Clase A05 [FYOZAI]

003

Fyodor se levantó antes de lo que era su costumbre, y por ende llegó muy temprano a la escuela.

Su día empezó mal desde que entró al salón y estaban Dazai y Chuuya abrazándose; con la mínima diferencia de que luego de mucho meditarlo finalmente sabía la razón de su enojo: le había empezado a atraer Osamu.

Sin embargo, había demasiados problemas: el primero es que Fyodor y Dazai ni siquiera se hablaban o podían considerarse amigos. El segundo: Osamu ya era novio de Nakahara. Y el tercero: el semestre pasado Dazai estuvo en la clase A04.

Incómodo por la situación que había visualizado, Fyodor salió del salón para esperar Sigma o a Nikolai, quien llegara primero. Y no fue muy larga su espera.

Cuando regresó con Gogol al aula ya había más compañeros, pero con una pequeña diferencia: la sudadera que al principio traía puesta Osamu ahora la tenía Chuuya.

"Supongo que no hay esperanza" Pensó Fyodor.

—¿A ti te gustan los jueves o se te hacen muy pesados? —escuchó de repente Fyodor, ya en clase.

Era Dazai quien le había preguntado.

—Por las materias que tenemos son mi día favorito —contestó Dostoyevsky —. ¿Y a ti se te hacen largos?

—Depende que hagamos.

A diferencia del azabache, Osamu si trataba de iniciar conversaciones con él.

Incluso le pidió que le explicara como resolver el problema de matemáticas que dejó el profesor.

Ya en el receso, Nikolai habló sobre lo sucedido.

—¿Por qué le explicaste a Osamu con tanta amabilidad Dos-Kun? —cuestionó—. Si normalmente nunca ayudas a nadie que no sea Sigma o yo.

—No me quitaba nada explicarle. Además, no hay problema mientras la intención de Dazai no sea superarme; y no parece que lo quiera —respondió Dostoyevsky.

Sigma le lanzó una sonrisa de complicidad a Fyodor.

—Ya te diste cuenta, ¿verdad Sigma? —le preguntó Gogol, y su interlocutor asintió con la cabeza.

—¿Saber qué? —intervino Fyodor.

—Que te gusta Dazai —dijeron al mismo tiempo los chicos de cabello blanco.

Ya sin escapatoria, Fyodor lo admitió:

—Son muy metiches, pero finalmente no es una mentira.

—Terrible que sea novio de Chuuya —comentó Sigma.

Al regresar del receso tenían clase de inglés, pero no asistió el profesor ni dejó trabajo, así que fue hora libre.

Algunos alumnos comenzaron a hacer tareas pendientes, otros comenzaron a jugar, incluido Osamu.

Luego de un rato pasó al lado de ellos una chica, tapándose la boca y aparentemente muy sorprendida.

—¿Estás bien? —le preguntó Sigma.

—Sí, gracias. Pero sabemos que ya hay una pareja en el salón —respondió Agatha—. Los retaron a besarse y si lo hicieron. ¿Quieren ver?

Los tres amigos fingieron sorpresa, aunque sabían muy bien de quienes hablaba.

La chica sacó su teléfono y les mostró un vídeo donde de manera rápida, Dazai besaba a Chuuya.

Luego la femenina se retiró.

—Mis condolencias, Fyo —habló Sigma.

—Ya no va a ser mi problema —respondió el pelinegro aparentando seguridad—. Tendré muchos defectos, pero no me voy a poner en plan "le voy a quitar el novio"

Algunos días continuaron, y ya que todo el salón sabía las pequeñas bromas se hicieron presentes.

En una ocasión Agatha abrazó a Dazai frente a Chuuya y le dijo entre risas:

—Mira Chuuya, lo bueno es que no eres celoso. Y ahora me pegas.

Si bien la pareja se lo tomaba a broma, al platicar con quien sea Fyodor nunca mencionó nada de Chuuya o Dazai.

Llegó la clase de artes, la favorita de muchos de los alumnos ya que la maestra les dejaba platicar mientras trabajaban. Aquella vez tenían que hacer una réplica del futurismo, así que todos fueron con sus amigos para platicar. Sigma no fue la excepción, se cambió a la mesa de Fyodor y Nikolai.

Sin que fuera intencional ya estaban cerca de Dazai, quien ya estaba con su novio y amigos.

Entre plática, de repente Sigma dijo:

—Por cierto Fyodor, ayer me encontré a Shibusawa y me preguntó por ti.

De inmediato se tensó el ambiente, tanto que Nikolai apagó la carcajada en la que estaba sumergido.

—No puede ser —dijo Fyodor frotándose la cara —. No me quiere dejar en paz.

—Es un exagerado —dijo Gogol —. Si eres muy especial y todo Dostoyevsky, pero que ya te supere.

—Eso digo yo, parece acosador por lo pendiente que está a mi vida, solo se fija que hago y que no hago.

—De hecho, si contaría como un acosador —comentó Sigma.

—No entiende que ya no quiero saber nada de él, esperaría que tuviera la suficiente madurez para que pensar lo mismo de mí —se quejó el azabache.

Poco a poco, la conversación cambió de tema.

—¿Y cuál es tu materia favorita Dos-Kun? —preguntó Gogol.

—Química. ¿Por qué? —fue la respuesta obtenida.

—Como siempre eres el primero en acabar los trabajos y siempre estás preguntándole cosas al profesor yo creía que era matemáticas.

Aunque parecía que no, había una persona importante escuchando.

Al terminar la jornada escolar, Osamu iba a su casa platicando con sus amigos.

—Escuché que Fyodor tuvo un novio que ahora está muy obsesionado con él. La verdad yo no creía que hubiese tenido pareja ya —platicó Osamu.

—Ni yo —contestó Yosano—. Porque parece muy serio y que solo se dedica a estudiar...

—¿Verdad que sí? —dijo Ranpo—. Yo tampoco lo habría esperado, porque como dice ella, es como muy recto. ¿Si tendrá vida fuera de la escuela?

El único que no había dicho nada era Nakahara.

—También escuché que su materia favorita era química —continuó Dazai.

—Es comprensible —dijo Ranpo—. Si te das cuenta, se ve que él le agrada a la profesora.

—Yo creía que era matemáticas o física, de esas materias que les gustan a los cerebritos —dijo Yosano.

—¿Verdad que sí daba esos aires?

Los tres amigos comenzaron a reírse, pero Chuuya los interrumpió.

—¿No estabas muy al pendiente de lo que decía Dostoyevsky, Osamu?

El tono de voz del pelirrojo era fuerte y se notaba molestia.

—No lindo, solo escuché y lo comento porque me hizo algo de gracia —respondió el castaño.

—Sí, claro  —y el pelirrojo volteó los ojos.