Capítulo 26: sospechas

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¡Enfadado! Así era como se sentía cada vez que estaba en ese hospital, teniendo que ver a su compañero moribundo, viendo el rostro de la persona que, para él, era la más sospechosa de todas pero sin tener prueba alguna.

El muy desgraciado se había atrevido a decirle que había algo muy raro en todo el asunto. ¿Raro? Lo único que le resultaba raro a Bakugo era que ese chico intentase cubrirles después de lo que había pasado, después de ver a Shoto en esa camilla. Para defenderles de esa manera es que tenía que haber algo más, algo que él no contaba. Decía que él se ocuparía, que investigaría, pero siendo sincero consigo mismo, no se fiaba de ese tipo como para asegurarse de que haría una buena investigación y eso le ponía de mal humor.

Sentado en la silla de la sala de las consultas, Bakugo observó la puerta de la consulta de Izuku abrirse de nuevo para dejar salir a un anciano que agradecía su ayuda. Izuku sonreía inocentemente, esa sonrisa que a Bakugo le hacía pensar en un niño inocente y puro. Seguía teniendo pacientes de elevada edad. Los compañeros de Izuku siempre le dejaban esa clase de pacientes a él sólo por ser un sin quirk, pero Bakugo no dijo nada. Era un tema de Izuku y él debía solucionar o pelear por ello. Sólo le faltaba sentirse como un entrometido, así que prefería mantenerse al margen.

Cuando el anciano se marchó tras una reverencia a modo de gratitud o despedida, Izuku se giró hacia Bakugo y sonrió. ¡Le gustaba ese chico! Ground Zero era un héroe con un temperamento que intimidaba y daba algo de miedo, sin embargo, Bakugo Katsuki, pese a tener ese mismo temperamento, con él era mucho más atento y amable, hasta dulce podría decir. Era un buen novio, de los mejores con él, aunque tampoco había tenido jamás un novio con el que poder compararle.

— ¿Has terminado? – preguntó Bakugo al ver a Izuku en la puerta de la consulta y la sala de espera vacía excepto por él.

— Supongo que sí, a menos que tú quieras una revisión.

— Suena bien – intentó sonreír Bakugo pese a que no le salió demasiado bien. Se le notaba demasiado preocupado por lo que sucedía con su compañero.

Al verle tan decaído, sentado en la sala de espera vacía, Izuku caminó hasta él y se sentó a su lado.

— ¿Has ido a verle? – Bakugo asintió con desgana, como si ese tema no tuviera la menor importancia aunque le dolía demasiado –. ¿Y cómo estaba? ¿Ha cambiado algo su situación?

— No demasiado, sigue crítico aunque estable por ahora. Sigue inconsciente y no tengo ni idea de si es inducido o es que tiene algún daño severo que provoca que no despierte. Esa idea me está destrozando.

— Estaba muy grave, probablemente esté inducido hasta que los médicos crean que su condición mejore y pueda soportar la situación y el dolor.

— No me gusta estar aquí sentado sin hacer nada. Es irritante – se quejó Bakugo y aunque sonaba como una queja, cuando Izuku sintió a Bakugo posar su mejilla contra su hombro, se dio cuenta de que sólo estaba agotado con la situación.

— Los héroes estáis acostumbrados a tomar cartas en todos los asuntos pero... esto es diferente. Esta batalla, Shoto la tiene que ganar en solitario y lo único que podemos hacer por él es permanecer a su lado, hablarle y darle ánimos. Quizá nos escuche – sonrió Izuku.

— Tú siempre ves el lado positivo de las cosas. Yo no soy así.

— ¿Y qué es lo que tú ves?

— A Inasa, siendo culpable de todo esto. No sé cómo, ni tampoco sé un motivo pero... algo me dice que tiene algo que ver con todo esto. El problema es que no tengo pruebas.

Destiny (Bakugo-Deku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora