1. Juliet llega a Hawkins.

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| J U L I E T |

Conduje como pude a Hawkins, en el asiento copiloto se encontraba un mapa pintado con un marcador rojo el camino que debía seguir, papá no quería que me perdiera, y me había explicado como once veces todo lo que debía saber si había un accidente o si es que me perdía.

1. Estacionarse en un lugar habitado.

2. Consultar a la policía.

3. Presentarse como hija del ex jefe de policía de Hawkins.

De hecho, lo último no era del todo cierto, mi padre duró apenas cinco días como jefe de policía en Hawkins hace unos quince años, más o menos, cuando mi hermano Dustin nació y mi padre se fue de la ciudad junto a mi, que en ese entonces tenía unos... no lo sé, dos o tres años.

En fin, doy gracias a dios de que no me haya perdido y no tuviera que dar esa información, dios sabe que me moriría de vergüenza. Papá dice que él nunca podría volver a pisar este pueblo porque todos conocen su acto de cobardía... yo creo que se está agrandando y que ya nadie recuerda lo sucedido.

Como estaba contando, llegué a salvo al pequeño pueblo de Indiana, apenas al entrar a Hawkins mi respiración comenzó a fallar, me estacioné frente a una tienda de películas rentadas y traté de regularizar mi respiración. Veo mi reflejo en el espejo retrovisor y no puedo evitar caer en lágrimas, me sentía triste y sola, siempre me he sentido de esta manera, pero ahora era diferente, se sentía diferente, había algo en el aire que me hacía recordar lo que papá había hecho y lo que yo hice al marcharme con él y las vidas que dañamos.

Ahora estaba de vuelta en Hawkins, sin avisarle a nadie más que a mi padre, noté la diferencia entre sentirse sola y realmente estarlo, mi consejera escolar siempre me recordaba que cuando sintiera culpa, que el aire me faltará o ganas de simplemente desaparecer: debía comenzar a pensar y recordar en cosas bonitas.

Esta parte me costaba demasiado, los pocos recuerdos bonitos eran inundados por momentos de tristeza y enojo al instante... como cuando mi padre conoció a mi madrastra y era buena, muy buena, pero tuvieron una bebé y de pronto ya nadie me veía. 

Tenía una navaja en la guantera, no para dañarme, si no para defenderme si algo ocurría en el camino, pero de tan solo tenerla allí me ahogaba, estaba tan cerca de mí, yo no quería hacerlo.

Me concentro en mi reflejo en el espejo retrovisor, extrañaba a papá, a mi hermana Georgia y a Laurel, mi madrastra que más que eso ha sido como una verdadera madre, desde los quince, al menos.

Busqué en la guantera, con mucho cuidado pero a ojos cerrados, mi libreta, pues, es allí donde anoté la dirección de la casa de la abuela, no tengo muchas cosas pero debo desempacar las cajas del maletero para ir a ver a mamá.

Ver a mi mamá.

Tenía tantas cosas que decirle, que de seguro al verla me inmutaría y no le diría nada, es por eso que al llegar a casa de la abuela comenzaría a anotar todo lo que le quiero decir, y así, no olvidaría nada.

Tal vez me odie o tal vez me ame, papá dijo que ella me amaba, pero papá diría cualquier cosa para hacerme feliz y dejar de agobiarlo.

De todas formas, quisiera decirle a mamá cuando la necesite durante todos los años de mi vida, durante las celebraciones del día de la madre en la escuela y la manera en la que le pedía a las estrellas que al día siguiente, al despertar, mi madre se encontrará a mi lado. Quería que me perdonará si es que me odiaba por pedirle un hermanito y luego abandonarla, a pesar de que yo solo era una bebé.

Me culpaba y siempre me culparía por la manera en la que mi padre y yo abandonamos a mamá.

Unos golpes en la ventana me hicieron sobresaltar.

DUSTIN'S  SISTER | EDDIE MUNSON [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora