Destiny (Bakugo-Deku)

Capítulo 17: Futo Beach

Futo Beach era una de las playas más hermosas que Bakugo había conocido en su vida dentro de su propio país. Muchos turistas iban de visita y aunque no era una playa de fina arena blanca, sus aguas cristalinas y los relieves rocosos que formaban cuevas y túneles la convertían en un lugar único y mágico.

Rodeada de bosques, todavía era visible el monte Fuji al fondo. Bakugo recordaba con felicidad los días en que su familia le llevaba allí cuando era niño. Realmente le gustaba ese lugar y seguía acudiendo allí cuando quería estar a solas y no era tiempo para el turismo. Para ser sincero consigo mismo, era la primera vez que traía a alguien consigo a ese lugar que consideraba especial.

Al aparcar la moto junto a la pequeña playa, dejó que Deku bajase de ella y se quitase el casco con rapidez mientras corría hacia la barandilla. Se apoyó sobre ella con tanto ímpetu y tal sonrisa en su rostro que supo al instante que había acertado de lleno al traerlo a la playa.

— Es precioso – susurró Izuku.

— Supuse que te gustaría.

Todavía sentado sobre la moto, con el casco ya entre sus manos, Bakugo observaba la escena frente a sus ojos. Realmente era un chico especial, de esos que ya no quedaban en el mundo o eran demasiado escasos. Ser un sin quirk le había hecho tener muchos problemas en su vida, pero también había condicionado su carácter hasta convertirle en quien era. Alguien honesto, luchador y que pese a su baja autoestima en temas referentes al amor, sentía que podía hacer todo lo que se propusiera en su vida laboral mientras diera el máximo de sí mismo.

— Nunca había estado aquí – se sinceró Izuku.

— Yo solía venir bastante con mi familia aunque en verano es horrible, los turistas están por todos lados y el paisaje cambia a uno mucho más abarrotado. En invierno, en cambio, o estaciones intermedias, es donde realmente creo que saca su encanto este lugar. Vamos, caminemos un rato. Hay algunas formaciones rocosas que merecen la pena ser visitadas.

Con los cascos colgando sobre sus brazos y la moto bien estacionada, ambos chicos caminaron por el paseo en dirección norte. Bakugo sabía de sobra que las mejores formaciones rocosas se encontraban en esa dirección y además, el mejor local de takoyakis aún no habría cerrado.

— ¿Tienes hambre? – preguntó Bakugo a un asombrado Deku que no dejaba de mirar todo a su alrededor.

— Un poco.

— Un poco más adelante hay un puesto de takoyakis. Pararemos a cenar allí.

— ¿Te gustan los takoyakis? – preguntó Deku con una sonrisa inocente.

— No están mal, no soy quisquilloso con la comida. La verdad es que hay pocas cosas que no me gusten.

— Tampoco yo. Aunque suelo comer bastante verdura y pescado. Ya sabes... la carne es un poco cara y la suelo reservar para ocasiones especiales.

— ¿Y tienes muchas ocasiones especiales? – preguntó Bakugo.

— La verdad es que no – sonrió Izuku con cierta melancolía –. ¿Y tú? ¿Cuál es tu comida favorita?

— La picante – sonrió Bakugo – el arroz al curry muy picante, sin duda alguna.

— Adoras la carne, de eso estoy seguro.

Arroz al curry no era uno de los platos favoritos de Izuku pero sí le gustaba, aunque él prefería no hacerlo demasiado picante y las veces que lo cocinaba, solía evitar ponerle ternera por el dinero que costaba comprarla. Por alguna razón, intuyó que Bakugo haría el arroz al curry con todos sus condimentos perfectos.