Destiny (Bakugo-Deku)

Capítulo 22: Villanos

Desde la azotea, Tomura observaba desde sus prismáticos con atención aquella escena. Había contratado a ese villano de pacotilla para que intentase acercarse a un crío sin quirk con la intención de robarle el que ahora tenía prestado. Evidentemente, era imposible que ese villano robase el quirk, no era su poder y aunque Tomura sabía que fracasaría, lo que realmente quería era ver las defensas de todos los héroes.

A su lado, Dabi sonrió. Su plan había sido todo un éxito y Tomura reconocía que era una de sus mejores adquisiciones en el equipo. Adoraba la mente de Dabi pero ahora mismo, parecía estar atento a Todoroki, que se marchaba de la escena siguiendo a otro héroe. Posiblemente relevarían el turno con otros héroes.

— Tenías razón, lo están custodiando. Todoroki es una gran molestia. Es rápido actuando y su poder bloquea a cualquiera en cuestión de segundos. Con él por medio, no conseguiremos llegar hasta ese crío.

— Te lo dije – sonrió Dabi – pero hemos visto su mejor defensa. Si quitamos de en medio a Todoroki y Ground Zero, ese chico será nuestro. Podremos robarle el quirk de One for All sin problemas. Lo más rápido y seguro sería secuestrarlo, llevárselo a All for One y que él se ocupase de extraerle ese poder.

— Ya, pero... ¿Cómo quitamos de en medio a esos dos?

— Ground Zero sigo pensando en algo, será complicado, pero de Todoroki... hay que pillarle desprevenido, antes de que pueda ejecutar alguno de sus poderosos combos. Fue entrenado desde niño para esto, siempre va a plena potencia y es inteligente, si nos enfrentamos a él abiertamente, tenemos muchas opciones de perder, su habilidad de hielo y fuego tienen mucho rango, es perfecto para defender y atacar sin exponerse demasiado, pero... tengo un plan infalible para sacarlo rápidamente de este caso – sonrió mirando con ojos de psicótico al compañero que ahora tenía.

— ¿Y puedes explicarme un poco de ese brillante plan? Si no podemos atacarle directamente, ¿cómo vas a conseguir que no use sus poderes?

— Utilizaremos a esos héroes de ahí – dijo Dabi señalando con la cabeza a unos héroes que parecían cabreados con la situación y observaban desde una acera a Inasa y Todoroki marcharse – creo que no le tienen mucho aprecio a Todoroki. Yo me ocuparé de sacar del juego a Shoto.

— Seguimos teniendo al otro perro guardián. ¿Qué hacemos con Ground Zero?

— Ése sí será un problema. No es tan inocente como Todoroki. Será complicado pillarle con la guardia baja.

— Podríamos intentar un enfrentamiento directo contra él, si consigo pillarle algo desprevenido, podría inmovilizarle mientras los demás se llevan a ese crío y no tiene un área tan amplia de ataque como Todoroki, él tiene que acercarse para ser cien por cien eficaz. Vale – pensó Tomura finalmente – ve a poner en marcha el plan contra Todoroki y yo veré qué hacer con Ground Zero. Lo principal es pillarlos por separado, porque si están juntos, el plan fracasará.

¡Venganza! Eso era lo que Dabi deseaba contra su hermanito, contra su familia. Aquello sería coser y cantar. Le gustaría más tener un duelo contra él, de héroe a villano y aplastarlo en su propio campo, pero vista la situación y que necesitaban a ese crío urgentemente antes de que el quirk desapareciera y volviera a All Might, necesitaba medidas urgentes.

Los héroes estaban entrenados y siempre alerta a atentados, pero había algo a lo que Shoto no reaccionaba como héroe, sino como un chico normal y corriente: a las cosas rutinarias como, por ejemplo, abrir la puerta.

Si no conocía a la persona, evidentemente, era muy reservado y se ponía en guardia y a la defensiva, pero si conocía a la otra persona, era de los que bajaba rápidamente la guardia sabiendo que no pasaba nada. Si Shoto tenía un punto débil, era su inocencia y confianza y ahí era donde tenía que apuntar si quería derrotarle, porque un enfrentamiento directo cara a cara era posible que incluso pudiera perderlo. Dabi sabía reconocer que, como héroe, Shoto era realmente increíble y esta batalla, no podía permitirse el lujo de perderla, ni aunque tuviera un noventa y nueve por ciento a su favor, Shoto podía girar las tornas. Debía erradicarlo de raíz y esa inocencia suya le proporcionaría el cien por cien de sacarlo de la ecuación y para ello, debía mantener a su compañero lejos de él.