomándome fuertemente del brazo-Desde mañana hablare con el Director para que te solicite un psicólogo, debes retomar tus consultas.

¿Me estaba hablando enserio? Desde que salí del país mi problema de trastorno límite de personalidad iba de mal en peor pero eso no me obliga a visitar a un "especialista".

-No Nathan no volveré a esas estúpidas terapias-me solté de su agarre caminando hasta el ascensor mientras ellos venían atrás mío.

-Cariño ¿Qué tienes?-me pregunta Sebastián tomándome del mentón.

-Nada ¿Bien?

-Déjala que se le pase el mal rollo-Nathan codeo a Sebastián advirtiéndolo. Todos entramos al ascensor.

-Déjate de estupidez por cierto no se me ha olvidado que saliste con la mosca muerta esa de Jessica-solté divertida. Giró los ojos reprimiendo una risa.

-Y a mí que tú y Sebastián tienen sus cositas-dijo divertido. Maldito.

-Touché guapo-dije riendo. Sebastián desde su altura entrelazo nuestras manos.

-Igual te contare despreocúpate-rio Nathan.

-Me alegra saber eso.

En ese instante las puertas del elevador se abrieron dándonos paso para caminar hasta el auto de Sebastián.  Nathan explicó que había venido en un taxi y yo no tengo auto así que estamos bien.

Al subirnos al auto Nathan se colocó en la parte trasera, yo a los lados de Sebastián y obviamente el manejando. Prendí el estéreo buscando alguna canción buena hasta que la detuve en Work Bitch de Britney Spears.

-La canción preciosa para Stacy y Jessica-dije divertida. Mis dos acompañantes rieron fuertemente.

-¿Tanto las odias?-me pregunta Nathan.

-Más que a David.

-¿Por qué lo odias tanto?-me pregunta esta vez Sebastián. Me tense.

-Ya llegamos a casa. Un gusto viajar con ustedes-baje rápidamente del auto corriendo hasta la entrada. Mierda no tengo llaves.

-¿No gustas quedarte en casa Sebastián?-preguntó Nathan divertido. Joder lo mato.

-Sería un placer Nathan-Sebastián sonrió. Malditos.

Nathan me lanzó una mala mirada mientras nos hacía pasar al interior de la casa. Deje mis cosas en el sofá caminando hasta la cocina.

-No hay nada preparado-dijo Nathan haciéndome espantar.

-¿Pizza?-propuse.

-Por supuesto-dijeron Nathan y Sebastián al mismo tiempo. Estoy con dos hombres en la casa y estamos solos...nono se acabó. Reí por la estupidez que se me había cruzado.

-¿Qué pasó?-me pregunta Sebastián divertido.

-Llamare a la pizza-tome el teléfono fijo marcando hacia "Dodo Pizza". Después de tres timbres atendieron-Necesito una pizza familiar de la especialidad del chef junto con unos 8 panes de ajo y una Coca-Cola de tres litros negra. Pagare con efectivo-pausa- ¿30 dólares? Si está bien. Procese el pedido-antes de colgar dicte la dirección de la casa.