Capítulo 6: Alcohol

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¡Cinco segundos! Ese era el tiempo total que había durado su primer beso. Para Izuku fue una eternidad, para Bakugo, demasiado corto.

¿Qué era lo que Izuku sintió en el primer beso? Un roce de labios fruncidos y una leve succión. Eso fue lo que vivió durante los cinco mejores segundos de su vida. Izuku abrió los ojos, miró fijamente los de Ground Zero tras el antifaz y pensó que era mágico. ¿Qué habría pensado su compañero? Quizá para él no era nada increíble ni espectacular. No era su primer beso y seguramente, pensaría que había sido penoso. Al fin y al cabo, era inexperto.

Sonrojado como estaba y sin palabras por lo sucedido, Izuku se paralizó. Todavía no podía hacerse a la idea de lo que había ocurrido. ¡Ground Zero besándole! ¿Por qué? Tan sólo era un sin quirk, un estudiante de medicina sin valor alguno para él. Entonces... ¿Por qué le había besado?

Sus iris temblaban ligeramente fijos en los rojizos del héroe. Él parecía igual de confuso. Quizá sólo fue fruto del alcohol. Un error, un desliz que no se repetiría. Izuku sonrió con una mezcla de alegría y tristeza a la vez. Ser besado por su héroe favorito era motivo de orgullo y felicidad, pero saber que sólo podía deberse a un error por el alcohol le hizo entristecerse. No se repetiría.

— Gracias — susurró Izuku ante el asombro de un atónito Ground Zero que mantenía sus manos firmemente a cada lado del cuerpo del chico, sosteniéndose sobre él — Ha sido mejor que un autógrafo.

— De verdad que eres idiota — se quejó el héroe.

Un autógrafo era una prueba verídica de que habían hablado, al menos para pedirle la firma. Un beso jamás nadie lo sabría y aunque lo contase, no le creerían. Pero ese idiota prefería el beso al autógrafo. Bakugo sonrió con incredulidad.

— Nadie sabrá que esto ha ocurrido.

— Da igual — dijo Izuku con una sonrisa — Yo lo sé y con eso es suficiente. Besarte ha sido lo mejor que me ha pasado en la vida.

¡Era increíble! A los chicos, por lo general, les gustaba fardar de sus victorias, pero ese chico no quería hacerlo. Bakugo bajó su mirada hacia el abdomen de Izuku. Su camiseta vieja de color gris se había subido hasta la mitad y seguramente sería debido al alcohol que tenía ahora en su propia sangre, pero... le resultaba muy atrayente tal y como estaba, incluso sabiendo que era un sin quirk.

Completamente sonrojado, tumbado en el sofá boca arriba, con esa sonrisa inocente y con las lágrimas de felicidad a punto de desbordarse de sus ojos por un simple beso con su héroe favorito... era una imagen que Bakugo jamás podría olvidar. Agachó nuevamente el rostro, esta vez a más velocidad que antes y capturó sus labios de nuevo.

¡Seguro que era el maldito alcohol! El cabrón de Todoroki había metido demasiado sake y cervezas en esa bolsa. Era su culpa que estuviera excitado con un sin quirk, pero, aun mentalizándose de ello, no podía parar. Deseaba sentir el cuerpo de ese chiquillo rozando el suyo, quería dominarle por completo, poseer sus vírgenes labios hasta que sólo desease los suyos.

Completamente inexperto, en cuanto Bakugo paseó su lengua por el labio inferior de Izuku, éste se quedó inmóvil sin entender qué estaba ocurriendo o qué era lo que el héroe deseaba. No fue hasta que empujó con su lengua el labio superior para crear una apertura que Izuku abrió un poco más la boca, permitiéndole así a su compañero introducir la lengua en su boca.

Era una sensación única y extraña. La saliva no era algo que a Izuku le gustase demasiado. Como estudiante de medicina, lo único que veía en ella eran gérmenes y bacterias, sin embargo, un escalofrío recorrió toda su columna vertebral al sentir la gentileza con la que ese chico tocaba la punta de la lengua con la suya. Apenas hubo intercambio de fluidos, lo cual relajaba a Izuku. El contacto de ambas lenguas volvió ese instante que le resultó en su inicio tan romántico, en algo mucho más pasional.

Destiny (Bakugo-Deku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora